Ana Cecilia Berdicever
La Bajada Sargento Cabral es corta, corre curvada de suroeste a noreste desde la calle San Lorenzo a la altura del 900 hasta la avenida Belgrano y tiene una singularidad: es la única pendiente natural con dirección al río Paraná de Rosario. Las otras, fueron obra del hombre a fuerza de horadar el terreno. El historiador y docente Eduardo Guida Bria rescató que es una de las calles más antiguas de la ciudad. A los lados de su escasa longitud se erigieron edificios, hoteles, el molino San Miguel, fuentes y, sobre todo, mucha historia.
Guida Bria explicó a El Ciudadano que tuvo sucesivos nombres, antes del actual: Bajada Grande, Sanmiguel o San Miguel. Su nacimiento se remonta a los primeros años de la villa del Pago de los Arroyos Rosario, siendo proyectada durante el siglo XVIII como el primer embarcadero de la ciudad.
El 2 de junio de 1903, la intendencia a cargo de Luis Lamas remitió al Concejo Deliberante el proyecto de ordenanza dando el nombre de Sargento Cabral a la llamada San Miguel. Igualmente, su primera denominación fue Bajada Grande.
“Fue la única pendiente hacia el río de forma natural, era una ensenada de playa arenosa y tosca, donde embarcaciones, hacían carga y descarga, en un precario puerto, de esa época. Todas las otras bajadas que dispone la ciudad fueron construidas”, informó Guida Bria.
Hoteles
El 1 de febrero de 1865 se inaugura en la esquina noroeste de la Bajada y calle San Lorenzo el Hotel de la Paix. En este mismo solar de construyó en la segunda década del siglo XX el actual Hotel Majestic.
Molino de harina
En el año 1868 se ubicaban las instalaciones del molino de harina de Jaime Sanmiguel. Este molino tenía una chimenea que por amenaza de derrumbe la Municipalidad dictaminó su demolición en diciembre de 1877.
Edificio Sargento Cabral
El historiador contó que en 1907, Santiago Pinasco y Cía. construye el edificio en Sargento Cabral N.º 36 al 98, que toma una porción de la subida de calle Urquiza. Sobre la bajada, en el coronamiento dice: casa fundada en 1850. Luego se instala la firma David Rosental e Hijos en el 58 al 72, con entrada y salida para carruajes. En su interior primeramente existió un patio posterior. La bajada era una entrada y salida de las personas que trabajaban en el puerto y también de la llegada de inmigrantes. Al subir la pendiente de la bajada, la primera calle que veían era San Lorenzo (nunca cambió de nombre).
Calle curva
La calle San Lorenzo tiene una pequeña “curvatura”, debido a que desde tiempos remotos era el camino a transitar para ir al pueblo de San Lorenzo partiendo de la plaza 25 de mayo generando un camino no perpendicular a calle Santa Fe, que con el correr del tiempo, se corrige a partir de calle Sarmiento. Por distintos inconvenientes con los dueños de las tierras y casas, la calle San Lorenzo es la única que no tiene bajada a la avenida Belgrano (barranca), es por ello que finaliza en la actual calle Buenos Aires (antes Camino Real). En realidad, aunque tiene orientación de oeste a este, la numeración se inicia en la calle Buenos Aires. Los que llegaban a la ciudad lo primero que se encontraban al bajar del barco, era la calle San Lorenzo, es por ello que se asentaron fondas, hoteles, bares y comercios de todo tipo en sus inmediaciones.
Hoy, Casa del Artista Plástico
En la esquina de la bajada Sargento Cabral y Belgrano existen todavía en la ochava noroeste casas bajo el nivel de la avenida. Funcionó primero un almacén y pulpería en 1875. En el año 1899, la Municipalidad, aprobó planos, para la construcción de la avenida Del Bajo (hoy Belgrano) comenzando los trabajos al poco tiempo. Por las constantes crecidas del río, se construye un paredón de contención de unos tres metros de alto con tierra extraída de las barrancas, y las casas, que estaban construidas quedaron por debajo del nivel nuevo, edificándose escaleras para comunicación con el exterior. Estas edificaciones quedaron como subsuelos de otras construidas posteriormente.
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Tenían escaleras con 18 escalones que partiendo del patio cubierto sostenido la mampostería con rieles se podía acceder a la calle. Luego quedaron deshabitadas y la Municipalidad las destinó a La Casa del Artista Plástico.
En 1960 se advertía un ingreso tapiado en la avenida Belgrano 966, donde estaba la boite El Elefante Blanco, y luego se instaló La Morena.
Burdel
Transitando la bajada desde calle San Lorenzo, a la altura del 156 hay una construcción, proyecto y construcción de Alejandro Máspoli. Es un tipo “chalet” Art Nouveau. Tiene mayólicas y maderas del artesonado decorados como motivos de lirios acuáticos. Se destacan arquivoltas, rejas, farolas, columnas corintias, logias y balcones de estilo Liberty.
En los inicios se instaló el hotel Hansa (1905). Este burdel, como también se lo conocía, pertenecía a Hugo Karbaum y la clientela que se hospedaba eran preferentemente marinos y gente relacionada con la vida del puerto rosarino.
Fue considerado el único hotel alemán en plaza y cambió de nombre a través de los años: Metropol, Pelayo y también hubo un clásico cabaret, el Bambú India. Luego se ubicó la Caja Mutual del Banco Provincial de Santa Fe y un instituto de nivel superior.
Edificio de la Aduana
El edificio de la actual Aduana fue el segundo dedicado a tal fin. La primera construcción ocupó el mismo sitio en la esquina de la Bajada Sargento y avenida Belgrano. La zona tenía un importante movimiento de carruajes para distribuir en la ciudad los productos.
La antigua aduana fue construida en 1874 por los arquitectos suecos Henrik Aberg y Carl Kihlberg y financiada por los italianos Gaspar Rezia y Fidel Sala, los mismos que intervinieron en la primera torre Chiesa y los fundadores del Sanatorio Unione e Benevolenza.
La antigua aduana disponía de torres que semejaban un castillo medieval. Luego de cuatro décadas se comenzó a demoler en 1914 y convivieron durante un tiempo la antigua y la nueva construcción.
Hubo un planteo de construir en otro lugar el actual edificio, pero fue resistido por los propietarios de los locales de la Bajada Grande que tenían intereses en la zona. Más antigua aún, existió una modesta aduana y depósito a la altura de esta pero más cerca del río.
Su constructor fue el comandante y arquitecto Santiago Danuzio, también protector personal de Urquiza. En octubre de 1855 recibe su primera tanda de artículos importados de un buque de origen norteamericano.
La construcción de la actual aduana fue por partes construyéndose de sur a norte y que hoy en día se ve ese enganche entre las dos partes. En 1913 fue colocada la piedra fundamental del actual edificio e inaugurado en 1938. Nótese en el antiguo edificio como se percibe la elevación de la avenida y de la bajada Sargento Cabral que las ventanas de planta baja han quedado como sumergidas al cual se accedía por escaleras.
Mensagerias, con G
Guida Brida en su recorrido por la bajada Sargento Cabral cuenta que muy cerca de la aduana estuvo instalada la primera Compañía de MensaGerías Nacionales, de donde salían diligencias y carruajes a la campaña.
El 24 de noviembre de 1938 el presidente de la República Roberto M. Ortiz inauguró la Aduana, en avenida Belgrano y la bajada Sargento Cabral. El mandatario recorrió las calles céntricas en un automóvil descapotable, escoltado por sus guardaespaldas personales y la policía motorizada, saludando a la multitud que lo aguardaba a su paso. El coche disminuyó su velocidad en la plaza 25 de mayo y las delegaciones escolares allí reunidas pudieron saludar con aplausos al primer magistrado. El presidente arribó al puerto en la Fragata Sarmiento. La Antigua Aduana del Puerto (hoy administración municipal) se encuentra en Avenida Belgrano 328.
Sus autores fueron los ingenieros Ochoa y Thomas. Se trata de un palacio diseñado con un lenguaje arquitectónico de fuerte estilo francés, que transmite el vigor institucional que la institución requería.
Fuente Plazoleta “Río de Iguazú”
El 18 de marzo de 1982 quedó inaugurada una nueva fuente de 100 metros de largo construida junto al edificio de la Aduana, en la intersección de la bajada Sargento Cabral, entre Urquiza y avenida Belgrano. La fuente se proyectó para solucionar los problemas de tránsito en el lugar. El recorrido de agua se iniciaba en una fuente a nivel del piso erigida en la parte superior de la pendiente que llegaba por una acequia a un estanque intermedio. En la parte inferior, sobre avenida Belgrano, se ubicó una segunda fuente. Ya no queda en la actualidad.
Fuente de las Utopías
Frente al edificio de la Aduana, se inauguró a fines de 2004 la “Fuente de las Utopías”. Se ubicaba abandonada en el ex predio de la Sociedad Rural.
Es una creación de Carlos Righetti, uno de los primeros estucadores de Rosario, quien también decoró los frentes del Jockey Club de Rosario (Maipú y Córdoba) y de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Rosario. Tradicionalmente se la conocía como fuente del Tritón; o de las sirenas; porque en el grupo escultórico hay tres sirenas sosteniendo una gran concha marina, y sobre ella aparece un ser masculino que sopla una caracola junto a otra sirena. Como la mitología griega dice que el Tritón es un dios marino menor, mitad hombre, mitad pez, que sopla la caracola para calmar el mar alborotado, se creyó que el personaje era efectivamente esa deidad.
Sin embargo, es evidente que el hombre no tiene cola de pez, por lo que se trata de un pescador que logró atrapar a una sirena con su red. Por eso desde la Secretaría de Cultura Municipal la rebautizaron “Fuente de las Utopías”.
El 31 de octubre de 2002 se promulgó la ordenanza 7424 por el cual el tramo de la calle Urquiza entre la Bajada y Laprida; avenida Belgrano entre la Bajada y Tucumán y la Bajada Sargento Cabral en toda su extensión se lo declaró “Sitio Histórico”.
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