Ciudad

Custodia de 100 policías

Bajada de bandera: el sindicato de taxistas echó a Horacio Boix

La convocatoria fue desautorizada por la cartera laboral santafesina, pero comenzó igual. Por sí o por no, sus convocantes llamaron a votar la expulsión del suspendido titular del gremio, acusado de malversar los fondos de los afiliados. El resultado: 143 votos a favor de echarlo y dos en contra


La sede del Sindicato de Peones de Taxis de Rosario amaneció este sábado con una fuerte custodia policial, de unos cien agentes, apostados junto a una valla que mantenía cortado el tránsito de calle Salta a la altura del 2800. La razón del inusitado despliegue es la asamblea del gremio –de controvertida legalidad– convocada para decidir si se le revocaba el mandato y expulsaba al suspendido titular de la entidad, Horacio Boix, bajo sospecha de malversación de fondos de los afiliados. El resultado de la votación fue contundente: 140 a favor de echar al otrora hombre fuerte y dos en contra.


Boix había sido suspendido por 45 días en su cargo al frente del sindicato, plazo que vencía este sábado. La interna gremial se desató como consecuencia de un incidente vial en el que el dirigente chocó a un patrullero cuando iba al volante de un lujoso Audi A7, que figura a nombre del gremio y tenía el seguro vencido. Fue el domingo en el que comenzó septiembre. A partir de entonces, y a la par de las actuaciones judiciales por el accidente, hubo revuelo interno y lupa sobre las cuentas de la representación de los peones de taxis. Salió a flote, en ese trance, una denuncia del tesorero de la entidad contra Boix, de abril, por irregularidades en el manejo de los fondos. La suspensión a Boix comunicada el lunes siguiente –la oposición dijo que estaba decidida desde el jueves previo– cerró el principio del fin del predominio del dirigente.

El sindicato ingresó en un escenario de hostilidades que llegaron a mayores. Por fuera, el allanamiento del 9 de septiembre a su sede ordenado por la Justicia en la causa por el choque en San Martín y Gaboto. Por dentro, con violencia: los domicilios del secretario Adjunto –que desde la suspensión de Boix quedó al mando–, Horacio Yannotti, y de su segundo, Leandro Llobera, fueron atacados a balazos. Por eso, el extremo despliegue de seguridad de este sábado alrededor del 2882 de Salta. El operativo comenzó a las 8 de la mañana, dos horas antes del horario pautado para la asamblea, que el Ministerio de Trabajo de la provincia había desautorizado por irregularidades en la convocatoria.

El despliegue policial incluyó detector de metales y un móvil de la brigada Antiexplosivos. A ello se sumó personal de seguridad dispuesto por las autoridades hoy a cargo del gremio, que tuvo un roce con un cronista que fue a cubrir la asamblea.

De acuerdo a los convocantes de la asamblea de este sábado, había unos 200 afiliados autorizados a participar. A cada uno de ellos, dijeron desde el sector que quiere expulsar a Boix, se les dio un detalle de las cuentas del gremio que, aseguraron, demuestran los desmanejos monetarios. Votaron 145, de los cuales apenas un par respaldó al ahora ex titular. Yanotti, impulsor de las denuncias y de la movida de remoción, quedó a cargo del gremio.

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