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Balance 2012: Central y un sueño que quedó en San Juan

Por Franco Scala y Enrique Genovar.- A pesar de realizar una gran campaña la ilusión del conjunto canalla por ascender resultó trunca en tierra cuyana. Esperanzas renovadas


El inicio de 2012 para Central fue un tanto convulsionado. Martín Rivero, una de las figuras del equipo que dirigía Juan Antonio Pizzi, decidió no arrancar la temporada por cuestiones de contrato y prácticamente se fue por la puerta de atrás de Arroyito. Mismo camino seguía Nahuel Valentini, pero el defensor arregló por ese entonces su continuidad. El final del torneo dejó a Central tercero en las posiciones, en puestos de promoción, detrás de Instituto y River. Para la nueva etapa el Canalla utilizó los dos refuerzos disponibles. Uno fue el delantero chileno Leonardo Monje, conocido por el DT en su paso por el fútbol trasandino y el otro fue un hijo pródigo de la casa: Jesús Méndez. Sin lugar en el Boca de Falcioni el volante mendocino no lo pensó demasiado y regresó para vestir la casaca auriazul para luego convertirse en uno de los puntales de la gran campaña.  El equipo entendió el mensaje que bajaba desde el banco de suplentes y se mantuvo como protagonista hasta la última fecha. Pero en el medio tuvo cierta irregularidad en varios pasajes del certamen. Demostró carácter y mucho coraje para ganarle a Defensa y Justicia 3-2 en el Gigante con un jugador menos y en la fecha siguiente defraudó en La Plata ante Gimnasia al caer 1-0.

En ofensiva el conjunto de Pizzi era letal con Castillejos como abanderado, pero en defensa era vulnerable cuando el rival se lo proponía. Así tuvo buenas y malas. Ganaba como local y perdía en tierras ajenas. Al técnico le costaba, por momentos, encontrar ese equilibro para dar el salto de calidad. De todas formas el equipo siempre mantuvo una idea de juego, una identidad para salir a buscar los partidos.

En el momento que lo logró Central enhebró siete triunfos seguidos. Pero en forma inesperada el equipo se quedó sin nafta. A tres fechas el Canalla estaba apenas a un triunfo del ascenso, pero en los últimos tres juegos cayó derrotado. Ni el hincha más pesimista se hubiera imaginado ese escenario.

De todas maneras los 69 puntos cosechados le sirvieron al elenco auriazul para disputar la Promoción con San Marín de San Juan. Y en esos 180 minutos, a pesar de contar con las mejores situaciones en los dos partidos, en ningún momento se alteró el marcador y el Santo se mantuvo en primera división y por consecuencia Central  debió jugar otro año más en la B Nacional.

Castillejos, sinónimo de gol

La gran campaña que tuvo Central en la primera parte del año tuvo un protagonista principal: Gonzalo Castillejos.

El delantero fue el arma ofensiva más importante del equipo que condujo Juan Antonio Pizzi. Convirtió 15 goles durante el primer semestre y fue, por lejos, el jugador de mayor rendimiento individual en el plantel auriazul.

A pesar de no ser un futbolista con grandes cualidades técnicas el atacante, oriundo de Leones,  se las ingenió siempre para estar en el momento justo, para darle la estocada final a cada jugada de peligro y para asegurar cada penal que le tocó patear.

Si bien en los últimos partidos no le tocó convertir demasiado, ese bajón fue de la mano del mal rendimiento del equipo en el final del certamen. Fue tanta la injerencia de Castillejos en el equipo que sus goles se extrañaron en el segundo semestre del año, ya con Miguel Ángel Russo como técnico. Incluso hasta hace uno días el objetivo máximo era repatriarlo, pero el Chalo eligió llevar sus gritos a Barcelona de Ecuador.

Pizzi no

Tras no conseguir el ascenso a primera división en los duelos con San Martín de San Juan,  Juan Antonio Pizzi dejó de ser el técnico de Central. El ex delantero auriazul había anticipado que no subir de categoría significaba un fracaso.

Y si bien el entrenador manifestó su intención de continuar en el cargo, para tomarse una especie de revancha, la dirigencia canalla optó por no renovarle el contrato.

Con Pizzi en el banco de suplentes, Central cosechó 69 puntos que le sirvieron para tener la chance de ascender en la Promoción, llegó a los cuartos de final de la Copa Argentina y mantuvo siempre la ilusión del hincha en volver a primera.

Pero la contracara del proyecto Pizzi fueron las últimas tres fechas, en donde ni el DT ni los jugadores supieron jugar con la presión y fracasaron rotundamente. Dejando de esta manera a Central un año más en el torneo de la primera B Nacional.

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