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Estreno en teatro

Bellos cuentos que “cobran vida”

Un atractivo equipo artístico local pone en escena “Tu, yo y Chéjov”, en el marco de la VII edición de Cuatro Cuartetos.


Una vez al año, el teatro La Comedia propone abordar, desde Cuatro Cuartetos, autores y estéticas diversas a través de un proyecto que se destaca, al mismo tiempo, por su fugacidad y por la tensión que provoca una convocatoria que suele involucrar a artistas de distintas estéticas y generaciones que trabajan en la ciudad, entre actores, directores, dramaturgos y músicos.

Este año, la VII edición de Cuatro Cuartetos se centrará en el universo poético del autor ruso Antón Chéjov (1860-1904), acaso uno de los más vigentes por esa especie de frenesí dramático-naturalista que encierra su obra, siempre posible y abierta a nuevas lecturas.

De este modo, bajo el nombre Tu, yo y Chéjov, un atractivo equipo artístico abordará, desde esta noche a las 21 y los restantes sábados del mes en la sala municipal de Mitre y Ricardone, los relatos “El y ella”, “Una desgracia”, “Un drama” y “Sobre el daño que causa el tabaco”, que contarán desde la actuación con Elisabet Cunsolo y Daniel Feliú, bajo la dirección, respectivamente, de Oscar Medina, Pablo Fossa, Romina Mazzadi Arro y Matías Martínez, con adaptación de Juan Pablo Giordano, música en vivo de Sandra Corizzo y la intervención audiovisual de Nicolás Valentini, a quienes se suman Alejandra Manzur (música) y Silvina La Calamita (vestuario y maquillaje).

Así, después de trabajar sobre la impronta shakespeareana en 2012 y sobre relatos de Roberto Fontanarrosa el año pasado, Tu, yo y Chéjov buscará empatizar con el público desde la riqueza de la obra y desde el talento de los actores.

“No hay nada más raro que la gente misma: una de las reglas del humor dice que para que haya risa tiene que haber un establecimiento, una tensión y un final absurdo. Nada como la tensa Rusia de fines del Siglo XIX y el reinado de Nicolás II para recargar la atmósfera de los cuentos de Antón Chéjov”, adelanta el parte de prensa.

“Esta tensión –agrega–, no responde al desarrollo de una trama, sino a esos elementos extraños que alteran el tedio de la vida cotidiana: una visita inesperada, una salida nocturna, el peso de las miradas o la confusión y la torpeza de los personajes masculinos frente a una mujer que se emancipa”.

Aunque el concepto inicial de juntar a cuatro dramaturgos con cuatro actores, cuatro directores y cuatro músicos, en los últimos años se haya modificado con resultados diversos, desde su surgimiento en 2007 las sucesivas ediciones de Cuatro Cuartetos se convirtieron en un laboratorio para el encuentro y la investigación escénica local.

“Este fue un proceso muy fugaz, rapidísimo. Es sobre cuatro cuentos de Chéjov y la diferencia que tiene con los anteriores es que está vez los actores son los mismos y no cuatro, lo que le da a la propuesta otra impronta”, adelantó a El Ciudadano Romina Mazzadi Arro.

“También la vuelve particular el hecho de que incluye música con Sandra Corizzo en todos los momentos, y un trabajo audiovisual de Nicolás Valentini. Es un trabajo que se hace muy rápido, pero esa inmediatez es parte de la dinámica que propone, por eso siento que tiene algo más performático que un montaje habitual, y en este caso han tomado Chéjov que es un autor muy lindo para trabajar. Y también es particular la idea de montar una propuesta teatral a partir de algunos cuentos y no de sus obras teatrales. Chéjov es un escritor avanzado para su época, resistido, y me gustó la idea de mostrarlo así”, completó la directora acerca de este montaje sobre textos de uno los dramaturgos más significativos del último cuarto del Siglo XIX, que entre sus obras de teatro, cuentos cortos y notas se pueden contar más de 300 publicaciones.

Por su parte, el talentoso Juan Pablo Giordano, que en esta oportunidad se desempeñó como dramaturgista adaptando los cuentos, adelantó: “Cristina Carozza y Diego Ullua (producción y programación de La Comedia) me pasaron tres cuentos y un monólogo. Si bien Chéjov es conocido por sus obras de teatro, tiene una gran cantidad de textos literarios escritos. Y estos cuentos son de una gran belleza”.

Giordano se vio enfrentado al desafío de adaptar pero al mismo tiempo “ser fiel” al autor. “La pregunta fue cómo hacer para trasladar esa belleza literaria a la escena, porque teatro y literatura no siempre van de la mano. Este autor supo diferenciar lo que era escribir para teatro y lo que era escribir un cuento. Sus obras están tensionadas de principio a fin mientras que sus cuentos están llenos de descripciones y recursos que hacen que leerlos sea un placer, por lo que el primer trabajo fue encontrar el punto de tensión en esos cuentos para empezar a dramatizarlos”.

Giordano describió: “El caso del cuento «El y ella», que dirige Oscar Medina, fue el más difícil, porque en el original son cartas que se encuentran y esas cartas hablan de una pareja. Allí se describen situaciones y características del ser amado u odiado. Dónde están, qué están haciendo mientras escriben o cuál es el elemento de tensión entre el espacio y los personajes, para el cuento, no es un problema”.  Y completó: “La lectura de los cuentos me reveló algo que está presente en sus obras, quizás no tan explícito. Por un lado, las mujeres son más fuertes que los hombres. Por otro, nadie quiere estar donde está, y por último siempre se quiere a la persona equivocada. Con esas premisas fueron apareciendo elementos de tensión para ir adaptando los cuentos. Con Matías, que dirige la versión de «Sobre el daño que causa el tabaco», vimos que la presencia femenina era fundamental, más allá que es un monólogo para un solo actor varón. Con Pablo (Fossa), que dirige «Una desgracia», nos reímos de este personaje que compra pasajes de tren pero se baja a mitad de camino porque no puede irse del pueblo en donde está su amada, y con Romina, que le tocó «Un drama», aprovechamos para reforzar el avasallante rol de una mujer que quiere publicar su novela frente a un escritor al que no se le cae una idea”.

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