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Balean en la cara a un policía durante un intento de asalto

Estaba en un súper chino junto a su hija. Investigan si había ido de compras o prestaba servicio adicional.

Un policía de 36 años resultó gravemente herido cerca del mediodía de ayer, durante un intento de asalto a un supermercado de capitales orientales ubicado en inmediaciones de Virasoro y bulevar Oroño. Hasta anoche había dos versiones sobre la presencia del efectivo en el lugar: una que el uniformado, que vive a unas 20 cuadras del lugar, estaba ahí de compras, junto a su hija de 10 años. La otra sostiene que en realidad realizaba tareas de custodia y que llevó a la menor porque no tenía con quién dejarla. El uniformado fue llevado en una patrulla hasta el Hospital de Emergencias, donde quedó internado en estado desesperante.

El hecho ocurrió alrededor de las 11.30 de ayer, en el interior del supermercado Nini, de Virasoro al 2100, cuando en el lugar había al menos media docena de personas, entre empleados y clientes. Hasta anoche no estaba claro cómo se habían desencadenado los hechos, ya que había marcado hermetismo de parte de las autoridades policiales y versiones que fueron cambiando con el correr de las horas de parte de testigos del intento de asalto.

La primera versión sostiene que el cabo primero Eliseo Mansilla ingresó al lugar como cliente, junto a su pequeña hija de diez años.

Estaba recorriendo las góndolas cuando escuchó voces y se asomó hacia el lugar donde estaban las cajas y, al ver que había una persona con un arma de fuego en la mano, amenazando a la cajera, no dudóen intervenir. La chica se puso nerviosa y la registradora se trabó, por lo que la joven se arrojó al suelo.

Ante esto, el agente dejó a su hija en el lugar y fue hasta la parte delantera del comercio. Se presume que no alcanzó a identificarse como policía –estaba vestido de civil– ya que el asaltante, al verlo venir armado, le efectuó un disparo en la cabeza y luego se dio a la fuga, sin llevarse nada del comercio. Se subió a una moto que estaba en la puerta, con un cómplice como conductor, y ambos escaparon. 

 

Un sonido metálico

Un vecino del barrio contó que, a la hora de los sucesos, escuchó un ruido metálico que supuso fue por la caída de latas o una pila de cajones en el supermercado chino, pero unos minutos después, cuando se asomó a la puerta, vio al carnicero del comercio llorando en la vereda, por lo que intuyó que algo más grave había pasado.

Esa sospecha se acrecentó segundos después, cuando el lugar se llenó de patrulleros. Los policías iban y venían, y el vecino no sabía a ciencia cierta qué pasaba, hasta que alguien le contó que “intentaron asaltar el súper chino” y que había un herido.

Instantes después, dos agentes cargaron al herido a un móvil policial y salieron a gran velocidad hacia el norte por bulevar Oroño.

  

La otra versión

El herido era el cabo primero Eliseo Mansilla, de 36 años, quien recibió un balazo en la cara de parte de un hombre que había ingresado a robar al supermercado.

Eliseo había entrado a la fuerza en el año 1997 y prestaba servicios en la comisaría 17ª de Fisherton, aunque desde hace poco más de dos meses estaba con carpeta médica, refirieron fuentes del caso.

Si bien voceros de la Unidad Regional II coincidían en que Eliseo había llegado al comercio con su hija para hacer unas compras, vecinos del barrio indicaron que la víctima podría haber estado comprando, aunque también hacía tareas de vigilancia en el comercio.

Uno de ellos incluso mencionó que el agente había dejado sus pertenencias y las de su hija en un casillero y que por eso no estaba en la puerta cuando llegaron los dos ladrones en moto.

La noticia se esparció rápidamente por el barrio y, a los pocos minutos, varias personas se acercaron hasta el lugar, que había cerrado sus puertas, aunque en su interior había policías, empleados y los responsables del supermercado.

Algunas personas repetían que Eliseo trabajaba allí desde hacía varios meses y algunos incluso llegaron a mencionar que su hija lo acompañaba todas las mañanas porque tenía la tenencia legal, pero no contaba con quién dejarla, entonces todos los días el hombre la iba a buscar a la escuela y le tenía un rato con él en el supermercado.

“Si no lo salvaban en el Heca, no lo salvaban en ningún lado”, dijo una fuente policial al explicar las razones por las cuales quienes lo cargaron en el patrullero fueron hasta el Hospital de Emergencias y no hasta el Centro de Emergncia y Trauma Rosario (CER), de Alvear al 800, donde habitualmente son atendidos los policías heridos en cumplimiento del deber.

Al cierre de esta edición, Eliseo continuaba internado en el Heca, en estado gravísimo, mientras la Policía buscaba a los autores del hecho, que se escaparon en moto sin perpetrar el atraco, aunque no había demasiadas precisiones sobre su identidad, confiaron voceros del caso.

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