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Bonfatti, el caballo del comisario para el 2011

Binner blanqueó la preferencia por su ministro de Gobierno para sucederlo.

Por: Daniel Zecca

Una sonrisa, una simple sonrisa cómplice fue el único gesto que necesitó el gobernador Binner para posicionar al candidato a sucederlo en la Gobernación de la provincia. Después de estar meses contestando consecuentemente que no había que poner el carro delante de los caballos, Binner ayer se despachó con un mensaje potente hacia adentro del partido, que pegó de lleno en las aspiraciones del intendente Miguel Lifschitz y del presidente del socialismo, el senador Rubén Giustiniani, ambos anotados en la carrera por acceder a la Casa Gris, por lo menos de parte del socialismo. En diálogo con la prensa capitalina, Binner sostuvo que “hay que buscar la continuidad de nuestro plan de gobierno, este plan de veinte años que necesita ocho años para consolidarse”, y agregó que para que esto ocurra el próximo candidato a gobernador del Frente Progresista Cívico y Social debería surgir “del equipo de ministros que está hoy gobernando la provincia”.

Todos entendieron que ese hombre era Bonfatti, y ante la pregunta obligada el gobernador optó por sonreír y mantener un prolongado silencio, elegante manera de ratificar lo obvio.

La sonrisa de Binner se transformó rápidamente en el primer gesto adusto del intendente Lifschitz hacia el gobierno provincial. Ya enterado de la frase del gobernador, el intendente aprovechó la firma de un contrato para construir viviendas para pegarle al gobierno provincial (ver aparte). ¿Comenzó la guerra?

El otro probable candidato aludido, el senador Rubén Giustiniani, no quiso hablar del tema y repitió una sola frase ante la catarata de preguntas de El Ciudadano: “Las candidaturas hay que charlarlas el año que viene”. En su círculo íntimo dejaron trascender que su postura es que los candidatos se resuelvan en el congreso que tendrá el socialismo sobre fines de este año o principios del próximo, aunque no hicieron esfuerzo por disimular la molestia que provocaron las declaraciones del gobernador.

Binner justificó su elección aclarando que los funcionarios que lo acompañan “están consustanciados con la provincia, han asistido a las asambleas de cada una de las regiones y son los que participan semanalmente de las reuniones de gabinete. Esto los habilita a todos”, dijo el gobernador.

Los que no están en el día a día de la interna socialista quedaron sorprendidos frente a los dichos de Binner, cuando hasta hace pocas horas atrás repetía la misma frase a quien le quisiera preguntar sobre candidaturas, insistiendo con la gastada figura de que no hay que poner el carro delante de los caballos. Algunos especulan que lo que le hizo invertir el orden de carros y caballos al gobernador fue el avance de los radicales con la candidatura del intendente santafesino Mario Barletta. Otros dicen que la idea es madrugar a sus probables competidores dentro del PS, y hasta están los que arriesgan que podría ser una manera de medir la reacción del electorado. Especulaciones sobran. Lo cierto es que ya hay un pingo en la línea de largada para el 2011, y es nada más y nada menos que el caballo del comisario.

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