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Bielsa después de los 300 mil votos

Por: Luis Novaresio / Especial para El Ciudadano

“Al final, ganamos Santa Fe con Bielsa. ¿O María Eugenia, acaso, no es Bielsa?”. El que intenta ser gracioso es uno de los hombres más cercanos a un ministro del Poder Ejecutivo nacional que hizo campaña por el ex canciller en las internas de Santa Fe.

La actual concejala de Rosario y vicegobernadora de Jorge Obeid se llevó el domingo pasado el trono de la ciudadana más votada individualmente, al superar los 300 mil votos. Antonio Bonfatti arañó los 293 mil sufragios decapitando a Barletta y a Giustiniani con la guillotina de Hermes Binner. Agustín Rossi cosechó 270 mil, imponiéndose con comodidad a la sorprendente suma de Omar Perotti y al magro número de Rafael Bielsa. Desde esta óptica, lo de la arquitecta rosarina sólo se puede comparar con los casi 280 mil votos de Miguel Lifschitz, que compitió en la categoría de senador con un gran resultado personal.

Es cierto que los ganadores de la gran apuesta santafesina son tres. Hermes Binner, que usando el ropaje de su ministro coordinador sigue siendo el gran elector de la provincia, y un nuevo, aunque aún titubeante, actor de la política nacional. Agustín Rossi, una de las más genuinas alegrías de Cristina Kirchner en estas semanas tan difíciles para la presidenta, y Miguel Del Sel, un inesperado elegido por los ciudadanos que de norte a sur sembraron la luz de alerta de los partidos tradicionales. Pero “la” Bielsa y el intendente de nuestra ciudad les discuten con toda autoridad a estos tres ganadores en la mesa de los preferidos con nombre y apellido.

“Tenemos más coincidencias que divergencias con Agustín”, le explica la dama de los votos a su mano derecha. Y este interlocutor refiere que el tono para señalar las diferencias no es amistoso. María Eugenia asegura a quien se lo pregunte que va a hacer campaña por el líder de la bancada del Frente para la Victoria. En privado, sólo espera la instrucción de su hermano Rafael para saber de qué manera. Es que el ex ministro de Relaciones Exteriores es su jefe y la estrategia la va a decidir él. Los que la frecuentan se sorprenden por la admiración y respeto político que tiene por su hermano mayor al punto de confesarle a sus íntimos que está convencida de que la provincia se perdió al mejor candidato para recuperarla para el PJ y el más formado para el cargo. “Rafael está golpeado. Y mucho”, suele referir ella en sus tertulias con amigos. “Siente que no supo dar con el perfil para ser votado y eso le duele”, confía. Así y todo, sabe que su hermano seguirá trabajando en Santa Fe: “Prepárense para verlo cuatro días a la semana por acá”, les dijo a sus asesores más cercanos. ¿Y si a ella le toca hacer campaña con Reutemann?, aventura un hombre cercano con el solo efecto de ver la reacción de su jefa, ya que nadie piensa al ex piloto calzándose la campera roja por el Chivo Rossi. “Yo no hablo con el Lole. No nos simpatizamos mutuamente”, lapida la menor de los Bielsa.

Es interesante conocer qué lectura hace esta elegante y atractiva mujer de los resultados de los comicios internos. Cuentan los que saben que el mismo lunes posterior a la elección reunió a sus más íntimos colaboradores y diseccionó los resultados con precisión de una profesional de las ciencias duras. “La boleta única funcionó bien”, habría amagado como modo de enmienda a sus propias dudas preelectorales. “El domingo ganaron el voto persona, el voto fama y el voto autoritario”, habría sentenciado. El “voto persona” no es otro que el voto a un nombre y a un apellido. Y de él se siente acreedora con toda razón. A Luis Rubeo lo duplicó y a Mario Lacava lo triplicó en intenciones ciudadanas. “La gente quiere votar candidatos. No partidos o ideologías dogmáticas”, dice convencida según cuentan sus seguidores. “Tampoco podemos dejar de reconocer los votos particularizados en muchos departamentos. Incluso el de Miguel Lifschitz”, les agrega a sus colaboradores. “El voto fama es Del Sel. No me explico de otra forma que los santafesinos le hayan dicho sí a alguien que dijo que no tiene programa, que es apolítico y que no entiende la gestión gubernamental”, se habría quejado. Sin embargo, el achaque es más hacia ella misma y a la clase dirigente que al cómico del PRO. “O entendemos que la gente nos quiso repudiar a nosotros, a los políticos profesionales, o nos quedamos afuera”, dice la arquitecta Bielsa abiertamente a quien quiera escucharla.

¿Y el “voto autoritario”? No es novedad que María Eugenia se para con total contundencia en la vereda opuesta a la del socialismo. Jamás lo escondió. Sin embargo es llamativo el modo en que lo cuenta a sus íntimos luego de la elección del domingo pasado. “No entiendo cómo se premia de esta forma el modo despótico de Hermes Binner”, sentencia sin ambages, ante escasos testigos. “El método de construir política del gobernador es autoritario otra vez. Porque ya lo hizo cuando impuso a Griselda Tessio como su compañera de fórmula burlándose de los acuerdos con la UCR que habían decidido que el nombre fuera Carlos Fascendini. Y ahora su víctima fue Rubén Giustiniani”, trata de reproducir uno de los colaboradores más cercanos de la ex vicegobernadora. Por si alguna duda cabe de cuánto denuesto tiene hacia sus competidores, sin excluir, para nada, a sus compañeros de las otras líneas del PJ, dice que ya mismo está trabajando en su primer proyecto de ley: la del financiamiento político. Sólo a muy pocos les exhibe, escandalizada, los números que, asegura, gastaron en campaña los que hoy gobiernan la provincia y los que militaron por el Frente para la Victoria. Hasta se queja del poco acceso que ella misma tuvo a medios que responden al oficialismo nacional y provincial.

Circuló esta semana la versión de que María Eugenia Bielsa se presentaría a la Justicia para que se dirima un mandato vidrioso de la Constitución, que prevé que el que gana en Santa Fe tiene la mayoría de 28 diputados sobre los 50 existentes. ¿El que gana en la categoría gobernador o en la categoría diputados? Imaginemos que, reproduciendo la interna pasada, el gobernador que tiene el triunfo es Antonio Bonfatti y la lista de diputados que se impone es la de Bielsa, ¿de quién es la mayoría? “María Eugenia no va a ir a la Justicia. Te lo aseguro. Y si me apurás te digo que ella sabe que el espíritu del legislador no fue tener un sistema parlamentario, por lo que está dispuesta a respetar el derecho del próximo gobernador a tener mayoría en Diputados”, asegura su más cercana asesora. Será, intuye este cronista, porque en el futuro ella espera ser candidata a la Casa Gris. La misma fuente pide que le creamos cuando asegura que la arquitecta rosarina quiere dejar la política en breve y volver al llano: “Está hastiada de la interna, de los manejos políticos e incluso de algunas reglas de los medios de comunicación que reflejan la actividad pública”. Se hace el esfuerzo para creerle. Pero resulta poco razonable que en cuatro años la dueña de 300 mil votos no los haga valer en un cargo ejecutivo.

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