En medio de una crisis de confianza en la recuperación de la economía estadounidense y la restauración de la fortaleza del dólar y el temor a una profunda recesión internacional que provocó bajas en todos los mercados financieros del mundo,la Bolsade Buenos Aires quedó a la cabeza de las pérdidas con un desplome del 10,73 por ciento en el valor de las acciones líderes.
El indicador Merval retrocedió a 2.738,41 puntos, un nivel que no se registraba desde el 19 de octubre de 2010, cuando clausuró en 2.727,92 puntos, pero una magnitud porcentual semejante a la de ayer retrotrae a ese índice a la rueda del 21 de octubre de 2008, cuandola Bolsaperdió 10,99 por ciento y cerró en 1.046,68 puntos.
Ese desplome se profundizó en la última hora de rueda cuando se registraron llamados a hacer plaza, por superar el 10 por ciento de baja, en once de las diecinueve empresas comprendidas en la cartera Merval.
Se operó por 111,6 millones de pesos con un alza, 83 bajas y una repetición.
Los mercados financieros del mundo operaron ayer bajo presión, en un marco de desconfianza por la rebaja en la calificación de deuda estadounidense y en medio de las dudas sobre el crecimiento global y la crisis de deuda enla Eurozona.
La Bolsaporteña se hizo eco del derrumbe global con una fuerte caída del 10,73 por ciento entre los papeles líderes y la incertidumbre global también replicó en el segmento de los bonos, sin dejar de advertirse que son cada vez más los inversores que eligen dejar de lado las apuestas en acciones y títulos para buscar la seguridad de colocaciones como el oro, lo que explica los persistentes récords del metal.
“No es tanto la baja de calificación de un título lo que presenta mayores problemas en el sector financiero global, sino la continuidad de la crisis o la profundización de la misma”, observó el analista Freddy Vieytes, al término de una jornada que dejó fuertes heridas entre los inversores del mundo.
Los negocios en el mercado local se ampliaron en acciones a 101 millones de pesos, prácticamente el doble de lo que se comercializaba semanas atrás y el dato no pasa inadvertido entre los expertos al revelar que las órdenes de venta se ejecutan “sin defender precios”.
En un “lunes negro” que activó la alarma de los inversores, las palabras de Barack Obama no lograron evitar el derrumbe de los mercados. El presidente de los Estados Unidos dijo que se hará una reforma impositiva, pero que “se buscará no afectar el crecimiento a largo plazo”.
De todos modos, los inversores de todas las dimensiones ya habían amanecido con el caso puesto y tras arrancar con la rutina de todos los días mirando los monitores, el desempeño de los mercados europeos les dio finalmente la razón.
Tras el cierre de las operaciones del viernes, la agencia Standard & Poor’s rebajó la calificación de la deuda estadounidense de “AAA” a “AA+” y le asignó perspectiva negativa. “La rebaja está motivada porque la consolidación fiscal acordada por el Congreso y la administración Obama se queda corta de lo que sería necesaria para estabilizar la dinámica de deuda a mediano plazo del gobierno”, justificó la agencia calificadora.
En el Viejo Continente las bolsas encadenaron ayer la sexta rueda de fuertes bajas y entre las más golpeadas estuvieron la de Frankfurt y la de París.
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