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“Borges y Fontanarrosa en un bar del paraíso”, dos antagonistas con ganas de decir algunas cosas

En la propuesta del autor, actor y director rosarino Dali López, que este sábado regresa a la cartelera local con una función en La Comedia, galanes y no tan galanes de una mesa emblemática se reencuentran de manera imaginaria para retomar aquellos temas de siempre


El teatro debe ser un disparador para la imaginación, un fenómeno vivo que todo lo puede, incluso hasta aquello que a primera vista parezca imposible como por ejemplo poner a dialogar en escena a dos referentes de la palabra y de la cultura nacional, con sus coincidencias pero sobre todo con sus diferencias, que ya no están en este plano.

Algo de eso sucede con la propuesta teatral local, que ya lleva algunos años de recorrido, Borges y Fontanarrosa en un bar del paraíso, del autor, actor y director rosarino Dali López, que este sábado regresa a la cartelera local con una función en el Teatro Municipal La Comedia.

“Más que homenajear a Roberto Fontanarrosa, esta comedia sueña tenerlo un poco más entre nosotros. Pone al espectador como un compinche en su mesa, para que pueda verlo tomar algunas notas y participar de situaciones similares a las que inspiraron sus cuentos”, escribe Dali López en la presentación de este material que lo tiene también como actor, dando vida a Jorge Luis Borges, y a cargo de la dirección, en escena junto a Quico Saggini como Roberto Fontanarrosa, Norberto Gallina como Ricardo, Nico Juárez como Cachito (un histórico mozo de El Cairo), Billy Páez como Albamate, Mariano Rey como Martorell y Lucas Vidoletti como Belmondo, con música original del propio autor y asistencia de dirección de Chelo Longhi.

La obra “fantasea” con que basta invocar en el recuerdo a los que ya no están, para que sus espíritus aparezcan, dándoles un lugar en la cotidianeidad que los extraña, en un diálogo donde dos aparentes antagonistas y algunos más, de algún modo la sal de toda buena propuesta teatral, “transitan una experiencia inusitada, entre disparates y reflexiones profundas sobre el amor, la amistad, las mujeres y la vida misma”, plantean desde el equipo artístico que completan, desde el diseño de iluminación, Pablo Titán Alfieri, con vestuario de Yanka Malicevic, asesoramiento de maquillaje de Jennifer Oliva, diseño gráfico de Mauricio Chiaraviglio, prensa de Carina Culasso, fotografía de Andrea Babsia (Arte en Foco), universo sonoro de Eduado Pedruelo y audiovisuales de Charly López.

“Ambos personajes se encuentran en este «bar del paraíso», porque están en otro plano, en otra dimensión. En la convención de la obra, de esta ficción que le proponemos al público, acontece este encuentro donde los amigos de la Mesa de los Galanes de Fontanarrosa se reencuentran a un mes de la partida del Negro y ocurre que, con la invocación de los recuerdos, van apareciendo los personajes, y no sólo Borges, que es un invitado, un invocado, sino también un mozo del viejo El Cairo, Cachito, que fue  legendario”, con Dali López acerca de esta singular propuesta que a lo largo de setenta minutos, en un imposible “más acá”, logra que Roberto Fontanarrosa comparta una vez más esa histórica mesa con sus amigos de siempre en ese mismo bar al que sus cuentos le dieran trascendencia nacional e incluso internacional.

“Pertenecemos a una generación que vio lo que pasaba en aquellas mesas de bares porque ya no pasa tanto; mesas de café donde se hablaba de todo un poco. Uno menciona a la distancia a Gary Vila Ortiz (recordado poeta y periodista local que falleció en 2014), dice que conoció a Borges y habla como si hubiera tenido una afinidad muy grande con este hombre, y entonces aparece Borges en ese paralelo, que en principio no entiende nada, ni siquiera tiene idea de dónde está, pero tiene que estar allí hasta que lo invoquen en otro lugar y en el contexto de otra charla; así se da este diálogo imaginario donde hablan de varios temas”, sumó el creador.

En el mismo sentido, habló de cómo la propuesta da un giro e incluso pone distancia de cierto imaginario que emparenta a la pieza con la exitosa Eva y Victoria, sobre el encuentro imaginario entre Eva Perón y Victoria Ocampo, dos claras antagonistas: “Esta obra va por otros lugares; transcurre en medio de esos diálogos hasta que aparece una mujer, aunque no se la ve. Esa mujer es para ellos como un ideal, un objeto de deseo: muy bella, todos la imaginan muy culta, y entonces estos amigos de Fontanarrosa especulan cómo se acercarían a esa mujer, qué estrategias utilizarían, y Borges dice que es un amor de su juventud aunque tampoco se atreve acercarse. Por esos caminos, por esos recorridos transcurre la obra y el contrapunto, diría, entre lo culto, entre comillas, que para algunos puede representar Borges, y eso más popular que es Fontanarrosa y sus amigos de toda la vida”.

Y cerró: “Tengo muy claro que esta obra es un gran desafío porque nos estamos metiendo con dos personajes que están instalados en el imaginario colectivo. Pero acá lo que los une no es el amor y tampoco el espanto”.

Para agendar  

Borges y Fontanarrosa en un bar del paraíso, del autor, actor y director rosarino Dali López, se presenta este sábado, a las 21, en el Teatro Municipal de Rosario La Comedia, de Mitre y Ricardone, donde también se venden las entradas (en horarios habituales de boletería), o bien anticipadas a través de https://1000tickets.com.ar/concierto.php?id_evento=185&borges-y-fontanarrosa

 

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