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Cancillería a flote

Bajante en el Paraná: por una gestión diplomática oficial puede venir más agua

Cancillería pidió a Brasil y Paraguay dejar pasar más caudal en dos represas, lo que aumentará un 10 por ciento del caudal medio del curso. Una ya abrió compuertas, y por la más importante, Itaipú, esperan repuesta este viernes


Funcionarios de la Cancillería argentina consiguieron este martes que Brasil liberara 350 metros cúbicos por segundo de caudal en la represa hidroeléctrica Baixo Iguaçu hacia el río Iguazú, que confluye con el Paraná en la Triple Frontera. Además, este viernes se confirmará mediante videoconferencia si Brasil y Paraguay acceden a abrir las compuertas de la represa de Itaipú para dejar paso a otros 1.500 metros cúbicos por segundo, directamente sobre el Paraná. Para dar una idea del impacto, de ambas, el caudal promedio del curso es de 17.300 metros cúbicos por segundo, por lo que ambas acciones, sumadas, representan más de un 10% de refuerzo de ese caudal. Mucho más ahora, cuando el caudal está por debajo de los 10 mil metros cúbicos por segundo.

La gestión diplomática fue confirmada por el diario El Cronista, que citó a fuentes del Ministerio de Relaciones Exteriores sobre el alcance de las tratativas: “El pedido equivale prácticamente al excedente de agua que Brasil retuvo en todas sus represas de la cuenca durante este periodo de sequía. Ellos la guardan para energía, pero nosotros la necesitamos para consumo”.

La falta de lluvias en las nacientes, en el norte de Brasil, y en toda la cuenca provocaron que el nivel del río Paraná esté apenas por encima de los mínimos históricos registrados, y atraviesa la bajante más pronunciada en más de medio siglo.

Según el diario porteño, la gestión virtual estuvo piloteada por el subsecretario de Asuntos de América Latina, Juan Carlos Valle Raleigh; el director de Coordinación de las Comisiones Binacionales Vinculadas a la Cuenca del Plata, Mariano Vergara, y el subsecretario de Obras Hidráulicas, Gustavo Villa Uría.

El cambio, de cumplirse lo comprometido, deberá empezar a notarse en pocos días con la llegada de una onda de crecida, sólo que esta vez no natural.

La cuestión no sólo es clave para la preservación de flora y fauna, sino también para la navegación, para las tomas de plantas potabilizadoras y para la generación eléctrica: las dos represas hidroeléctricas más grandes del país, Yacyretá y Salto Grande (esta sobre el río Uruguay) no cuentan con suficiente caudal para funcionar a su capacidad normal. Yacyretá tiene 20 turbinas hidráulicas con una potencia de 155 megavatios cada una (3.100 megavatios en total) y está funcionando a un tercio. Y parte de la energía fluye hacia Paraguay, ya que la represa es compartida con el vecino país.

Y en Salto Grande, este lunes se generó menos del 10 por ciento de la potencia instalada total, que es de 1.890 megavatios.

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