Edición Impresa

Binner, el peronismo y el presupuesto

Por: Carlos Duclos

A tal punto llega el disparate que ya hay reutemistas que planifican candidaturas a gobernador. Para votar en contra, argumentan: no firmarle un cheque en blanco a Binner.
A tal punto llega el disparate que ya hay reutemistas que planifican candidaturas a gobernador. Para votar en contra, argumentan: no firmarle un cheque en blanco a Binner.

No es posible aguardar una sociedad con los derechos de las personas satisfechos, con la vigencia de las garantías que hacen a la dignidad del hombre, sin las obligaciones cumplidas por parte de los dirigentes.

Y lo cierto es que todo esbozo de una sociedad ordenada, todo sueño con un grupo humano que goce de tal naturaleza de las cosas es hoy una quimera, porque un sueño es aguardar actitudes responsables de la dirigencia o, para ser más justos, de algunos dirigentes.

Históricamente en el país todas son disputas, enfrentamientos, controversias. Lo curioso es que el grado de dislate político es de tal magnitud hoy, que hasta en el mismo partido gobernante, en la misma oposición, en el orden nacional, hay fracturas insalvables. Por eso no es extraño escuchar de “peronismo disidente” que guarda más rencor contra el gobierno que la propia oposición y una Margarita Stolbizer que se queja porque Carrió le roba los dirigentes ¡Qué penoso!

Es poco probable, con estas referencias y tal escenario, que oficialistas y opositores se pongan de acuerdo en razón de la necesidad del hombre común.

Por estos días, y ya en lo estrictamente local, en la provincia de Santa Fe se discute el presupuesto provincial. Es conocido por todos el hecho de que algunos legisladores peronistas se oponen a aprobar la ley determinante para la vida santafesina tal como la remitió el Poder Ejecutivo.

El argumento del partido opositor aquí es el gasto excesivo del gobierno de Binner y la necesidad de no firmarle un cheque en blanco para que siga erogando.

Suena más veraz, para el caso, lo que se escucha en algunas mesas de los bares: “No hay que darle un cheque al socialismo para que gobierne”. Sin ninguna duda, y ojalá así sea, no todos los legisladores peronistas de Santa Fe están colmados de oposición por oposición misma. Los hay aquellos que desean llevar adelante una oposición que construya, que permita la gobernabilidad para bien de los ciudadanos de la provincia, y los habrá, seguramente, aquellos que a lo único que aspiran es a no permitir que el socialismo y sus socios tengan facilidad en la función en razón del deseado fracaso oficialista con miras a recuperar el gobierno de la provincia.

A tal punto llega el disparate político en algunos casos, que ya hay reutemistas quienes en reuniones íntimas planifican estrategias para apuntalar sus candidaturas a gobernador. En eso andan algunos legisladores y cierto intendente. Y esto va a contramano de la necesidad de la gente que en su agenda tiene prioridades que, como se ve, no son las de algunos dirigentes. En la lista ciudadana figuran la pobreza, la desocupación, los bajos salarios, la inseguridad, etcétera.

En la provincia de Santa Fe, como en todas las provincias argentinas y en el mismo orden nacional, la realidad, la realidad financiera es difícil. De allí que los municipios y comunas no dispongan de dinero no ya para hacer obras, sino para afrontar los compromisos básicos (como sueldos); que los maestros no puedan recibir mejoras salariales (deteriorándose el nivel educativo) y que las decenas de miles de familias de los empleados públicos de Santa Fe estén en vilo porque no se sabe qué ocurrirá con sus haberes en los próximos meses.

Siempre, pero especialmente en circunstancias críticas, pergeñar estrategias electoralistas y no políticas responsables es un verdadero despropósito. Hay presidentes comunales e intendentes peronistas santafesinos enojados con la actitud de algunos legisladores peronistas, y ese enojo se trasladará muy rápidamente a toda la ciudadanía santafesina cuando se advierta que oponerse con miras a hacer fracasar al gobernante es el propósito en algunos.

  Y esta situación, de hecho y como ha ocurrido en otras oportunidades, no hará más que socavar, desgastar al propio partido opositor, esto es al justicialismo en este caso, porque el hombre común ya no puede ser engañado tan fácilmente.

  Lo mismo ocurre en el orden nacional. El partido gobernante, esto es el peronismo, sin dudas puede cometer errores, pero de hecho hay una oposición rencorosa, con los mismos ardides y estrategias que la de la década del 50, con resultado poco provechoso para el destino del país, cuyo propósito es el de oponerse para destruir y no para construir. Los ejemplos abundan en este sentido y ello es un disparate, que atenta contra el destino de todos y cada uno de los argentinos. Ningún destino puede ser promisorio con tales actitudes.

  En las últimas horas, al parecer, una parte del peronismo santafesino ha comenzado a recapitular en torno del presupuesto provincial. Es de aguardar que se revisen posiciones y que la madurez política en Santa Fe y en todas partes se imponga en estas horas, pues los argentinos aguardan el diálogo de los dirigentes para el bien común y no trapisondas para hacerse del poder y nada más.

Comentarios