El hermano del actual mandamás de la barra Newell’s, principal ladero del encarcelado Diego “Panadero” Ochoa, fue atacado a balazos ayer por la mañana cuando llegaba a su trabajo en una obra en construcción del macrocentro. La balacera fue a plena luz del día en Suipacha al 700, a metros de la Facultad de Medicina, y el hombre de 37 años recibió al menos cuatro disparos en las piernas luego de ser perseguido a tiros a lo largo de toda la cuadra por un encapuchado. El Panadero quedó detenido en agosto de 2013 sospechado del crimen de Roberto “Pimpi” Caminos y desde que está tras las rejas se desató una interna por el control de la barra del club rojinegro que recrudeció en las últimas semanas. Anteayer, un joven de 28 años también vinculado con Ochoa fue baleado en Anchorena al 300.
Ayer, cerca de las ocho, Jesús José Saravia, de 37 años, caminaba por Suipacha al 700 rumbo a su trabajo en una obra en construcción ubicada en esa cuadra, donde desde hace unos meses instala la plomería. Como todos los días, sus compañeros desayunaban antes de empezar con las tareas habituales cuando escucharon al menos doce disparos provenientes de la calle. Al salir se encontraron con Jesús malherido y tendido en la vereda. Había sido atacado por un encapuchado, que lo corrió a lo largo de toda la cuadra a los tiros, hiriéndolo de al menos cuatro disparos en las piernas.
Enseguida, uno de los encargados de la obra llamó a la ambulancia, mientras un estudiante de medicina asistía a Jesús. El herido fue trasladado al Heca, donde fue operado y derivado a un sanatorio privado.
Según fuentes de la investigación, el ataque sobre Jesús está relacionado con la interna en la barra de Newell’s que responde a una disputa por el lugar que dejó vacío el Panadero cuando cayó preso sospechado por dos tentativas de asesinato y dos homicidios, entre ellos el crimen de Pimpi Caminos. Es la única imputación que lo mantiene tras las rejas, desde hace pocos días en el penal de la seccional 16ª de barrio Tablada, luego de estar alojado en la comisaría 27ª de Arroyo Seco (denunciado en diciembre pasado como una celda vip) y pasar unos meses en la cárcel local.
Jesús es uno de los cuatro hermanos del Nelson “Chivo” Saravia, actual jefe de la barra y sucesor del Panadero, dijeron fuentes del caso.
A comienzos de este año, un sector de la barra brava del club rojinegro rompió con la fidelidad al líder detenido y explotó una interna con ataques de arma de fuego y amenazas cruzadas. Chivo, quien aún mantiene el control de la barra, pertenece al sector que se mantiene fiel al Panadero, mientras que tres hombres apodados Paraguayo, Leo y Al Pacino forman parte de la escindida fracción que busca tomar el control del paravalanchas. En el contexto de esta disputa, Chivo fue blanco de dos balaceras, a lo que se suman otros ataques con arma de fuego que dejaron al menos cuatro heridos y la detención de 18 personas vinculadas con el sector de Saravia a comienzos de abril en barrio Alvear.
Ataque en el sur
Alrededor de las 19 de anteayer David P., un joven de 28 años con antecedentes penales, fue baleado en Anchorena al 300, casi Ayacucho, por un tirador que disparó desde un auto gris. La víctima recibió dos plomos en las piernas, mientras que otros tres dieron contra una pared. El muchacho llegó por sus propios medios al hospital Roque Sáenz Peña, donde fue atendido. Los investigadores descartaron el robo como móvil.
David P. había estado mencionado en el otro homicidio que puso al Panadero tras las rejas, el de Maximiliano “Quemadito” Rodríguez, quien había sufrido un ataque anterior y fue asesinado a tiros en febrero de 2013 en Corrientes y Pellegrini.
Allí había mencionado un tal “David”, y la posición de las defensas era que ese muchacho era David P., procesado por un robo ocurrido en octubre de 2012 y con acusación por otro hecho ocurrido al año siguiente. En cambio, para el juez Javier Beltramone esa persona era David R., alias Porteño, a quien el magistrado encausó como uno de los autores materiales del crimen del Quemadito.
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