Ciudad

réplica de la empresa

Bauen no se opone a la pericia

“Bajo ningún punto de vista la empresa se ha negado a efectuar una pericia contable para determinar el costo real de los departamentos siempre y cuando ésta sea realizada en el marco correspondiente y de la forma adecuada”.


Con relación a la noticia publicada el día 14 de noviembre pasado por El Ciudadano que refería a una supuesta oposición por parte de Bauen Pilay a una pericia contable para determinar el costo real de los departamentos que construye, la empresa aclara que bajo ningún punto de vista Bauen Pilay se ha negado a efectuar una pericia contable para determinar el costo real de los departamentos. Y sostiene que está a entera disposición para realizar una pericia, siempre y cuando ésta sea realizada en el marco correspondiente y de la forma adecuada. Sobre el peritaje aclara que solamente ha cuestionado que, invocando inexistentes razones de urgencia, se haya solicitado una pericia, como medida de aseguramiento de pruebas previa al inicio de juicio, y, decretada la misma, se dejen pasar largos meses sin instarla. Y afirma que “ello implica abusar del proceso y violar los principios de lealtad y buena fe con que las partes deben conducirse en el mismo”. En materia contable, la pericia debe practicarse luego de promover el juicio.

“Resulta imprescindible, además, que ésta sea realizada por profesionales idóneos, y que los puntos de pericia sean los pertinentes para un análisis adecuado y profundo del desarrollo matemático financiero del Sistema Pilay”, sostienen desde la firma.

Su historia

La empresa sostiene que desde hace más de 40 años y en una Argentina en la que durante décadas el acceso al crédito hipotecario y el ahorro en moneda constante fueron limitados o inexistentes, la empresa desarrolló un sistema de ahorro basado en la solidaridad de sus miembros para lograr dos objetivos comunes: 1) la posibilidad de ahorrar en “ladrillos” y 2) la posibilidad de acceder a una vivienda.

Funcionamiento del modelo

Básicamente, el cliente aporta un flujo de dinero durante un plazo de 20 años, con distintas modalidades de cuota (cuota espera o cuota posesión), que en conjunto con el aporte de otras personas, permite financiar la compra de terrenos y la construcción de edificios. De esta manera, permite acceder a un ahorro en ladrillos que de otra manera sería inviable.

Si el cumplimiento de todos los clientes es “perfecto”, es decir, no hay atrasos o falta de pago, el sistema mantiene también de manera perfecta un ritmo de adjudicación y de entrega. Si los clientes, por distintas razones, se atrasan o no puede cumplir, el sistema puede sufrir demoras, pero nunca incumplimientos de entrega al cumplir los 20 años fijados como plazo máximo.

Prueba de lo dicho es que Bauen Pilay ha entregado en Rosario, Santa Fe, Córdoba y Entre Ríos, más de 4.400 departamentos, no existiendo ningún cliente que haya aportado los 20 años sin recibir sus ahorros o sus ladrillos. Y esto ha ocurrido a pesar de las difíciles crisis económicas sufridas por todos desde aquella época.

Valor de la cuota

La empresa sostiene que el monto de la cuota no es inamovible. No podría serlo para garantizar el funcionamiento del modelo. Y no sólo eso, sino que como condición, debe reflejar el costo real de la construcción. En función de ello, y según se expresa en el contrato que cada cliente suscribe, la cuota se ajusta tomando como referencia el índice que informa la CAC, pero también contemplando otras variables en caso que ese índice no refleje los costos reales.

En relación a este último punto, el cual ha sido en parte el foco del conflicto, desde hace algunos años las condiciones para construir departamentos han cambiado sustancialmente por muchas razones, lo que ha impactado de manera directa sobre el costo de la construcción. Por citar algunos ejemplos, los terrenos han subido su valor y rinden menos metros (es decir, se necesitan más terrenos para menos departamentos), el acceso a los servicios (Luz, Agua y Gas) es también más costoso, porque ahora las empresas prestatarias del servicio exigen la ejecución de obras o el pago de ciertos montos para su factibilidad, cuestión previamente inexistente, o nuevas reglamentaciones y exigencias municipales asociadas al código de construcción urbano, entre otros. A todo esto se suma el contexto inflacionario sostenido a lo largo de los últimos años, que indefectiblemente también afecta el valor de la cuota.

Si Bauen Pilay, como administrador del sistema, tomara la decisión de no ajustar el valor de la cuota para que refleje estos costos, la viabilidad del modelo se pondría en riesgo. En este sentido, el compromiso depositado en más de 13.000 contratos hace que sea ineludible tomar la decisión correcta con el fin de evitar que los suscriptores vean en riesgo su inversión.

En ese contexto, y de acuerdo a la información brindada por la oficina del consumidor, existen 350 reclamos de clientes sobre aquellos más de 13.000 contratos mencionados. Es decir que solo el 2% del universo de clientes se encuentra disconforme con las decisiones tomadas respecto del ajuste de la cuota.

Sobre la pericia contable

En este punto afirman que absolutamente falso que Bauen Pilay se haya opuesto irrazonablemente a una pericia que tuviera como destino saber el “costo de departamentos”.

Y sostienen: “Sólo ha pedido que se realice en la instancia procesal pertinente y que los puntos de pericia sean los necesarios para un análisis adecuado y profundo del desarrollo matemático financiero del Sistema Pilay”.

“En concreto, de nada sirve peritar cuanto ha insumido la construcción de un edificio porque, tal como hemos dicho, la solidaridad del sistema consiste en que determinado grupo asuma el costo promedio de muchos edificios en un tiempo de 20 años, y no sólo del que finalmente le sea adjudicado, y cuyo plazo de construcción sólo ronda en un par de años”.

Aclaran que una pericia sesgada que por un desconocimiento de cómo funciona el sistema no refleje la realidad del mismo o  sea manipulada de mala fe, no sólo no traerá claridad sino que aportará más dudas y traerá aparejada la degradación de los ahorros de nuestros clientes, cuando nuestro deber principal es cuidarlos. Dicho esto, la empresa está a entera disposición para realizar una pericia, pero en las condiciones adecuadas.

“Independientemente de esta situación, es nuestro compromiso escuchar a nuestros clientes para acercarles soluciones particulares ajustadas a cada una de sus realidades. En este marco, y luego de conversaciones individuales en nuestras oficinas, al momento hemos arribado a aproximadamente 100 acuerdos con clientes que tuvieron inconvenientes con el pago de la cuota”, aseguran desde la empresa. Y agregan: “Es nuestro deber asegurar a todos nuestros clientes que cada peso aportado al sistema sea su mejor inversión. Por este motivo, debemos trabajar para proteger este modelo que ha llevado satisfacción a tantas personas durante más de 40 años”.

“No podemos permitir que terceras partes malintencionadas intenten instalar la idea de conflicto generalizado sobre la base de episodios aislados que requieren un tratamiento particular”. Y sostienen que en reiterados fallos la Corte Suprema de Justicia ha negado legitimidad a las asociaciones de consumidores para promover acciones colectivas vinculadas a intereses patrimoniales cuya cuantía no sea insignificante.