José Odisio
Héctor Bidoglio muestra una tranquilidad que asombra. Hace un mes planificaba en sus vacaciones la pretemporada de la reserva, y hoy está al frente del primer equipo, con toda la obligación y riesgo que eso representa. Se sienta en el vestuario y tiene que darle órdenes a Maxi Rodríguez, que jugó tres Mundiales, o le tiene que decir que no va a jugar a un referente del club como Hernán Bernardello. No parece inmutarlo. Está decidido, confiado en sí mismo y en el grupo con el que va a encarar este gran desafío, uno que sin dudas va a marcar su carrera.
En medio de la intensa pretemporada hace un hueco para atender a El Hincha y Sello de Fútbol, programa que se emite por Cablevisión. Hay que esperar un rato porque tras la práctica se reúne con su cuerpo técnico para planificar lo que resta antes del choque ante Boca, el domingo 27. Pide disculpas por la demora, y al ver que hay una cámara prefiere ir a ponerse la pilcha leprosa, detalle que lo muestra metido en todo. Cumpliendo un sueño, pero con los pies bien firmes en la tierra.
“Estoy en el lugar de siempre, pero en un puesto de privilegio. Es un gran desafío. Me adapté a lo que esto demanda. Lo más importante es que tengo un grupo muy comprometido y eso ayuda”, cuenta el entrenador, que hasta ahora sólo había dirigido en inferiores, incluso en la selección venezolana, pero nunca en primera, salvo en su primera experiencia en Empalme, en 2010.
Enseguida hace un análisis del momento. “Veo al grupo comprometido con la idea. Hay que fortalecerse. El equipo tiene paciencia y posición, va entendiendo la idea. Hay que seguir mejorando en el aspecto defensivo”, confía.
Es imposible no hacer mención a Maxi Rodríguez y Mauro Formica, dos figuras en las que se apoyará en este proceso, y Bidoglio no escatima elogios. “Maxi es un jugador impresionante, alguien que nos va a ayudar mucho dentro de la cancha, pero también afuera. Es un ejemplo para el resto. El Gato se siente cómodo de enganche, estamos tratando de tener un equipo compacto, le damos alguna obligación de repliegue, y lo está haciendo muy bien y Maxi también. Queremos que estén cerca del área rival, donde puede ser decisivos”, comenta.
Y agrega: “Queremos que Maxi y el Gato estén bien rodeados, que el equipo tenga balance cuando perdamos la pelota”. Bidoglio está preocupado en no quedar descompensado defensivamente, ya que su idea es atacar. Y también le preocupa las dificultades para resolver las pelotas paradas en contra.
“En la pelota parada estamos trabajando, queremos que los jugadores se sientan cómodo. Nos pasa que ganamos en el área rival y nos cuesta en la nuestra. A mí me gusta la defensa en zona, o mixta, nos está dando resultados. También hay que estar más atento”, explica.
Un puesto que no tiene un titular asegurado es el de centrodelantero, y el DT asegura que entre Fydriszewski, Leal y Oviedo se ganarán el lugar con goles. “El nueve es un puesto en que la tienen que pelear. Se van a poner y sacar solos. Uno tiene más fuerza y otro más técnica. Veremos cómo se dan los partidos y decidiremos”, aclara.
Llega el momento de hablar de refuerzos, esos que demoran en llegar. Bidoglio confirma que pretende un cinco y un delantero por afuera, pero no es fácil conseguirlos. “Sabiendo las necesidades económicas del club, me centré en lo que creo que puede potenciar este plantel. El que venga tiene que aportar. Nos está costando por lo económico. Es una pelea día a día. Los nombres que damos son puntuales, son jugadores que deben jerarquizar más aún este plantel, porque hay grandes jugadores en el club”, comenta.
“Me enfoqué en un volante de contención, mixto. Estamos atrás de otro nombre que puede aportar, de un extremo que pueda estar por ambos lados”, señala. Y enseguida reconoce un nombre: “Cristian Insaurralde es un jugador importante, está jugando en América de México. Desde lo económico es difícil sacarlo y está jugando, lo tenemos en carpeta”.
Bidoglio ya dirigió dos partidos como interino, con triunfos ante Patronato y San Martín de Tucumán, pero frente a Boca tendrá su bautismo como técnico oficial. Y un par de semanas después llegará el Clásico. “Todos sabemos lo que significa el Clásico, que tenemos que ganar… Pero me tengo que enfocar en Boca. Es un arranque complicado, hay que ir de a poco, agarrar el envión. Estamos bien y creo que también vamos a ser complicados para los rivales”, declara con firmeza.
Y cierra la charla con una frase llena de confianza: “Creo en este equipo, tenemos un gran plantel. Necesito que los jugadores se sientan importantes. Queremos incomodar a los rivales y basar nuestro juego en la intensidad. Ojalá veamos un Newell’s protagonista”.
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