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Le metieron tres tiros el jueves a la noche

Bebeto, la muerte número 16 en saga de zona sur

Un joven de 23 años fue ejecutado de tres balazos anteanoche cuando desconocidos lo emboscaron en el interior del Fonavi del barrio Latinoamericano, ubicado en Brandazza al 2900. Fuentes del caso indicaron que trabajaban, al cierre de esta edición, con dos hipótesis: un ajuste por parte de otra banda del territorio por la venta de estupefacientes y la otra está relacionada a una venganza por parte de las bandas que disputan territorio en barrio Municipal y el lindero Fonavi del Parque del Mercado.


Un joven de 23 años fue ejecutado de tres balazos anteanoche cuando desconocidos lo emboscaron en el interior del Fonavi del barrio Latinoamericano, ubicado en Brandazza al 2900. Fuentes del caso indicaron que trabajaban, al cierre de esta edición, con dos hipótesis: un ajuste por parte de otra banda del territorio por la venta de estupefacientes y la otra está relacionada a una venganza por parte de las bandas que disputan territorio en barrio Municipal y el lindero Fonavi del Parque del Mercado. La víctima tuvo su paso por el sector de la barra brava de Newell’s que respondía al clan Caminos, por lo cual la pesquisa se inclinaba por tabular la muerte en la saga de otros 15 crímenes ocurridos desde marzo pasado por esta pelea barrial.

Alrededor de las 21.30 de anteanoche un llamado anónimo dio cuenta a la central del 911 que en la cuadra de Brandazza al 2900 había una persona baleada. En el lugar se hizo presente personal de Comando Radioeléctrico, el que halló al muchacho, identificado como Cristian Ramón “Bebeto” Gorosito, de 23 años desvanecido en la calle con evidentes heridas de arma de fuego. Cuando arribaron, los médicos del Sies diagnosticaron que había fallecido producto de dos disparos en el tórax y rematado de un tiro en el cráneo, describieron los voceros judiciales.

En ese marco, el fiscal de la Unidad de Homicidios Dolosos Rafael Coria arribó al lugar y ordenó el levantamiento de pruebas al personal de la Policía de Investigaciones (PDI). Los uniformados se incautaron de ocho vainas servidas de bajo calibre cerca del cadáver.

De acuerdo con la investigación, momentos después del crimen los pesquisas no contaban con testigos como tampoco advirtieron cámaras de seguridad por la zona.

A su vez, los familiares de Bebeto se hicieron presentes y fueron citados por el fiscal para que brindaran una declaración. Además, Coria ordenó la autopsia, por lo que el cuerpo del muchacho fue enviado al Instituto Médico Legal (IML).

Con respecto a las hipótesis y la mecánica del crimen, los investigadores aclararon que surgieron algunas versiones que no fueron corroboradas. Una de las que trascendió indicó que los autores de la ejecución fueron dos hombres en moto y para el móvil señalaron que su asesinato tenía relación con la comercialización de estupefacientes. Estos testigos relataron que el joven solía ofrecer drogas en esa cuadra.

La otra versión que trascendió, con mayor peso, fue que Bebeto era oriundo de barrio Municipal y ha sido parte de la barra de Newell’s. Los testigos describieron que hacía un tiempo que el muchacho se había mudado al Latinoamericano de Lagos al 2900 porque lo querían matar, aunque no especificaron si la amenaza era de propios u ajenos.

Al azar

Bebeto tenía antecedentes por robo. Sin embargo, el hecho que tomó más trascendencia fue cuando tenía 19 años y asaltó la agencia de lotería Los Monitos, de la zona sur. Ese 25 de julio de 2012, estaba acompañado de un hombre apodado Cafa, quien también fue detenido. Al mediodía, Bebeto y Cafa ingresaron al local en el que también funcionaba una oficina de cobranza, observaron el lugar y se fueron. A los minutos volvieron con cascos de motocicleta que tenían las viseras polarizadas y se llevaron 70 mil pesos.

A pesar del disfraz, las imágenes de las cámaras también registraron su vestimenta. Esto fue fundamental para identificarlos. Cuatro días más tarde, Bebeto quedó detenido cuando intentó escapar de la Policía luego de protagonizar otro robo en una pizzería y recibió un balazo en la pierna. Además, en noviembre de 2013 el muchacho cayó cuando los uniformados le encontraron un revólver calibre 22 con ocho balas en la zona de Castro Barros y Sánchez de Bustamante, en zona del Parque Regional Sur.

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