Mazazos y hasta una amoladora. Así fue el operativo que debió realizar una dotación de los Bomberos Zapadores de San Lorenzo para rescatar al travieso perro que quedó atascado en un caño.
El singular hecho ocurrió el viernes por la noche en San Lorenzo cuando el animal había atravesado el tubo de acero amurado a la pared de la casa y su cabeza quedó atorada. El dueño de la mascota, un hombre de 33 años, rompió parte de la estructura, pero debió acudir a la asistencia del cuerpo activo.
Los rescatistas montaron un operativo especial que incluyó la asistencia de la médica veterinaria Cintia Neuman. La profesional aplicó un calmante al animal y recién ahí se procedió a cortar el caño que rodeaba el cuello del can a la mitad con una amoladora.
Afortunadamente este particular episodio tuvo un desenlace feliz. El travieso perro descansa tranquilo y por suerte sin lesiones en su cuerpo. Por otro lado, una vez más, quedó demostrada la importancia de los bomberos al servicio de la sociedad.
Fuente: Periódico Síntesis / Criterio
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