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Bajón y alarma

El Canalla sufre hoy distintos problemas, pero hay una notoria merma en el rendimiento físico del equipo.

Guillermo Ferretti

El notable arranque de Central en el Apertura parece haber quedado muy atrás en el tiempo. Sin embargo, ocurrió hace poco más de seis meses. Y los jugadores que integraban aquel equipo, que ganó los primeros cuatro partidos del torneo Apertura, son casi los mismos que hoy apenas consiguieron dos empates sobre doce puntos en juego.

Mal de ausencias, bajón en el rendimiento físico, problemas en la generación de juego, carencia de gol y una notable crisis de confianza aparecen como algunos de los factores que podrían explicar la pobre sumatoria del Canalla en este inicio del Clausura.

Es innegable que faltan futbolistas importantes respecto de la estructura base del equipo que cosechó 31 puntos en el semestre pasado. Los casos más significativos son dos: el del lesionado Jorge Broun y el del transferido Jesús Méndez. Y también es cierto que Diego Braghieri recién empezó a jugar la fecha pasada, luego de reponerse de la lesión ligamentaria que sufrió en la rodilla derecha en diciembre del año pasado.

Y si bien es probable que este Central extrañe hoy algunas cosas que aportaba Méndez, no puede ser esta la única causa que explique la notoria merma productiva del equipo.

Tampoco la falta de gol. Este fue un karma que acompañó al equipo durante gran parte del Apertura pasado. No por nada los auriazules son uno de los cuatro equipos que menos tantos anotaron en la temporada completa. Y tal vez, a partir de la presencia de un delantero de jerarquía como Luciano Figueroa, este mal se vaya resolviendo con el correr de las fechas.

Desde lo físico, en cambio, este equipo parece estar por lo menos un escalón por debajo del que empezó a pie firme en el Apertura. Y esto no tiene que ver con la actitud de los jugadores para afrontar cada partido. Eso es algo que está fuera de discusión. Pero por ejemplo, la presión, por momentos asfixiante, que imprimía Central sobre los rivales, hoy no aparece. El Canalla no luce rápido, parece falto de explosión.

“Nuestro objetivo sigue siendo llegar a los 60 puntos”, dice Cuffaro. Y el mensaje apunta a tranquilizar a los hinchas tras el flojo comienzo. Es que desde lo matemático, la meta asoma más que posible de alcanzar. Pero desde lo que hoy entregó el equipo, al menos en estas primeras cuatro fechas, no hay demasiadas garantías futbolísticas. Por eso, para seguir fuera de todo en la tabla de los Promedios sin depender del mal ajeno, no le queda otra que mejorar.

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