Coronavirus

Pandemia y sentido común

¿Barbijo sí o barbijo no?: la OMS puso paños fríos al debate en redes sociales

Mascarilla y guantes pasaron a ser una discusión en la que ya intervino la Organización Panamericana de la Salud con advertencias sobre uso inútil y su derroche. Pero a nivel local también advierten que el mal uso es potencialmente lo peor que se puede hacer .


Y ahora se armó: ¿barbijo sí o barbijo no? Mientras muchos usuarios de las redes sociales porfían en el uso de mascarilla y guantes como un blindaje protector muchos otros advierten no sólo que no es necesario para salir a la calle, sino que hasta puede ser perjudicial. Y apuntan concretamente al mal uso que, por desconocimento, se hace común entre quienes nunca utilizaron esas herramientas. Y advierten, incluso, que pueden ser útiles como protección, pero para los demás, no para quien las usa.

Ya en el tempranero documento base “Preguntas y respuestas sobre la enfermedad por coronavirus (Covid-19)”, que la Organización Mundial de la Salud emitió en seis idiomas en su web había advertido con claridad: “Si no se presentan los síntomas respiratorios característicos de la Covid-19 (sobre todo, tos) o no se cuida de una persona que pueda haber contraído esta enfermedad, no es necesario llevar puesta una mascarilla clínica. Recuerde que las mascarillas desechables sólo se pueden utilizar una vez, y tenga en cuenta también que, si no está usted enfermo o no cuida de una persona que lo esté, está malgastando una mascarilla. Las existencias de mascarillas en el mundo se están agotando, y la OMS insta a utilizarlas de forma sensata”.

El documento en cuestión –www.who.int/es/emergencies/diseases/novel-coronavirus-2019/advice-for-public/q-a-coronaviruses– está especialmente dirigido al público en general, y en él se difunden certezas y dudas desde que se inició la pandemia, actualizándose con precisiones a medida que a se van reportando y analizando informes desde los distintos países que integran el organismo.

El apartado que refiere a los barbijos no se modificó desde el origen. “La OMS aconseja hacer un uso racional de las mascarillas clínicas para no derrochar innecesariamente ni usar indebidamente unos utensilios que son valiosos”, continúa la OMS. Así advierte sobre una situación real: la expansión del virus y el uso masivo de barbijos por el temor que desencadena.

En la misma línea, con fecha 27 de marzo, este último viernes, la OMS emitió otro documento, en el que específicamente puntualiza: “No es necesario el uso de mascarillas en la vía pública, ya que el Covid-19 se transmite por gotitas de saliva proveniente de tos, estornudos o de la simple respiración de alguien que tiene el virus, pero no queda flotando en el aire”.

El informe “Modes of transmission of virus causing Covid-19:implications for IPC precaution recommendations” (Modos de transmisión del virus que causa Covid-19: alcances de las recomendaciones de precaución de control y prevención de infecciones) también aclara que el virus tiene no escapa a la gravedad: “No se dispersa más allá de un metro, por lo que el riesgo de contagio se da si no se mantiene una distancia mínima de seguridad mayor a esa distancia”, especifica. El texto se encuentra disponible para descarga en www.who.int/publications-detail/modes-of-transmission-of-virus-causing-covid-19-implications-for-ipc-precaution-recommendations no es un documento de información general sino un “scientific brief” (resumen científico) destinado a personal de la salud, investigadores y gobiernos.

Más a nivel doméstico, en redes sociales se está difundiendo una suerte de pequeño manual para quienes persisten en utilizar barbijos como defensa propia, para que no lo conviertan en un bumerán. “El uso de barbijo NO se recomienda a la población general”, subraya el texto. Y especifica los motivos: “El virus no se aerosoliza, eso quiere decir que no «está en el aire»”. Y completa: “La única forma de contraerlo es que un infectado te estornude o te respire al lado. Para evitar eso es el distanciamiento social”.

No es la única premisa sobre la mascarilla. El texto advierte que “generalmente” los barbijos se usan mal, o bien mal puestos o atados, o más tiempo del que son efectivos “y, al no estar acostumbrado a usarlo, se suele tocar mucho con las manos (o peor aún, con los guantes) contaminando y acercando el virus a la cara (ojos, nariz, boca)”.

También el texto desaconseja el uso de guantes por la “falsa seguridad” que generan: “Al tener el guante puesto te tocás la cara igual, dejando libre la puerta de entrada al virus”.

El filme de 2011 “Contagion”, de Steven Soderbergh, elogiado por su realismo aunque no tanto por su narrativa, muestra a una experta Kate Winslet describiendo el contagio por “fómites”. Son, sin más , cualquier superficie que se pueda convertir en contaminante, como vehículo de un virus. Y menciona, con rigor de guión, que las personas se tocan la cara entre 2 mil y 3 mil veces al día. Esto es, de 3 a 5 veces por minuto en promedio, y vale pensar en cuántas veces alguien se acomoda el pelo, se pasa la mano por la frente, se rasca la nariz, etcétera, etcétera, etcétera.

El texto difundido por redes sociales le agrega un punto: “Al tener el guante puesto, tocás superficies y objetos y no te lavás las manos”.

Y concluye recomendando, mucho más que barbijos y guantes:

  • Lavate las manos antes de salir.
  • Si usás ascensor, presioná los botones con la llave.
  • Evitá tocar todas las superficies que puedas.
  • Evitá tocar el celular (o mejor aún, salí sin él).
  • Mantené distancia de 1,5 metro de todas las personas.
  • Cuando salís del negocio, ponete alcohol en gel.
  • Al entrar a tu casa, lavate las manos.

El razonamiento base parece incuestionable: si todo esto no funciona, nada lo hará.

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