Política

Rumbo a las urnas

Bielsa: “El socialismo no logró interpretar lo que los santafesinos querían”

La precandidata a gobernadora de las lista Encuentro por Santa Fe consideró que el Frente Progresista no generó políticas para amortiguar impactos de la macroeconomía. La dirigente señaló que "la principal diferencia con Omar Perotti está ligada al tipo de construcción política"


Franco Trovato Fuoco

Producción y seguridad son los principales ejes de campaña de María Eugenia Bielsa, precandidata a gobernadora de las lista Encuentro por Santa Fe. En diálogo con El Ciudadano, explicó la diferencia con otros contextos electorales donde prefirió no postularse. Por otra parte marcó que la principal diferencia con Omar Perotti está ligada al tipo de construcción política. Además reclamó que a pocos días del escrutinio “no hay claridad ni seguridad” sobre el proceso electoral.

La Paso con el rafaelino definirá quien de los dos encabezará la propuesta del frente Juntos para la gobernación. Bajo la premisa de que el segundo acompañe, la idea de Bielsa está enfocada en “combatir las problemáticas con decisión política, coordinando las fuerzas y eligiendo a los mejores”. También hizo hincapié en darle lugar a figuras jóvenes “que están formadas y tienen vocación política”.

Bielsa confía en la matriz productiva provincial como punto de partida para afrontar la crisis. Aseguró que esa potencialidad “no está en la capacidad de interpretación del socialismo”, y a la vez consideró que desatender la producción repercute en “la vulnerabilidad social”, ya que “el desempleo luego aplica al delito”.

En relación a la construcción justicialista en la provincia, reconoció un “sinsabor” por no conseguir la unidad que esperaba. A su vez consideró a la interna como “una oportunidad donde cada uno puede resolver a quien quiere representar y cómo”.

—¿Qué cambió en esta elección con respecto a las últimas donde se hablaba de una posible candidatura y no se dio?
—Yo nunca había expresado la voluntad de ser candidata en otras oportunidades. Pero en esta oportunidad cambiaron dos cosas. Primero que empezamos a evaluar esta construcción hace más de un año y medio y empezamos a recorrer la provincia para conocer la problemática. Vimos una situación parecida a cuando gobernamos y había equipo para hacerlo nuevamente. Por otro lado, yo me quedé con una frase de Jorge Obeid, que en aquel momento me dijo: “No es momento para tibios”. Esto lo tomo como que, si uno es crítico con quienes están gobernando, tiene que comprometerse en este momento tan difícil. Otra cuestión tiene que ver con una generación de gente de 50 años para abajo, que están formadas y tienen vocación política. Han generado un buen encuentro con la sociedad, y en este momento nosotros tenemos que ser generosos y funcionar como bisagra, ser articuladores.

—¿Hubo indecisión en las elecciones que no te presentaste?
—Existió la voluntad de otros en que yo ocupara ese lugar. Pero no existieron condiciones reales para poder asumir esa responsabilidad. Había ciertos acuerdos que no nos representaban. Ahora cada uno tiene que hacerse cargo de su espacio. La realidad es que este es un momento fundamental para que Santa Fe dirima sus candidatos sin tener que buscar responsables del éxito o del triunfo. El peronismo hoy tiene una oportunidad diferente, como antes había líderes territoriales, el candidato surgía de ese referente. Hoy es una oportunidad donde cada uno de nosotros puede resolver a quien quiere representar y cómo.

—Al no estar en un cargo político, ¿se ve la realidad cotidiana de otra manera?
—Siempre pensé que de vez en cuando es bueno no estar en un cargo, porque uno atraviesa lugares que estando en un cargo no tiene tiempo de atravesar. En estos años volví a la profesión de arquitecta, hice otra vida, tuve que gestionar trámites, ahí sufrís los lugares que sufren los ciudadanos. Volver a eso del ciudadano común es bueno, Porque en la gestión se genera una endogamia donde vos escuchás lo que otros te dicen y no podés estar en contacto directo con la vida cotidiana. Entrar y salir de la política es muy sano, algunos no lo ven así. Una de las críticas que yo recibí fue que me fui y ahora vuelvo, y no es así, no tener un cargo no es irse. Tampoco concibo la política como una carrera, la concibo como una vocación de servicio.

—¿Cuáles son las principales diferencias con Omar Perotti?
—Las diferencias más marcadas son las formas de construir política. Omar cree más en acordar con dirigentes, corporaciones mediáticas políticas y económicas, y luego construir una candidatura recorriendo la provincia. Pero es una estructura más de arriba para abajo. Nosotros creemos en una construcción política de abajo para arriba. Son dos maneras de construir política. Una cosa es tener el aparato para construir sólo para la política y otra es construir para beneficiar a los ciudadanos, es distinto. Después hay cuestiones ideológicas, eso lo demostró Silvina Frana, ella nunca se confundió, ni siquiera cuando apareció ese primer Macri que venía a cambiar el país. Ella interpretó que el modelo terminaba como está terminando, está terminando muy mal. La diferencia ideológica la debemos saldar encontrando los puntos de consenso. No fue posible el proceso de unidad que pensamos en principio, de ser un frente de gobierno, es el único sinsabor que me quedó de la campaña.

—¿Cómo cree que manejó el gobierno provincia la matriz productiva?
—Me parece que no la interpretaron, no está en la capacidad de interpretación del socialismo lo que Santa Fe tiene como potencial. No está en el ADN del socialismo. Ellos tienen una mirada direccionada a los servicios y actividades como el turismo, el ocio, la cultura. Cosas que no critico, pero Santa Fe tiene una matriz ganadera, de industrias pyme, metalmecánica, láctea, de generación de empleo. Si vos te fijas en eso, ves una provincia que puede desarrollarse más allá de la cuestión macroeconómica. Cuando pensás una provincia de servicios, si al país le va bien, te va muy bien. Cuando al país le va mal y se resiente el consumo te va mal. Así existieron doce años de postergación del sector productivo. El socialismo tuvo un ministro estos últimos tres años que fue Luis Contigiani, que se había vinculado con las empresas y entendía el problema de las pymes. Pero después se decidió que Alicia CIciliani asuma ese lugar, que le era un mundo no tan conocido. Eso define el lugar que le vas a dar a ese área.

—¿Cómo se soluciona el problema de la concentración de la producción que impacta a economías regionales en Santa Fe?
—Es una cuestión a coordinar con Nación. Creo que esto ha tenido que ver con que en el gobierno anterior (de Cristina Fernández de Kirchner) no logramos desarmar la concentración de las grandes corporaciones alimenticias. Eso tiene hoy consecuencias en el precio de los alimentos, fijados por las grandes corporaciones, sumado a que Macri toma medidas que siempre rechazó. El rubro alimentos es tan importante como el minero, donde hoy está toda la atención puesta. El alimento es fundamental para la vida cotidiana de todos nosotros.

—¿Cómo cree que está la imagen del peronismo en la provincia?
—No creo que el peronismo tenga mala imagen hoy. Los gobiernos tienen un desgaste, en un momento hubo un cansancio sobre los años de gobiernos peronistas sobre los cuales se paró el socialismo. Y me parece que hoy, doce años después, si hay algo que las encuestas coinciden, es que en la suma de los dos espacios peronistas, supera con comodidad al socialismo. Sí se ha intentado construir una mala imagen del peronismo, pero el socialismo no ha logrado interpretar lo que los santafesinos querían.

—¿Cómo interpreta la relación de los últimos gobernadores con Nación?
—Han sido funcionales al gobierno de Macri, porque al principio acompañaron leyes, e incluso firmaron el Pacto Fiscal, que perjudicó tanto las arcas de la provincia como de municipios y comunas. No se debería haber firmado el Pacto Fiscal. Nuestra primera candidata a diputada provincial Silvina Frana, en su lugar de diputada nacional, no votó ninguna de las leyes que mandó el presidente a la Cámara de Diputados, convencida de que perjudicaban a los santafesinos. Ella no votó el consenso fiscal, no votó los presupuestos porque no reflejaban los recursos que Santa Fe necesitaba, no votó Papel Prensa, no votó el acuerdo con los fondos buitre y no votó el blanqueo de capitales. Estuvimos parados en la posición ideológica con la que llegamos.

—¿Cómo están las denuncias que realizó por el proceso electoral en la provincia?
—Al día de hoy no tenemos la información concreta al respecto de los sistemas informáticos. Hasta el día de hoy no sabemos si está el padrón para que los policías voten. Estamos muy preocupados por esto. Porque el gobierno dice que de cada tres presidentes de mesa, uno ha rechazado esa condición, y no saben cómo lo van a resolver. Por otro lado han llamado a personas de 95 años para ser presidentes de mesa. Nos preocupa cuidar los votos y saber cómo se van a conformar las mesas. El gobierno no sale a decir claramente cómo va a ser un comicio que será en sólo tres días. No hay claridad ni seguridad.

—¿Por dónde se empieza a abordar la inseguridad?
—Hay dos instancias, hay una solución a mediano y largo plazo, y otra solución a corto plazo. A corto plazo hay que enderezar políticas de prevención, porque está claro que llegamos cuando el delito está consumado. Otra es enderezar las políticas de investigación, que le puedan decir a la víctima qué pasó, y que la Justicia pueda actuar en consecuencia. Y a cortísimo plazo hay que separar entre el poder político, la mala policía y el delito. A mediano plazo hay que descentralizar la policía y llevarla a lugares más pequeños. Hay que tener policía que trabaje en delitos rurales, donde hay un vacío en seguridad y de donde la gente se va, emigra.

—¿Se puede atacar al narcotráfico con los recursos que existen?
—En términos de recursos hay que ver con qué nos encontramos. Nosotros creemos en un control civil de las fuerzas, y control externo de las fuerzas y de nosotros mismos. Cuando en 2007 nos fuimos del gobierno provincial, el fenómeno del narcotráfico no era esto, era un fenómeno muy incipiente. Pero en 2010, cuando nosotros ya alertábamos sobre esto, se nos acusaba de estigmatizadores. Lamentablemente pasó lo que decíamos. Y estoy segura de que siguen invisibilizando el problema. Antonio Bonfatti no habla del tema, más que fundamentarlo en razones poco certeras. Fue raro por ejemplo, que el gobernador retire la denuncia a quien supuestamente le baleó la casa, es todo un mensaje para los delincuentes, la policía, el poder judicial y los ciudadanos.

—¿Hay lugar para plantear políticas a futuro más allá de lo inmediato?
—Nosotros hacemos mucho hincapié en un proyecto a futuro porque si no caemos siempre en el día a día. Hay que definir cuál es el modelo de provincia que queremos de acá a 15 o 20 años, con acompañamiento en el desarrollo de jóvenes y programas de estudio vinculados a las demandas laborales. Hay una nueva matriz laboral que es la tecnología. Hay iniciativas en biotecnología con mucha proyección que no encuentran gente capacitada. Hay que adecuar la capacitación a ese rubro y hay que tener el oído activo para este tipo de demandas.

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