Política

En Comodoro Py

Bonadio inhibió bienes de Cristina, que denunció “un ridículo hostigamiento”

Tras la orden del juez federal, la ex presidente habló de "hostigamiento del partido judicial". "Acá hay un solo objeto que es el de sacar rédito político", lanzó. Cargó con dureza contra Bonadio y realizó una manifestación cuestionando la ampliación de la denuncia que hizo Stolbizer en su contra.


La ex presidenta, Cristina Fernández de Kirchner, cargó contra el juez federal Claudio Bonadio, luego de que este miércoles se notificara ante el magistrado en el marco de la causa que la investiga por venta de dólar futuro. “Está demostrado el ridículo hostigamiento del partido judicial”, afirmó en declaraciones a la prensa al salir de Comodoro Py.

La ex mandataria rechazó en tribunales el embargo que pesaba sobre ella por $ 15 millones, y Bonadio ordenó la inhibición de sus bienes. “Bonadio nos procesó por el dólar a futuro y la devaluación que muchos de los funcionarios actuales celebraron”, apuntó Cristina contra el magistrado tras salir de los tribunales.

La ex mandataria afirmó además que fue Bonadio quien pidió que se notificara en la Ciudad de Buenos Aires, cuando podría haberlo hecho en Río Gallegos. “El fiscal -a cargo de la causa, Eduardo- Taiano, no tenía ningún problema en que me notificara allá, pero el juez quería que lo hiciera acá”.

No obstante, Cristina aprovechó su visita a los tribunales para denunciar al juez y a la diputada por el GEN, Margarita Stolbizer, quien realizó una ampliación de la denuncia contra la expresidente en el marco de la causa Hotesur.

Cristina denunció una “connivencia” entre Bonadio y Stolbizer: “Hay un modus operandi entre el juez que ordena el allanamiento y la denunciante, y luego se despliega una denuncia cinematográfica y mediática”. La manifestación judicial se hizo frente al fiscal Eduardo Pollicita, a cargo de la investigación en la causa Hotesur.

“Lo único que hice en el juzgado de Bonadio fue firmar una notificación que, por otra parte, ya se había efectuado con un apoderado del Estado”, relató la ex jefa de Estado y destacó que “hay una animosidad manifiesta” contra su persona.

En diálogo con la prensa, Cristina se refirió a la causa en la que también están procesados el ex ministro de economía Axel Kicillof y el ex titular del Banco Central Alejandro Vanoli, y expresó que se trata de una causa “por la devaluación que hizo el gobierno que nos sobrevino y por los contratos a futuro, muchos de los cuales fueron celebrados por los que hoy son funcionarios cuando fueron CEOs y empresarios y que luego pactaron el precio”.

Cristina manifestó que hay un “modus operandi” que consiste en hacer “una gran denuncia a partir de la que integrantes del Poder Judicial empiezan a hacer acciones mediáticas y cinematográficas con allanamientos con el solo objeto de sacar rédito político, intención dolosa y judicialización de la política”.

Sobre Bonadio recordó que “es el mismo personaje que comandó a la policía metropolitana de la Ciudad de Buenos Aires para que hagan inteligencia”.

“Acá hay un solo objeto que es el de sacar rédito político, con intención dolosa y judicialización de la política para que los argentinos no hablen de lo que les preocupa como el tarifazo”, enfatizó.

La ex mandataria arribó a Comodoro Py bajo un fuerte operativo policial y con su custodia personal. Tras notificarse ante Bonadio y declarar ante la prensa, visitó a los trabajadores de Tiempo Argentino, en señal de solidaridad tras los destrozos que sufrieron en la redacción del semanario, cuando el empresario Mariano Martínez Rojas ingresara acompañado de una patota en horas de la madrugada del lunes.

Acompañaron a la ex presidenta, militantes de Nuevo Encuentro, La Cámpora, la Corriente Martín Fierro, entre otras agrupaciones y los diputados nacionales Andrés Larroque, Eduardo “Wado” de Pedro, Héctor Recalde, Juliana Di Tullio, María Teresa García, Diana Conti, Juan Cabandié, Edgardo Depetri y los ex funcionarios Oscar Parrilli, Agustín Rossi, entre otros.

El edificio judicial de Retiro amaneció este miércoles blindado por un amplio operativo de seguridad para evitar manifestaciones e incidentes. En la zona fueron restringidos los accesos con vallas de hasta dos metros y fueron desplegadas fuerzas especiales, que incluyeron francotiradores, a cargo de Néstor Roncaglia, jefe de la Policía Federal Argentina (PFA), y Horacio Giménez, el jefe de la Policía Metropolitana.

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