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Alex cazaba liebres con una gomera

“Bien muerto está”, dijo el estanciero que persiguió, arrolló y mató con su 4X4 a un pibe de 16 años

El adolescente había ingresado a la propiedad de Cañuelas con dos amigos de 19 y 21 años. Nunca tuvieron problemas, si les pedìan que se retiren, lo hacían. El criador de caballos y agenciero Pablo Sánchez se les fue encima con su Dodge Ram y se negó a pedir auxilio. Sus antecedentes lo pintan


“Eso le pasa por venir a robarme. Bien muerto está”. Pablo Rodolfo Sánchez, de 57 años, respondió así desde el interior de su camioneta 4X4 a familiares del chico de 16 años que acababa de atropellar y estaba tendido sobre la tierra porque, según él, había cometido un delito en su estancia de cría de caballos en Cañuelas. Alex Juan Campo no le estaba robando. Había ingresado al predio con dos amigos, como hacían habitualmente en esa y otras haciendas, para cazar liebres con una gomera y seguido por sus perros.

El asesinato de Alex, atropellado por la Dodge Ram negra de Sánchez, fue el domingo último. El productor rural, que se dedica a la cría de caballos árabes y anglo-normandos, además de incorporar ganado, fue detenido el mismo día y este martes declaró que el adolescente se le había cruzado cuando con su camioneta iba en persecución de dos personas que le estaban robando un ternero. Aseguró que fue imprevisto y no pudo evitar atropellarlo. Los testigos del hecho no dicen lo mismo, y sus relatos coincidentes estremecen.

Las versiones encontradas del hecho figuran en la investigación que lleva adelante la fiscal Norma Pippo, de la UFI 2 de Cañuelas. El caso está caratulado como homicidio simple.

Una rutina semanal, un crimen

Alex Campo vivía con su familia en barrio Guzzetti, en la zona rural del municipio bonaerense de Cañuelas. Con sus amigos, hermanos entre sí, tenía el hábito de salir a cazar liebres a los campos de la zona. Lo hacían con gomeras y acompañados de sus perros galgo. Hasta la mañana de este domingo, los únicos incidentes que habían mantenido con los dueños de las propiedades era el pedido, a veces a los gritos, de que se retiren. Obedecían sin discutir.

Fue diferente cuando ingresaron, y no era la primera vez, al campo ubicado en el kilómetro 72,5 de la ruta 205, cerca del paraje El Taladro, cuyo propietario es Sánchez.

Alex y los hermanos José Luis y Agustín Cabañas, de 19 y 21 años, vieron la camioneta Dodge con motor V8 acercárseles a toda velocidad. En un principio no se movieron, dijeron en sus declaraciones a la Justicia: pensaron que, como otras veces, les iban a reclamar que salieran de la propiedad.

La 4X4 aceleró, su conductor enfiló directo sobre los cuerpos de los muchachos sin que mediaran advertencias. José y Ángel salieron del camino. Alex no pudo, y Sánchez lo embistió con la imponente Dodge. Así lo contaron los hermanos de la víctima a la fiscal y los medios de comunicación. Comenzaron a gritar y le pidieron al conductor que lo trasladara en la camioneta hasta un hospital, o llamara a un médico.

“Ahora levántenlo y llévenselo”

 “Voy a llamar a la Policía y que hagan lo que tengan que hacer. Ahora levántenlo y llévenselo”, relataron los chicos que les respondió el dueño del campo ante sus reclamos. A metros, Alex estaba en el suelo, herido de gravedad e inconsciente.

Lo que hizo Sánchez es llamar al 911 para denunciar un robo en curso en su propiedad. “No te acerques que ahí viene la Policía y va a arreglar todo”, le advirtió el hombre a los hermanos, que convocaron a otros familiares.

El productor, además dueño de una agencia de loterías, con antecedentes de salarios impagos a sus empleados y cuantiosas multas adeudadas por exceso de velocidad al mando de su 4X4 , se encerró en la camioneta. Una tía de Alex le golpeó el vidrio para recriminarle su actitud. “Eso le pasa por venir a robarme. Bien muerto está”, reprodujo la mujer las palabras del propietario que momentos antes había arrollado a su sobrino. Otros familiares que se acercaron al lugar ya habían constatado que Alex estaba muerto.

La Policía Científica convocada por la fiscal Pippo determinó que el adolescente mostraba signos de haber sido embestido por el vehículo, de gran porte. La autopsia dará las precisiones.

Los familiares de Alex fueron contra Sánchez, enfurecidos por lo que pasó y las respuestas del propietario ante sus reclamos. La Policía intercedió para que no lo lincharan. El hombre quedó detenido en el Comando de Prevención Rural de Cañuelas. Si la calificación del caso decanta en “homicidio calificado por alevosía”, puede caberle la pena de prisión perpetua. Sus antecedentes lo pintan, también, en parte.

Agenciero, criador, deportista, incumplidor serial

Rodolfo Sánchez pertenece a una familia dedicada al trabajo agropecuario y a la cría de caballos en la finca del paraje El Taladro de Cañuelas. Fueron propietarios de la estación de servicio en el mismo barrio.

El conductor de la 4X4 figura en la Afip registrado en los rubros de juegos de azar y negocios inmobiliarios. Su legajo muestra aportes impagos a sus empleados y una larga lista de cheques rechazados por falta de fondos.

Además de la crianza de caballos para actividades hípicas, Sánchez es propietario de una agencia de lotería ubicada en la localidad bonaerense de Ezeiza, donde tiene domicilio legal y en la que registra flojo cumplimiento de obligaciones laborales con sus empleados. Es viudo, pero está en pareja y tiene tres hijos.

La camioneta 4×4 Dodge RAM de Sánchez es modelo 2014, tiene una valuación fiscal de 1,7 millón de pesos y es un muestrario de infracciones. Acumula 11 multas impagas por un total de 31 mil pesos en la ciudad de Buenos Aires. Ocho son por exceso de velocidad. Van de diciembre de 2016 a febrero de 2019. En provincia de Buenos Aires suma 9 infracciones, por 69 mil pesos. Ocho, también, por apretar de más el acelerador. Van desde febrero de 2016 a septiembre de 2019. A esos 100 mil pesos adeudados al fisco se le suman patentes impagas por 394.525 pesos.

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