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Bolsillos vacíos

Los jugadores de Central Córdoba trabajaron por su cuenta durante los últimos días.

Parece mentira que esta tarde los jugadores de Central Córdoba tengan que afrontar un partido después de la difícil semana que les tocó vivir. Para colmo de visitante, en una de las tantas y descuidadas canchas de los equipos del conurbano bonaerense. Pero lo cierto es que desde las 15.30 y con el arbitraje de Gastón Iglesias, el Charrúa estará enfrentando al irregular Ferrocarril Midland, donde al menos buscará distraerse un poco del mal momento institucional que está atravesando por la falta de pagos y de paso ver si sigue escalando puestos en la tabla de posiciones para acercarse aún más a los puestos de vanguardia.

Aunque sería casi un milagro traerse los tres puntos para casa. No porque el plantel no se haya entrenado durante toda la semana. La diferencia física no lo es todo en el fútbol y además, los jugadores trabajaron todos los días por su cuenta para no perder el ritmo.

Y menos aún por el rival en sí. Midland acumula cinco partidos sin ganar (tres empates y dos caídas), está entre los últimos puestos en la tabla de posiciones y la fecha pasada acaba de estrenar DT (Mariano de la Fuente) debido a la pésima campaña.

El problema es que la semana de Central Córdoba arrancó torcida de entrada y a pesar de todos los intentos para enderezar el asunto, al cabo de cinco días de negociaciones el paro no se levantó y tanto jugadores como dirigentes nunca lograron ponerse de acuerdo. La pelota continuará rodando la semana que viene o mejor dicho, esta batalla por cobrar los sueldos que debe el club se postergará para los próximos días, ya que la medida fuerza seguirá en pie hasta que no se cumplan las demandas de los jugadores. En lo estrictamente futbolístico hay poco para contar. Marcelo Vivas no tuvo la posibilidad de preparar el partido como hubiera querido y optó por no realizar ninguna variante con respecto al equipo que viene de vencer 2-1 a Alem. Una victoria serviría para recuperar la sonrisa tras una semana llena de pálidas y además brindaría mucha tranquilidad al plantel, ya que para los jugadores, la verdadera batalla por ganar quedó en Rosario.

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