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Botnia: habrá monitoreo en las aguas y en la pastera

Los controles estarán a cargo de dos especialistas de cada país y comenzará en 30 días en ambas orillas.

La Argentina y Uruguay llegaron ayer a un acuerdo para realizar el monitoreo de las aguas  del río Uruguay y de la planta pastera UPM (ex Botnia), que estará a cargo de un comité científico integrado por dos especialistas uruguayos y dos argentinos, que comenzará a funcionar dentro de un plazo de 30 días.

El acuerdo fue suscripto por la presidenta Cristina Kirchner y su par de Uruguay, José Mujica, al término de una reunión de más de dos horas que se realizó en la Residencia de Olivos.

El monitoreo del comité científico, que funcionará en el ámbito de la Comisión Administradora del Río Uruguay (Caru), comenzará con la planta pastera UPM, ubicada en las proximidades de la localidad uruguaya de Fray Bentos, y en la desembocadura del río Gualeguaychú en el río Uruguay, según se señala en el acuerdo.

Las tareas de monitoreo, cuyos resultados serán públicos, respetando los tiempos científicos, seguirá en la Argentina con un establecimiento o lugar a elección de la parte uruguaya y a partir de ese momento continuará alternativamente en uno y otro país.

“Se cierra un capítulo de nuestra historia y empieza otro que es el de la cooperación en el control ambiental del río Uruguay y su zona de influencia”, dijo el canciller argentino, Héctor Timerman, en una conferencia conjunta que ofreció con su par uruguayo, Luis Almagro, al término del encuentro presidencial.

Timerman destacó que el acuerdo por el monitoreo “pone a la ciencia en el lugar que corresponde, que es el de establecer los parámetros medioambientales”, y consideró que con ello “el río Uruguay tal vez en muy poco tiempo se convertirá en la primera frontera con total y absoluto control medioambiental”.

El funcionario puso de manifiesto “el orgullo y la alegría” por haber logrado el acuerdo “a través del trabajo fecundo de ambos gobiernos y una intensa dedicación que han puesto Cristina Kirchner y José Mujica en este problema”.

Señaló además que estas coincidencias constituyen “la implementación del acuerdo político” logrado por ambos presidentes en la entrevista que mantuvieron el 2 de junio pasado en la Estancia Anchorena, en Colonia del Sacramento.

Por su parte, Almagro también manifestó su “profunda satisfacción por haber retomado el programa de monitoreo, que había comenzado en 1999 y se había extendido por los años 2000 y 2001”.

“En esta oportunidad, ponemos contexto científico al monitoreo del río, y nombramos un comité científico que se va a encargar de trabajar en todos los establecimientos industriales como agrícolas y centros urbanos que vuelcan sus efluentes al río Uruguay y su zona de influencia”, dijo.

Almagro señaló que el acuerdo es el fruto del trabajo “de las dos cancillerías y de los equipos de medio ambiente, pero en definitiva han sido los dos presidentes los que han dado la impronta final”.

“Tal vez el río Uruguay se convierta dentro de poco en la primera frontera con el total control medioambiental”, añadió: el canciller argentino durante la conferencia de prensa que ambos funcionarios ofrecieron en la Quinta de Olivos. Cuestionado sobre la efectividad que le adjudica al hecho, Timerman contestó: “Yo no creo, yo trabajo. No es mi forma de ser adivinar el futuro. Este es el acuerdo al que llegaron el gobierno argentino y el uruguayo”. Y añadió: “Ambos presidentes, que representan la voluntad popular, están conformes y por supuesto que si la voluntad popular está contenta, los cancilleres lo estamos”.

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