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Biblioteca Vigil: piden indagatoria contra ocho acusados por el saqueo patrimonial

La presentación la hizo este lunes el fiscal Fernando Arrigo al juez federal Marcelo Bailaque, para que se investiguen las responsabilidades de quienes llevaron adelante la liquidación iniciada durante la dictadura pero que siguió hasta 2013


Por primera vez se hizo un pedido de indagatoria para investigar los crímenes económicos que se cometieron contra la Biblioteca Constancia C. Vigil desde el 77 hasta 2013. La presentación se hizo este lunes y estuvo en manos del fiscal Fernando Arrigo ante el juez federal Nº4 de Rosario Marcelo Bailaque. 

El expediente es 30/12DH por “robo calificado, extorsión, estafas, defraudaciones y otros”, es decir se busca dar con los culpables por los delitos económicos cometidos contra la institución de barrio Tablada ubicada Gaboto y Alem.

La investigación del caso se divide en dos: por un lado los delitos contra la vida (persecución, secuestros, torturas contra la comisión directiva, docentes, alumnos, y demás integrantes de la comunidad Vigil) y los económicos. 

La intervención militar que sufrió la Vigil empezó el 25 de febrero de 1977. En mayo de ese año, ocho miembros de la comisión directiva fueron secuestrados y sometidos a torturas durante meses.

El genocidio cultural de La Vigil: una herida que sigue abierta en Rosario

Estos casos se investigan en la megacausa Feced y varios ya obtuvieron su condena en la tercera y cuarta elevación de esta causa, que investigó y juzgó a la patota que operó en el ex Servicio de Informaciones de la policía de Rosario durante la última dictadura. Agustín Feced fue el ex comandante de Gendarmería que asumió el control de la policía local en aquella época.

Durante aquellos años también se cometió la quema de casi 50 mil libros. Parte de lo que los organismos de derechos humanos llaman el genocidio cultural. La liquidación patrimonial de Vigil siguió de forma ininterrumpida hasta 2013. 

Según informó la propia Biblioteca este semana “quedó sobradamente acreditado en la mega causa Feced (III y IV), los crímenes cometidos contra su Comisión Directiva no pueden desarticularse de la destrucción y apropiación de bienes tasados en cifras millonarias con la complicidad de diversos ámbitos estatales y particulares en tiempos de dictadura y democracia”.

Gabriela Durruty, abogada querellante de Apdh (Asamblea Permanente por los Derechos Humanos) y apoderada de la Vigil, dijo a El Ciudadano: “Vigil perfora el techo del 10 de diciembre del 83 porque la liquidación permaneció abierta hasta 2013, deja de ser una intervención liquidadora para pasar a ser normalizadora y termina devolviendo a los socios la potestad que nunca debieron haber perdido”.

Además, subrayó que son ocho las personas que se llamaron a indagatoria pero que “hay muchas personas que no pueden ser imputadas porque han fallecido o no están en condiciones de enfrentar un juicio y son también responsables”.

“El desafío de avanzar contra los delitos cometidos por la civilidad es difícil,  hay que derribar más resistencias que con aquellos que portaban uniforme”, planteó.

La comunidad de Vigil también sostuvo: “Esto constituye un significativo avance de la causa para que se investiguen las responsabilidades en la destrucción material y simbólica de un proyecto popular, educativo, artístico, cultural y cooperativo de características únicas en nuestro país”.

Historia de un proyecto colectivo

Hacia los sesenta, una de las cosas que hizo más conocida a la Vigil en Rosario y en todo el país fue la rifa en cuotas que se vendían en muchas ciudades de Argentina. 

Ese dinero que se recaudaba era el principal recurso financiero para este enorme proyecto que incluía, además de la biblioteca, un jardín de infantes, una escuela primaria y secundaria, una universidad popular, una editorial con su propia imprenta, un observatorio astronómico, un museo de ciencias naturales y una mutual, entre otras cosas.

La expansión fue un caso inédito en América Latina y parecía no tener límites hasta que llegó la dictadura. 

La patota de Feced se robó muebles y la lente de un telescopio de origen alemán -uno de los pocos que había en el mundo- que estaba en la cúpula del observatorio. La llamada administración fraudulenta se sostuvo durante más de tres décadas, tal como señalaron en el comunicado se trata de cifras millonarias que incluyen el robo de inmuebles.

En 2015 fue declarado como Sitio de Memoria. Hoy es una biblioteca, un teatro, un espacio de talleres y en 2023 celebra diez años desde su recuperación.

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