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Baile en La Paz: Argentina derrotó 3-0 a Bolivia en la altura

La Scaloneta dio un recital de fútbol en el Hernando Siles y vapuleó al elenco del altiplano con goles de Enzo Fernández, Nicolás Tagliafico y Nicolás González. Di María fue el capitán y dio dos asistencias, para que no se extrañe a Lionel Messi


Imbatible. Incontrolable. Lleno de fútbol e inteligencia táctica. Disfruta de jugar, sin importar los rivales o las condiciones. El seleccionado argentino sigue bendecido por el aura de la tercera estrella y dio una muestra de personalidad para derrotar a Bolivia en La Paz por 3 a 0.

No importó que Lionel Messi ni siquiera estuviera en el banco, la Scaloneta tuvo una producción irreprochable en un territorio donde pocos logran sobrevivir, y se despachó con una actuación para aplaudir de pie.

La idea de Scaloni fue que el equipo no gastara oxígeno de más, pero sin resignar protagonismo. Allí sobresalieron De Paul, Enzo Fernández, Alexis Mac Allister y Julián Álvarez, sumado a Di María, incansable a pesar de los tres mil y picos de metros de altura del Hernando Siles.

Enseguida quedó claro que Argentina no iba a salir a “ver que pasa” y comenzó a generar chances de gol. Primero recuperó Julián Álvarez presionando alto y el remate de De Paul se fue apenas desviado. Y enseguida, Enzo Fernández sacó un zapatazo de 30 metros y la pelota dio en el travesaño, tras un manotazo de Vizcarra. A los 19 minutos, otra recuperación alta lo puso a Julián Álvarez dentro del área y su remate cruzado encontró bien parado al arquero boliviano. Avisos de la Scaloneta de lo que vendría.

Y a los 31 minutos, De Paul quebró líneas, Álvarez cedió a Di María y el centro de Fideo encontró a Enzo Fernández vestido de 9 y la Scaloneta pasó merecidamente al frente. Enseguida Bolivia se quedó con diez por un planchazo a Cuti Romero y cuando finalizaba el primer tiempo, Nico Tagliafico le dio con el hombro a un centro de Di María y puso el 2 a 0.

Argentina impuso dominio futbolístico, pero sobretodo intimidó a su rival, que nunca encontró opciones para inquietar a Dibu Martínez, ni siquiera con remates lejanos en busca que la altura complicara al arquero argentino.

La impotencia del equipo de Gustavo Costas lo llevó a cometer faltas de manera sistemática, lo que generó una expulsión temprana, aunque hubo bastante permisividad del árbitro uruguayo Ostojich.

Dominante, seguro de la victoria, el elenco albiceleste acumuló pases correctos para las estadísticas, siempre lejos de su área, y nunca le dio facilidad a Bolivia para salir jugando, lo que provocó innumerables errores no forzados en los pases.

Faltó el gol de Fideo, que portó con orgullo la cinta de capitán y fue muy aplaudido por los hinchas bolivianos. Di María nunca paró de correr, como si el partido fuera en el llano, y si bien no pudo festejar a corazón abierto, dio dos asistencias. Tampoco se le dio al insoportable Julián Álvarez, que tuvo chances pero entre Vizcarra y el palo le negaron el grito. Sí pudo anotar el suyo Nico González, tal vez para sacarse la bronca de su ausencia mundialista e ilusionarse con estar en 2026.

Fue tan perfecto todo para el seleccionado argentino, que Lionel Scaloni se dio el gusto de hacer jugar unos minutos a Alejandro Garnacho, que de esta manera quedó ‘blindado’ y non podrá jugar en otra selección, aunque está claro que el juvenil atacante del Manchester siempre quiso hacerlo con la albiceleste.

Todo sucedió con fluidez, como cada paso de este equipo luego de coronarse como el mejor del mundo. Y el 3-0 en La Paz, con Messi descansando en el banco, fue un mensaje para el resto de los equipos sudamericanos, la Scaloneta sigue firme y su aura de imbatibilidad será difícil de eliminar.

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