Jamie Webner y Ben Katz tenían planeada su boda ideal, con más de 100 invitados, en los jardines rústicos de Villa Woodbine en Coconut Grove, hermosa zona de Miami, pero la pandemia derrumbó el trabajo de meses y anuló la chance de que amigos y familiares de todo el país los acompañaran. Primero pensaron en cancelar todo, ya que la desilusión y la preocupación fue muy grande, pero luego decidieron vivir ese día especial.
El Miami Herald relata esta historia, que tuvo un final feliz y sin dudas será una anécdota para contarle a sus hijos. Jamie y Ben planearon entonces la ceremonia desde su departamento, en el balcón y con 150 invitados virtuales vía Zoom. La hermana de Jaime obtuvo de forma online la licencia para oficiar de juez (a la distancia correspondiente) y mediante dos cámaras organizaron el streaming.
Charlaron con los vecinos, que desde balcones linderos fueron los testigos. Se vistieron para la ocasión con la ropa que ya tenían preparada y varios de los invitados vía Zoom hicieron lo mismo.
La lista de temas no cambió y los invitados bailaron desde sus casas, mientras que los vecinos subieron varios de esos videos a sus redes, asombrados por lo que pasaba.
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