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Crisis del sector

Biodiésel: peligran 9 mil puestos laborales y advierten que el gobierno nacional hace “oídos sordos”

Referentes del rubro de los biocombustibles piden ser escuchados por el Ejecutivo Nacional. "No puede ser que este gobierno haga oídos sordos ante la necesidad de los trabajadores. Sobre todo viniendo de un gobierno peronista", cuestionó el gremialista Rubén Pérez


Dirigentes sindicales, representantes del rubro bioenergético y delegados de empresas advirtieron que peligran 9 mil puestos de trabajo en la actividad del biodiésel y bioetanol de todo el país, en caso de que el gobierno nacional siga haciendo “oídos sordos” a los reclamos del sector.

En ese sentido, piden respuestas de parte de los funcionarios de la Secretaría de Energía de la Nación sobre la publicación del precio del biodiésel para septiembre. “Hay 9 mil puestos de trabajo en riesgo porque el Gobierno Nacional va a contramano de la ley”, sentenció Rubén Pérez, secretario general del Sindicato de Petróleo, Gas Privado y Biocombustibles del sur de Santa Fe, con jurisdicción en San Lorenzo.

El gremialista apuntó que “Santa Fe es la principal provincia de desarrollo de la actividad. No obstante no tenemos los nuevos precios, no se entrega el producto ni tampoco tenemos el bio necesario para hacer los cortes”. Y reiteró que “no queremos más promesas ni renegar con funcionarios. No puede ser que este gobierno haga oídos sordos ante la necesidad de los trabajadores. Sobre todo viniendo de un gobierno peronista”, cuestionó.

Rubén Pérez precisó que “en febrero fuimos a hablar con el ministro (Matías) Kulfas y ni nos escuchó. Estamos paralizados y hay industrias que tuvieron que cerrar. En otras, los trabajadores no pudieron cobrar sus salarios. Los muchachos se cansaron de pintar caños y ya no queda pintura. En los yacimientos cayeron puestos de trabajo. Y en refinería, del 100 por ciento de ventas del año pasado, hoy están en un 30 por ciento. Y eso que algunas empresas de Santa Fe se la rebuscaron vendiendo gasoil por otro lado para sobrevivir”, aclaró.

A su turno Mario Lavia, secretario gremial de la Federación Nacional, sostuvo que “el problema se genera en todo el país y nos hemos cansado de acercar situaciones que atraviesan distintas empresas. No hay una política direccionada a la actividad. No lo entendió el gobierno anterior ni lo entiende el actual”.

Según Lavia, “el tema no solamente pasa por cuidar las economías regionales, sino también por defender los puestos de trabajo. No hay políticas concretas del Estado Nacional. Estamos en una situación muy crítica porque peligran los puestos de trabajo. Seguimos apostando a que alguien nos escuche. En provincia de Buenos Aires hay empresas literalmente paradas desde principios de agosto”, lamentó.

Este jueves se celebrará una reunión de comisión directiva nacional, de la que también participarán representantes de los 17 sindicatos nucleados en la Federación Nacional. “No descartamos nada. Si este problema estalla, tendrán que hacerse responsables del desastre”, sentenció Lavia.

Por su parte Juan Facciano, referente de la Liga Bioenergética y Presidente de la Cámara Santafesina de Energías Renovables, aseguró que “ninguna pyme tiene acceso a créditos”. Y fue contundente sobre el rol que cumplió YPF en las mesas de diálogo con referentes del sector de los biocombustibles. “Es uno de los principales responsables del problema y es quien peor paga. Más que ofrecer respuestas, perjudicó a la industria”, sentenció.

Lavia coincidió con la opinión de Facciano. “YPF estuvo en una mesa de diálogo con refinerías y no aportó ninguna solución. Argumentó que eran problemas de las empresas y patearon la pelota. No aportó soluciones, sino trajo inconvenientes”, ratificó.

“No podemos hacer una medida de fuerza con las plantas paralizadas. Estamos atendiendo las problemáticas de los sectores de gas, refinerías y yacimientos. ¿Cómo vamos a hacer una medida de fuerza si las plantas están paradas?”, se preguntó Rubén Pérez al comparar la situación actual con lo sucedido tres años atrás con el cierre de la refinería de Oil Combustibles de San Lorenzo.

Fernando Berardo es delegado de fábrica de una pyme de biodiésel en Piamonte, localidad del oeste santafesino con 3.700 habitantes. “Somos 27 familias y estamos muy preocupados. En nuestro pueblo no hay nada más que esta planta. Lo demás son campos y campos de soja. Acá nunca se ha podido consolidar la actividad y les pedimos a las autoridades nacionales que nos tengan en consideración”, reclamó.

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