Un hombre de 42 años fue condenado a 10 años de cárcel por el homicidio preterintencional de su padre. El crimen tuvo lugar en la casa del progenitor de 70 años en barrio Toba. La víctima recibió una golpiza y quedó tendido en el piso. Agonizó cinco días en un sanatorio privado hasta que finalmente falleció. Por el hecho, marchó preso su hijo, quien fue imputado por la Fiscalía por homicidio calificado pero este martes aceptó su responsabilidad y fue condenado por el homicidio preterintencional –es decir con la intención de ocasionar daño o lesiones a la persona, que terminaron ocasionándole la muerte– de su padre.
Juan Carlos Segovia tenía 70 años, vivía junto a una de sus hijas en pasaje 1558 al 4400 a la altura de Aborígenes Argentinos al 6300, en barrio Toba. La madrugada del 12 de abril de 2018 sufrió una golpiza en el interior de su casa. Su hija lo encontró ese día al mediodía tirado en el piso con un fuerte traumatismo en la cabeza y un corte en la pierna. La víctima fue trasladada a un sanatorio privado donde estuvo cinco días internado aunque finalmente no logró superar el cuadro médico y falleció.
La investigación quedó a manos del fiscal Miguel Moreno y dejó en el ojo de la tormenta a Marcos Gabriel, el hijo de Juan Carlos. Según se pudo determinar entre la 1 y las 3 de ese 12 de abril, padre e hijo discutieron porque el primero le recriminó la desaparición de una tarjeta de débito, su documento de identidad y dinero.
La acusación estimó que después de golpearlo, lo dejó malherido en la casa. Los primeros días de mayo, tras la muerte de la víctima, el fiscal pidió un allanamiento en la casa de Marcos en Mateo Booz al 9000 y fue detenido. Moreno le achacó la autoría de los golpes en una audiencia oral y pública y el juez actuante dictó la prisión preventiva en su contra.
En marzo de este año, el fiscal presentó acusación en su contra con el fin de llevar el caso a juicio oral y público y solicitó una pena de prisión perpetua por los delitos de homicidio calificado por el vínculo y amenazas. Un mes más tarde se hizo una nueva audiencia donde la Fiscalía pidió una prorroga extraordinaria de la prisión preventiva que la jueza Silvia Castelli extendió por un año más.
El caso quedo a la espera que la Oficina de Gestión Judicial (OGJ) fije fecha de inicio del debate oral pero este martes la Fiscalía y la defensa oficial a cargo de Nancy Zully presentaron ante el juez Carlos Leiva un pedido de homologación de procedimiento abreviado.
En esta oportunidad, la fiscal Mariana Prunotto, en lugar de su par Moreno, y la defensora Zully propusieron al juez un acuerdo abreviado donde Marcos Gabriel Segovia se responsabilizó por el homicidio preterintencional de su padre. Esta figura implica que el acusado tuvo la intensión de cometer un daño en el cuerpo o la salud de su padre y terminó causándole la muerte a pesar de que usó un medio que razonablemente no debía generar ese resultado.
Segovia consintió el acuerdo y las partes propusieron una sanción de 10 años de cárcel para el changarín, planteo que fue admitido y homologado por el juez Leiva, quien dictó una sentencia condenatoria en su contra.
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