Belén Ameijenda tiene 25 años, vive en Buenos Aires y nació con una malformación congénita llamada espina bífida, que ocurre cuando la columna vertebral y la médula espinal no se forman adecuadamente. En su caso, la afectó la zona lumbar. La joven heredó una pasión desde su más tierna edad: el automovilismo. Lejos de rendirse por su discapacidad motriz, quiere ser la primera piloto mujer con discapacidad en Latinoamérica del automovilismo deportivo. Pero no es tan fácil. Necesita un asiento homologado para adaptar su vehículo a sus capacidades y así poder debutar en febrero del año próximo en la Monomarca Fiat.
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“Desde los cinco años miraba el Turismo Carretera y la Fórmula 1 en familia. Siempre quise ser piloto y lo veía como algo muy lejano, pero era mi sueño. En 2019 fui al autódromo Mouras, de La Plata, y me encontré con Juan María “El Gatito” Nimo, un automovilista que quedó parapléjico en un accidente y compite en un auto adaptado. Eso me incentivó a poder cumplir este sueño que tengo desde hace mucho tiempo”, contó Belén.
Ese encuentro fue un antes y un después en la vida de la joven. “Empecé la movida con los trámites administrativos y autorizaciones médicas a mediados del 2020. Me dieron la habilitación para correr y estoy tratando de conseguir la butaca homologada, que cuesta 200 mil pesos. Sin eso, no puedo hacer las modificaciones mecánicas para manejarlo por mi discapacidad. Ya tengo el auto disponible para competir en la categoría Monofiat”, explicó.
Y siguió: “No cuento con el apoyo de nadie. Si ninguna empresa se solidariza, el próximo mes voy a empezar una campaña. También invitando a los que se quieran sumar como sponsors para poder financiar los gastos y poder competir”.
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Además de cumplir su sueño, Belén dice que su historia de vida puede servirle a otras personas que estén pasando por la misma situación. “La sociedad te hace creer que no se puede y hay un gran abanico de deportes adaptados”, remarcó.
Belén estudió periodismo deportivo, y además del automovilismo, practicó otros deportes como natación, equitación y tiro con arco, que comenzará a entrenar el año próximo para competir en los Juegos Paralímpicos de París 2024. Otra de las cosas que le gusta hacer es cantar: durante un tiempo estudió en la academia de Valeria Lynch.
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“Tengo la convicción de que hago lo que me gusta. Tengo el apoyo de mi familia. Tengo mucho amor por el deporte desde muy chica. Este es un mensaje para concientizar sobre la inclusión y demostrar que una discapacidad no te define”, cerró la joven.
Para colaborar con Belén pueden comunicarse a través de su cuenta de Instagram: @belu.honda
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