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Brasilia no, Orlando

Bolsonaro escapó de Brasil hacia Estados Unidos en avión para no entregarle el mando a Lula Da Silva

Antes, pidió a sus seguidores una dura oposición al Gobierno del líder del PT, con lo que rompió el silencio adoptado tras la derrota en octubre. Nunca reconoció el resultado de las urnas, y miles de sus adeptos reclaman intervención militar para impedir el ascenso del nuevo presidente


Jair Bolsonaro: Rumbo a Orlando en avión.

A horas de transformarse en ex presidente de Brasil, Jair Bolsonaro dejó su país este viernes con rumbo a Orlando, en los Estados Unidos, para no entregarle el mando este domingo a quien lo venció en las elecciones y se convertirá de nuevo en mandatario de la mayor economía latinoamericana, Lula Da Silva.

Del viaje no participa una de las principales armadoras del espacio de Bolsonaro y su esposa, Michelle. Se espera que pase al menos un mes fuera del país según consignó la cadena de noticias O Globo, la cual también informó que el vicepresidente, Hamilton Mourão, ya se hizo cargo del poder desde las 14 horas del viernes.

Antes de subirse al avión, Bolsonaro se dirigió a sus seguidores y les pidió una dura oposición al próximo Gobierno. De esa manera, rompió el casi absoluto silencio que mantuvo desde las elecciones de octubre pasado, aunque sin mencionar su viaje para no estar presente en el traspaso de mando.

Bolsonaro no cumplirá la institucional tradición del traspaso de la banda presidencial, un gesto apenas simbólico pero que fue respetado por todos los mandatarios desde que Brasil recobró la democracia, en 1985, tras 21 años de dictadura.

Lula Da Silva no tendrá fácil el gobierno que le espera por delante hasta 2026 por los números que disponen los partidos de derecha y centro derecha en el congreso brasilero, con los cuales deberá realizar distintos acuerdos paa impulsar las leyes reformistas que anticipó en su campaña.

Los fanáticos de Bolsonaro continúan, ya sin el saliente presidente en Brasil, con los reclamos frente a los cuarteles para que los militares tomen el poder e impidan la llegada del líder del Partido de los Trabajadores al gobierno de Brasil.

Después de la derrota en las urnas, Bolsonaro pasó la mayor parte de su tiempo recluido en el Palacio de la Alvorada e hizo muy pocas declaraciones públicas. El viernes, dijo que “fue difícil guardar silencio durante dos meses” según consignó O Globo.

Tras la salida del presidente, la mirada de los especialistas y del mercado de Brasil está puesta en cómo termina de diagramar su gabinete Lula. La diversidad de partidos que integran el frente que lo llevó al poder hace que cada uno pugne por un puesto de poder y las negociaciones se extienden a pocas horas de su llegada al poder.

 

 

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