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Ambientales, eficientes y seguras

Boom en los barrios de Rosario: las cocinas de barro que se alimentan con los restos de las podas

La Municipalidad triplicó el dictado de talleres de construcción de las llamadas cocinas rocket, un diseño económico que permite cocer alimentos con menos combustible y minimiza las emisiones tóxicas de gases. Cómo hacerlas


La Municipalidad de Rosario informó que, en el último año, concretó 75 talleres de construcción de cocinas rocket en instituciones barriales y casas de familia. La iniciativa, de impronta ambiental, busca mejorar las condiciones de los comedores populares y a la par reducir la emisión de dióxido de carbono. Estas cocinas de adobe con diseño especial reemplazan la cocción a gas por la de leña, pero en cantidades mínimas gracias a su estructura, y con ello se bajan los costos al permitir calentar los alimentos en menos tiempo, material y de forma segura porque no emiten gases tóxicos en los ambientes cerrados.

Pablo Torricella, coordinador del proyecto de la Secretaría de Ambiente y Espacio Público, explicó: “La cocina rocket es un proyecto socio-ambiental que tiene un componente sustentable, pero además social y de salud, porque se evitan también intoxicaciones por el humo que es la principal causa de muerte ambiental en el mundo según la Organización Mundial de la Salud”. respecto de la alimentación de esos hornos, señaló que es “con los restos de poda como ramas pequeñas”, con los que se puede cocinar alimentos. “Es un sistema muy económico”, evaluó.

La construcción de las cocinas requiere pocos materiales: ladrillos rotos y barro. Por eso, insisten desde la Municipalidad, son una opción práctica y accesible para las instituciones y vecinos y vecinas de los barrios vulnerados.

Talleres en pandemia


Cuando comenzó el aislamiento por covid-19, el Comité de Emergencia del municipio consideró esta actividad esencial y desde entonces cada vez son más los interesados en participar. Entre 2020 y 2021 se realizaron 75 talleres en la ciudad, el triple que el promedio de los años anteriores.

Leidi Cuevas, de la Asociación Civil Arcoris de barrio Alvear, que participó de la capacitación, relató una de las arists de la iniciativa: “Hoy, son los mismos asistentes del comedor comunitario quienes recolectan la leña para que podamos cocinar a 150 familias del barrio”.

respecto del cambio experimentado, agregó: “Siempre cocinamos a leña, pero antes usábamos cuatro ladrillos y una parrilla. Ahora tenemos la cocina rocket, que es más segura y tiene más capacidad. En los talleres nos enseñaron a hacerla y a cuidarla, así que buscamos las cosas que necesitamos y la vamos arreglando”.

Damián Méndez, de la institución La Hormiga de zona oeste, contó su experiencia: “En el taller hicimos una cocina que tenía dos bocas desde donde salía la llama. Y una vez que nos enseñaron la técnica, desarmamos la de práctica y armamos una con más bocas, que nos era más útil y que le llevaba mejor fuego a una olla más grande, de 110 litros”.

Más eficiente

La cocción con hornos rocket concentra mayor calor a través de las paredes de adobe y en caso de viento es más fácil cocinar al aire libre. Es de construcción económica, porque se requiere sólo adobe y ladrillos. Y el costo de cocinar es más bajo que el mantenimiento de una garrafa.

Los talleres

La modalidad de los talleres es presencial y se realiza bajo estrictos protocolos sanitarios. Participan entre 3 y 10 personas quienes reciben una charla sobre la importancia de cocinar de esta forma, que es un proceso más sustentable porque reduce las emisiones de dióxido de carbono. Esta actividad tiene un componente vivencial porque manipulan los elementos y deben pisar el barro para poder empezar a construir las cocinas. Desde el municipio, también se les enseña a los participantes cómo arreglarlas y mantenerlas óptimas para su uso en el tiempo.

Además de trabajar con instituciones y comedores, también se realizaron capacitaciones con los jóvenes del programa Nueva Oportunidad, quienes pusieron manos a la obra para construir sus propias cocinas de adobe.

El horno, para no estar al horno

Como la demanda de cocinas a leña se incrementó, la Municipalidad empezó a dictar talleres para la confección de hornos de adobe con mayor capacidad de cocción y permitiendo diversificar los alimentos que se cocinan. La cocina rocket es utilizada para calentar las ollas con poca combustión mientras que los hornos están destinados a hacer panificación, pizzas y facturas.

Este tipo de actividad incluye una instancia lúdica ya que los hornos son construidos con formas de animales.

Vanesa Cirivino, de la Secretaría de Ambiente y Espacio Público, detalló: “Lo que aprendimos en la pandemia, además de la importancia social de nuestros talleres, fue la confección de hornos de barro. Trabajar con las manos es algo mágico, que hace brotar en cada taller la risa, la cordialidad y el compañerismo”.

Y agregó: “Entre 2020 y 2021 hicimos 14 hornos destinados a instituciones municipales, barriales y comedores. También buscamos capacitar a quienes llevan adelante emprendimientos de panificación y a quienes deseen hacer de la construcción de un horno, un oficio. Este es el desafío que tenemos con gran expectativa para 2021”.

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