Lucia Demarchi
“Esta vez ganó una mujer de una familia humilde como la de la mayoría de los colombianos”, dijo la ex senadora Claudia López, del partido de centro izquierda Alianza Verde, luego de convertirse en la primera alcaldesa electa de Bogotá. Después de las elecciones regionales que este domingo se disputaron en distintos distritos de Colombia, una foto se hizo viral: López se fundió en un beso con su novia, la senadora del mismo partido, Angélica Lozano. Tanto el triunfo electoral como la imagen que fue tendencia en redes sociales, fueron históricas. Frente a todo pronóstico, López venció al candidato uribista, que terminó tercero; y además envió un mensaje político en un país tan homofóbico y machista como Colombia. “Eso es lo que yo soy, una mujer diversa. Bienvenidos al siglo XXI”, dijo López.
Claudia López ocupará el cargo de alcaldesa de Bogotá, el segundo cargo político más importante en Colombia después del que ocupa el presidente, durante los próximos cuatro años. Las encuestas no lo vaticinaron, pero López se impuso con el 35,21% de los votos por encima de Carlos Fernando Galán, periodista, político del Partido Liberal e hijo de Luis Carlos Galán, candidato presidencial de Colombia asesinado en 1989 por órdenes del narcotraficante Pablo Escobar, quien cosechó el 32,48% de los sufragios.
Recién en tercer lugar quedó Miguel Uribe Turbay, el candidato del partido uribista de derecha Centro Democrático, que tenía el apoyo del presidente Iván Duque. La de Bogotá fue la mayor derrota del uribismo en Colombia, pero no fue la única.
Claudia López llega a la Alcaidía de Bogotá de la mano del partido de centroizquierda Alianza Verde. En estas elecciones, sólo el 10% de las candidatas eran mujeres y, claro está, un porcentaje aún menor fue el que efectivamente ocupará un cargo elegido por la voluntad popular. Por eso, que una mujer haya llegado al segundo cargo en importancia política en un país tan centralizado como Colombia, es un hecho histórico.
A lo largo de la campaña, los detractores de López la criticaron por derecha y por izquierda por la vehemencia con el que respondía a los cuestionamientos en su contra. Analistas políticas feministas de Colombia remarcaron que el mismo “tono” que se puso en el centro del debate hubiera pasado de largo si hubiera sido enunciado por un hombre. Es la primera vez que la intendencia de la capital de Colombia queda en manos de una mujer que, además, es lesbiana.
La foto que se hizo viral tras la asunción fue la de López besándose con su pareja, la senadora del mismo partido, Angélica Lozano. Y la imagen se viralizó no sólo en Colombia sino en el mundo. En un país homofóbico y machista como Colombia, que tiene como deuda cerrar brechas de género, se trató de un mensaje político. De hecho, los cuestionamientos de sectores conservadores y antiderechos que se definen a sí mismos como “pro familia”, no tardaron en llegar, ya que la consideraron abiertamente como opuesta a “los valores tradicionales”.
Y, para completar el combo, López, de 49 años, no proviene de las élites políticas y económicas colombianas, sino todo lo contrario: creció en un barrio popular de Bogotá; es hija de un campesino militante del Partido Liberal y de una maestra de escuela pública, sindicalista y de izquierda; es la mayor de seis hermanos y siempre tuvo que trabajar para colaborar en la economía familiar porque la plata no alcanzaba, y por eso mismo tuvo que postergar varias veces sus estudios. Terminó por matricularse en finanzas, gobierno y relaciones internacionales en medio de una intensa militancia política y se convirtió en una reconocida investigadora y analista política.
“Hoy Bogotá eligió por primera vez a la hija de una familia como la suya, de las familias hechas a pulso, que con amor y tenacidad logran superar día a día todas las dificultades. Que salen adelante trabajando duro, siempre tratando de hacer las cosas bien y confiando en que su trabajo, sus ilusiones, sus impuestos, no se pierdan en la corrupción, la violencia y el abuso”, dijo en su discurso tras el triunfo electoral. Luego le tomaron la foto con su pareja y esa imagen fue una postal de un día histórico para Bogotá.
Álvaro Uribe, el gran perdedor
El ex presidente colombiano Álvaro Uribe fue el principal perdedor de las elecciones regionales en Colombia. El sorpresivo triunfo en Bogotá de la ex senadora Claudia López, que dejó al candidato uribista en último lugar, y derrotas similares en Medellín y en Cali –segunda y tercera ciudades del país– habla de un resquebrajamiento del partido de derecha que hoy detenta el mayor poder en ese país sudamericano, de la mano del presidente Iván Duque.
Las del domingo en Colombia fueron elecciones regionales para elegir alcaldes, concejales y gobernadores. Los resultados fueron sorpresivos: el uribismo perdió en los principales distritos del país y, a la par, hubo un crecimiento de partidos independientes o no tradicionales que le arrebataron el poder a la extrema derecha.
Además de la derrota en Bogotá, el partido uribista de derecha Centro Democrático sufrió derrotas en Medellín, su principal bastión, adonde se impuso el candidato del Movimiento Ciudadano Independientes (de izquierda), Daniel Quintero Calle, por sobre el uribista Alfredo Ramos, el preferido en las encuestas. En Cali, el candidato de Alianza Verde, Jorge Iván Ospina, dejó fuera de juego al uribista Roberto Ortiz.
“Perdimos, reconozco la derrota con humildad. La lucha por la democracia no tiene fin”, dijo en un tuit el propio ex presidente Álvaro Uribe, después de que su partido se impusiera sólo en dos de las 32 gobernaciones que había en juego este domingo.
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