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Brasil con la vista en la primera vuelta

Aunque se afirma en su liderazgo, Dilma Rousseff no descuida la campaña.

La candidata oficialista a la Presidencia de Brasil, Dilma Rousseff, mantiene una intención de voto que le permitiría consagrarse en la primera vuelta electoral del próximo domingo, según dos encuestas privadas publicadas ayer, un día después de que otro sondeo particular reflotara la posibilidad del balotaje.

Rousseff reúne 55 por ciento de la intención de voto válido contra 30 por ciento del principal candidato opositor, el socialdemócrata José Serra, según la encuesta de la firma Ibope, o 54,7 contra 29,5 por ciento, de acuerdo con la investigación de la empresa Sensus.

Los dos sondeos fueron divulgados ayer, un día después de que el diario Folha de Sao Paulo publicara el resultado de una encuesta de su vinculado Instituto Datafolha, según el cual Rousseff perdió seis puntos porcentuales en las últimas dos semanas y quedó con 51 por ciento de intención de voto.

Ese escaso margen de mayoría llevó al director de Datafolha, Mauro Paulinho, a afirmar que veía posibilidades “ciertas” de que ningún candidato obtenga el domingo más de la mitad de los votos y, por lo tanto, resulte necesaria la segunda vuelta prevista para el 31 de octubre.

También la encuesta de Sensus –realizada por encargo de la Confederación Nacional del Transporte (CNT)– verificó una disminución de la intención de voto por Rousseff en el último mes, pero de sólo tres puntos que no permiten pensar por ahora en la posibilidad de una segunda vuelta.

Pero igual la candidata oficialista se lanzó a las calles en busca de votos y visitó el martes el único lugar de Brasilia donde hay gente en la calle: la estación de ómnibus, donde bebió un popular cafezinho y pidió a los militantes disputen “voto a voto” hasta el domingo. Ayer se reunió con líderes de iglesias evangélicas.

A todo esto el presidente de la CNT y ex vicegobernador conservador del poderoso estado Minas Gerais, Clesio Andrade, afirmó que “la elección presidencial está técnicamente definida en el primer turno a favor de Dilma Rousseff”.

“Ese 4,7 por ciento arriba de 50 por ciento representa unos 6,5 millones de votos y es muy difícil revertir esa cifra en los cuatro días que quedan hasta las elecciones”, agregó.

Ibope, que realizó su encuesta a pedido de la Confederación Nacional de la Industria (CNI), registró que el desempeño de Rousseff se muestra estable en los últimos días mientras que el de Serra sufrió un leve descenso.

“Con este escenario, la elección se resuelve en el primer turno”, afirmó Rafael Luchési, director de la CNI, al presentar los resultados de la investigación.

El diputado federal Ricardo Berzoini, quien aspira a ser reelecto el domingo y anteriormente fue presidente del Partido de los Trabajadores (PT) gobernante, relativizó a todo esto la posibilidad de que las recientes denuncias de corrupción que causaron la renuncia de la ministra de la Casa Civil (jefa de gabinete) Erenice Guerra puedan afectar las chances electorales de Rousseff.

“La población sabe separar una cosa de otra y puede constatar que las denuncias responden a una motivación política. No mezcla lo que percibe de la realidad con la campaña de algunos medios contra el PT, contra (el presidente, Luiz Inacio) Lula (da Silva) y contra Dilma”, señaló.

Dos de las últimas encuestas señalaron también el avance en la intención de voto por la candidata presidencial Marina Silva, del Partido Verde, hasta 17 por ciento de los votos válidos según Datafolha o 13,3 por ciento, de acuerdo con Sensus.

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