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Banco Central Europeo confirma la recuperación de la Eurozona

La entidad presidida por Jean Claude Trichet sostuvo que se "mantiene" el crecimiento que viene teniendo la zona del euro. Además afirmó que el avance de la economía se "respalda por la orientación de la política monetaria y por las medidas adoptadas para restablecer el funcionamiento del sistema financiero".

El Banco Central Europeo (BCE) confirmó hoy en su boletín mensual de diciembre que “el impulso subyacente positivo de la recuperación económica en la zona euro se mantiene”, lo que supone la continuación del crecimiento del producto interior bruto (PIB) real en el cuarto trimestre.

El banco espera que las exportaciones de la Eurozona sigan beneficiándose de una recuperación continuada de la economía mundial. A la vez, la demanda interna del sector privado contribuirá cada vez más al crecimiento, “respaldada por la orientación acomodaticia de la política monetaria y por las medidas adoptadas para restablecer el funcionamiento del sistema financiero”. Sin embargo, cree que “el proceso de ajuste de los balances que se está produciendo en varios sectores atenúe la recuperación”.

El guardián del euro reitera de todos modos en su informe publicado en Fráncfort que la incertidumbre en la Eurozona sigue siendo “elevada”. El PIB real de los 16 países del euro creció un 0,4 por ciento en tasa intertrimestral en el tercer trimestre de 2010, tras registrar un crecimiento excepcional del 1,0 por ciento en el segundo. El BCE elevó sus pronósticos de crecimiento para el conjunto del año en su última sesión ordinaria del 1,6 al 1,7 por ciento medio. En 2011, la economía del euro crecerá entre el 0,7 y el 2,1 por ciento.

Por otra parte, en el informe mensual, el organismo con sede en Fráncfort volvió a calificar de “apropiado” el nivel actual de los tipos de interés oficiales, que desde mayo de 2009 se mantienen en su mínimo histórico del 1,0 por ciento. De acuerdo con los análisis disponibles, espera que la evolución de los precios continúe siendo “moderada en el horizonte temporal a medio plazo relevante para la política monetaria”.

Subrayó así que las presiones inflacionistas a medio plazo siguen estando “contenidas”. En los próximos meses, según sus previsiones, la tasa de inflación interanual “fluctuará en torno al nivel actual, antes de volver a moderarse a lo largo del próximo año”. “Las expectativas de inflación siguen firmemente ancladas en niveles compatibles con el objetivo de mantener la inflación en tasas inferiores, aunque próximas, al dos por ciento a medio plazo”, insistió.

Por otra parte, defendió su decisión, anunciada la semana pasada, de continuar realizando las operaciones principales de financiación (OPF) y las operaciones de financiación especiales con plazo de un período de mantenimiento mediante procedimientos de subasta a tipo de interés fijo con adjudicación plena “mientras sea necesario y al menos hasta que finalice el tercer período de mantenimiento de 2011, el 12 de abril”.

Reconoció que en los últimos meses los bancos estabilizaron el tamaño de sus balances y ampliaron la concesión de crédito al sector privado pero recalcó que “el reto sigue siendo aumentar la disponibilidad de ese crédito cuando repunte todavía más la demanda”. Para superarlo, “si fuese necesario”, las entidades de crédito deberían “no distribuir beneficios, recurrir al mercado para reforzar aún más sus bases de capital o aprovechar al máximo las medidas gubernamentales adoptadas para favorecer la recapitalización”.

Además, subrayó que en algunos países de la zona del euro “la preocupación en torno a posiciones fiscales insostenibles y su vulnerabilidad frente a reacciones adversas de los mercados sigue siendo muy elevada y ha tenido repercusión en toda la zona del euro”. Por ello, exigió a las autoridades reforzar la confianza en unas finanzas públicas saneadas, reduciendo así las primas de riesgo en los tipos de interés y respaldando el crecimiento sostenido.

“Todos los países de la zona del euro deberían establecer estrategias plurianuales de consolidación creíbles y ambiciosas y aplicar en su totalidad las medidas correctivas planificadas, centradas en el gasto”, aseveró. Se precisan reformas “de gran calado” en aquellos países que en el pasado han experimentado una pérdida de competitividad o que aún soportan déficits fiscales y exteriores elevados, reiteró una vez más haciendo hincapié en que esas reformas estructurales “deberían verse respaldadas por una reestructuración apropiada del sector bancario”.

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