El técnico rosarino de la selección chilena de fútbol debe ser hoy en día una de las personalidades más queridas, respetadas y admiradas por el pueblo chileno que ya lo ha adoptado como uno más.
Viviendo en el país trasandino desde que asumió el cargo en la selección, Marcelo Bielsa no podía estar ajeno a semejante tragedia que golpea a todo un pueblo. Sus palabras siempre dejan algo, y si estas vienen desde lo más profundo del corazón mucho más.
En un correo vía email con sus familiares publicado por el diario Perfil, el entrenador rosarino comentó sus sensaciones tras el terremoto que vivió en suelo chileno.
«Se experimenta la angustia desde la impotencia», dijo el técnico de la selección chilena. Y agregó: «En esta casa de hormigón armado en la que estoy, al lado del río, lo único que tiembla son los presagios, pero de impaciencia».
Bielsa profundizó su experiencia ante lo ocurrido. «Lo que era madrugada, sueño, terciopelo negro, cayó al vacío convertido en gajos, en sirenas que gritaban como asteroides dando a luz, en graznidos de aves saladas que traían la profundidad del mar en su anuncio, en alaridos que asustaban no por inhumanos, sino por demasiado humanos», dijo.
«Yo no tuve miedo, todo lo contrario. Hacía las cosas como con desinterés (…) En ese instante daba la apariencia de un montaje obvio de película clase B: ni era un montaje, ni se trató de una película», cerró.