Ciudad

Batalla campal de taxistas

Un grupo de conductores fue agredido ayer a la madrugada en Sarmiento y Pellegrini. Acusaron por el ataque a miembros del Sindicato de Peones. Desde el gremio negaron toda participación en el hecho.

En un confuso episodio –donde se mezclan acusaciones cruzadas e internas gremiales– un grupo de taxistas fue agredido ayer a la madrugada por gente a la que señaló como perteneciente al Sindicato de Peones de Taxis mientras estaban reunidos en una estación de servicio en Sarmiento y Pellegrini. Para apaciguar la reyerta –que se inició cerca de las tres de la mañana y terminó con dos heridos y cuatro demorados en la comisaría 2ª–, tuvo que intervenir la Policía para detener las trompadas y golpes que se sucedieron de manera brusca y sorpresiva. Los agredidos apuntaron directamente al titular de la organización, Horacio Boix, como autor intelectual de la escaramuza. Pero el sindicalista negó tajantemente las imputaciones, y dijo que se trata de un grupo de autoconvocados que quiere “quedarse con el gremio”. Fuentes judiciales indicaron que los demorados fueron liberados por no tener antecedentes y por tratarse de lesiones leves. La causa está en manos del Juzgado Correccional 9ª y la Fiscalía 2ª.

Gustavo Beatriz es uno de los taxistas que sufrió heridas. Contó que estaba en Sarmiento y Pellegrini “tomando unos mates” tras haber terminado su jornada laboral. “Estábamos charlando porque los muchachos están muy preocupados por el tema de la seguridad y están viendo qué se puede hacer porque ya están cansados. En ese momento aparecieron de repente unas quince o veinte personas diciendo: «Déjense de romper las bolas, los vamos a cagar a todos a trompadas». Y a uno se le saltó la cadena y nos agarramos a trompadas y pasó lo que pasó”, relató.

“Tengo el ojo a la miseria. Había gente que uno conoce y sabe que son del gremio, que no son más taxistas pero están ahí adentro. Boix ahora se va a cubrir, pero nosotros hace seis o siete meses tuvimos el mismo problema en Zeballos y Mitre”, continuó.

El taxista no ahorró críticas contra el titular del Sindicato de Peones de Taxis y lo acusó de querer “perpetuarse en el poder”. “El tema es que quiere reinar él porque si pierde el poder va en cana. Es lo lógico. Sabés lo que más nos duele a nosotros, que cuando tuvimos que estar estuvimos con él”, añadió.

Más adelante, Beatriz dejó en claro lo difícil del trabajo del taxista, especialmente durante el turno noche. “Nosotros trabajamos de noche y a mí me pasa que por ahí cuando me dicen «vamos a tal lado» les tengo que decir que no. ¿Vos sabés porqué no hay taxis? Porque no hay choferes para trabajar, la gente tiene miedo, no se sube al taxi. Los que laburamos de noche somos unos kamikaze, somos el último de los mohicanos. Vos podés estar desocupado, pero si sos un tipo medianamente consciente decís «no, yo ahí no me subo por dos con cincuenta». Yo conozco tipos que los han robado tres veces en una semana, por falta de experiencia, porque no conocen. Yo hace catorce años que trabajo y vivo por milagro. Nos vamos de la casa, le damos un beso a los hijos y no sabemos si al otro día vamos a volver a verles la cara, y capaz que ellos nos ven a nosotros adentro de un cajón”, subrayó.

Por su parte, Marcelo Quiróz, quien también estaba en la esquina cuando ocurrieron los hechos, destacó: “Tuvimos que llamar al 911 porque le pegaban a todo el mundo. Llegó la policía e inmediatamente retuvo a uno, que aparentemente estaba armado, lo tiró al piso, lo cacheó y en ese momento este hombre gritaba «llámenlo al Negro Boix, llámenlo al Negro Boix», algo que a nosotros nos llamó poderosamente la atención. En ese revuelo, cuatro de los que nos habían venido a agredir se suben a un 505 color azul y se dan a la fuga. Los persigue el comando, los detiene y en el momento de detenerlos nos dicen los agentes que se presentan como personas que pertenecen al Sindicato de Peones de Taxis, que no los toquen o que no se metan, y los policías actuaron como correspondía y les dijeron: «muchachos vamos a la comisaría» y se terminó el problema. Igual todo esto es algo que no entendemos, algo inentendible”.

“Aparentemente, lo que le molesta al señor Horacio Boix es que cada vez que nos autoconvocamos seamos cincuenta o sesenta taxistas. Eso le molesta bastante. Yo lo único que puedo decir es que se quede tranquilo, que nosotros con el gremio no queremos participar de elecciones ni nada por el estilo”, se defendió Quiróz.

La respuesta de Boix fue negar categóricamente todas las acusaciones. “Desmiento que nosotros hayamos mandado a alguien. A nosotros hace un año y medio que nos están pegando mal a través de los medios, a través de pintadas y jamás tomamos represalias contra nadie. Esta es una puja sindical. Acá son todos grupos que se juntan a ver de qué manera pueden quedarse con el sindicato, o armar una lista, o armar una agrupación, y la única metodología que tienen es pegarme a mí, acusarme a mí y a mi familia y a los muchachos que conducen conmigo el sindicato. Todo esto está en manos de la Justicia, que será quien tendrá que determinar quién dice la verdad”, indicó.

“Esta es una gresca entre taxistas, esta no es una patota de barrabravas, de patovicas. Es una pelea entre ellos por tener distintas opiniones. Unos estarán a favor del sindicato, otros estarán en contra, pero nosotros no hemos mandado a pegar a nadie. Los que nos acusan son los que agreden, los que insultan y después son tan cobardes que se esconden detrás de las medias de la prensa, detrás de la policía, para seguir agrediéndonos porque no tienen la cara o los huevos suficientes para decir: «nosotros fuimos los que agredimos, los que pintamos»”, finalizó.

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