Con más de 22 mil hinchas alentando en las tribunas del moderno Estadio San Nicolás, Belgrano de Córdoba concretó este domingo el ansiado regreso a la Primera División luego de tres años, al ganarle por 3 a 2 a Brown de Adrogué, en partido correspondiente a la antepenúltima fecha del campeonato de la Primera Nacional.
De este modo, a dos fechas para el cierre del certamen, el equipo de Barrio Alberdi llegó a la suma de 73 unidades y se volvió inalcanzable para su más inmediato perseguidor, el también cordobés Instituto, que reúne 62 y podría llegar a tres más, si en las próximas horas derrota a Temperley.
El delantero Pablo Vegetti (Pt. 34m. y St. 28m., ambos de penal) convirtió los dos primeros goles del equipo que dirige el DT Guillermo Farré, aquel ídolo del Celeste en el ascenso del 2011, en la recordada Promoción con River Plate.
Y cuando el partido parecía encaminado hacia la igualdad, el atacante Joaquín Susvielles (St. 39m.), quien ingresó en la segunda etapa y despachó un remate desde fuera del área que minó la resistencia de Horacio Ramírez para sellar el 3-2 definitivo.
Brown, que cedió la localía y abandonó el estadio Lorenzo Arandilla en procura de alcanzar un sustancioso beneficio económico, se había adelantado dos veces en la pizarra con las anotaciones de Franco Benítez (Pt. 27m.) y Juan Mendoza (St. 15m.).
El partido transitó por distintos vaivenes emocionales, sobre todo para los hinchas del ‘Pirata’ que colmaron la capacidad del estadio bonaerense y manifestaron en todo momento el apoyo al equipo del DT Farré.
Luego de un arranque en el que los dos equipos parecieron absorbidos por el entorno y la importancia de lo que estaba en juego, Belgrano asumió la iniciativa pero sin lastimar.
Y en una acción aislada, sobre los 27m., el equipo del DT Pablo Vicó, que lleva una inusual racha de 12 encuentros sin ganar (dos empates, diez derrotas), se puso en ventaja.
El defensor Enzo Ortiz ensayó un pelotazo largo para la corrida de Benítez que apareció ganándole las espaldas a Oliver y Novaretti. El mediocampista se filtró como atacante y metió un remate que se anticipó a la salida de Nahuel Losada para permitir el festejo de los casi 700 simpatizantes ‘tricolores’ que llegaron desde el sur bonaerense.
Belgrano asimiló el golpe y cargo sobre el área rival. Sin la habitual fluidez que puede exhibir Longo en la zona central, sin los desenganches de Zapelli, pero con el corazón en la mano como para ser protagonista de su propia historia.
Entonces, a los 34m., una imprudencia de Balbi sobre Vegetti derivó en que el árbitro Nazareno Arasa sancionase el correspondiente penal. El goleador cambió por gol, con una ejecución esquinada, para el 1-1 con el que se los futbolistas se fueron al descanso.
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En el segundo período, luego de las charlas en vestuario, el Celeste se adelantó en el campo y se desprotegió levemente atrás. Así, sobre los 15m., Sayavedra escapó por derecha y mandó centro; Mansilla, quien llegaba por izquierda la devolvió al medio. Y el delantero Mendoza, por el centro, metió el frentazo para devolverle la alegría a los de Adrogué: 2-1.
A Belgrano se le hizo todo cuesta arriba pero una incidencia inesperada lo metió otra vez en partido. Un centro de Zapelli fue conectado por Bordagaray, quien lanzó otro envío al área y halló la mano despegada del cuerpo de Alexis Castaño.
Un nuevo penal, sobre los 28m., que fue cobrado por Arasa y convertido por Vegetti, quien llegó a las 16 conquistas en el torneo y se transformó en el flamante nuevo máximo artillero del certamen.
Así, el equipo ‘celeste’ se cargó de energía suficiente como para ir a la búsqueda de la victoria. Y sobre los 39m., luego de un saque lateral, un cabezazo de Vegetti le permitió al ingresado Susvielles despachar un violento tiro que ingresó por el centro del arco ante un sorprendido Horacio Ramírez.
Con el 3-2 a favor, de allí hasta el final, Belgrano se dedicó a defender la ventaja y sufrió más de la cuenta, tal vez, por el nerviosismo que involucró a sus jugadores ante la proximidad del anhelado ascenso.
Cuando el árbitro Arasa pitó el cierre llegó el lógico desahogo que le permitió al club de Barrio Alberdi regresar al “lugar donde nunca nos tendríamos que haber ido”, tal como lo reconoció el propio presidente Luis Fabián Artime, otro de los emblemas de la institución.
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