Espectáculos

De regreso

Baglietto: “Es una bendición ser un músico popular”

Juan Carlos Baglietto adelanta los detalles del esperado regreso de la Trova Rosarina que este fin de semana lo juntará, durante tres noches en El Círculo, con Silvina Garré, Jorge Fandermole, Adrián Abonizio, Rubén Goldín y Fabián Gallardo


Volver a repasar aquellos clásicos que habitan en el imaginario colectivo era una deuda pendiente. La fantasía siempre estuvo, pero como las cosas pasan cuando tienen que pasar, a mediados de 2018, algunos de los bastiones de la Trova Rosarina, ese colectivo de artistas que a comienzos de los años 80 irrumpió en la escena porteña para cambiar la historia de la música popular argentina para siempre, se juntaron en un escenario y esa juntada se extendió hasta el presente.

Más allá de si la Trova Rosarina existió o no como grupo, ese nombre le puso un sello a ese puñado de canciones de Jorge Fandermole, Adrián Abonizio, un joven Fito Páez y Rubén Goldín, entre otros, que tomaron cuerpo y temperatura en la inconfundible voz de Juan Carlos Baglietto, acaso la cara más visible de este grupo de grandes artistas que este fin de semana ofrecerá tres noches únicas en el teatro El Círculo de reencuentro con su público local.

“Es una gran alegría poder hacer estos tres shows pero siempre es un alegría para mí volver a Rosario y mostrar en lo que uno anda, más allá de que con la ciudad no sólo me vincula la música, también tengo familia, mis hermanos, mis sobrinos, amigos, gente que quiero. Me gusta volver a Rosario porque es además un lugar del que siento que nunca me fui del todo; hace más de 35 años que vivo en Buenos Aires pero me sigo sintiendo rosarino”, dijo Baglietto a El Ciudadano entre la emoción y la alegría que implica este reencuentro con el público local luego de integrar la Delegación Santa Fe del Ministerio de Innovación y Cultura de la provincia en el último Festival de Cosquín, de estar meses después en el Teatro Colón y a días de un gran cierre de año en el porteño teatro Gran Rex el próximo fin de semana.

“Si lo pienso, este reencuentro casi que no fue un plan; se fue dando a partir de una cronología de encuentros y reuniones para tocar, y como no fue un plan, no esperábamos nada. Lo que sí siempre tenemos es como una fe rosarina, y más allá de que ésta es una juntada que hemos preservado durante años, siempre fuimos conscientes que el hecho de volver iba a generar una expectativa que hoy nos pone frente a estos shows y ante la posibilidad de otras propuestas, bastante cautelosos; veremos si se concretan finalmente. No esperábamos nada pero sí sabemos del cariño de la gente y más en Rosario que en cualquier otro lugar. Es una juntada histórica porque además no nos hemos juntado orgánicamente a lo largo de muchos años”, expresó Baglietto, quien compartirá escenario con Silvina Garré, Jorge Fandermole, Adrián Abonizio, Rubén Goldín y Fabián Gallardo, quienes conformaron el sexteto de una propuesta que musicalmente estará sostenida, también, por Claudio Cardone en teclados, Leonardo Introini en contrabajo, Julián Baglietto en batería, Adrián Charras en teclados y acordeón y Juancho Perone en percusión.

“Hemos trabajado mucho para estos shows, lo hicimos con la energía y la dedicación que merecen; lo hicimos como un ritual muy importante en esta etapa de nuestro camino”, dijo el músico, que junto a sus colegas, durante las tres fechas locales, ofrecerá un repertorio de canciones que, en gran medida, aparecen en el mítico álbum Tiempos difíciles, de 1982, con el que ese año desembarcaron en Buenos Aires, además de otros temas acopiados en todo este recorrido.

Luego de más de tres décadas y de carreras solistas, aunque con variantes, exitosas, la evocación de aquellas canciones, hoy en su mayoría clásicos, revisten una serie de cambios que inexorablemente tienen que ver con el paso del tiempo. “Ni nosotros ni el público somos los mismos; hemos tenido la habilidad y quizás también la suerte de haber crecido junto con nuestra gente, el público que nos ha acompañado durante tantos años. Y también, en alguna medida, hemos tenido la característica de no enquilosarnos, no quedarnos con lo que hicimos hace cuarenta años”, dijo Baglietto. Y completó: “En los shows estarán aquellas canciones revisitadas de la primera época y también otras más nuevas y hasta algunas quizás desconocidas. Eso es gracias a un recorrido bueno y prolífico; llegamos todos hasta acá con la frente alta”.

Orgullo popular

“Es un orgullo el hecho de habernos convertido en músicos populares porque es lo más difícil de conseguir”, dijo Baglietto, creador de álbumes como el referido Tiempos difíciles y Actuar para vivir, ambos de 1982, como así también Modelo para armar del 85, o el recordado Corazón de barco de 1993. Y siguió: “Es una bendición ser un músico popular; porque popular tiene que ver con llegarle a cualquiera, con que lo que uno hace sea aceptado y disfrutado por un público amplio, sin discriminación de rangos o estratos sociales, sexo o religión. Ser un músico popular es tener la gran posibilidad de poner en consideración del gran público un trabajo y que ese público lo acepte. Y no sólo eso: lo más valioso es que ese público te acompañe a través de los años. Por eso tenemos que ser muy agradecidos y en lo personal me siento un privilegiado”.

La génesis

En los primeros años 80, el desembarco de este colectivo de artistas en Buenos Aires que la prensa porteña bautizó como Trova Rosarina, como un eco de ese mismo tiempo en el que empezaba escucharse en el país la Nueva Trova Cubana, implicó el reconocimiento y la aceptación de un puñado de artistas que ofrecían un aire renovado, aunque no exento de la nostalgia y el dolor del coletazo de la última dictadura cívico-militar, algo que marcó a la Trova Rosarina para siempre, como también la Guerra de Malvinas que acababa de comenzar. “Son muchos todos estos años, por suerte estamos en democracia, pero nos falta mucho aún, sobre todo para hacernos cargo de esa vida de respeto que propone la democracia en su sentido más profundo”, dijo Baglietto.

“Nosotros somos hijos de esta democracia; hemos tenido que transitar épocas muy complejas, por eso atesoramos la libertad, esta idea de poder decir lo que cada uno quiere, piensa e impulsa; ése es un gran tesoro”, evaluó el músico. Y a modo de evocación, recordó el momento bisagra de aquel desembarco en Buenos Aires: “Si pienso, lo primero que me viene a la cabeza es el 14 de mayo de 1982, el día de la presentación del disco Tiempos difíciles en el Estadio de Obras. Era inédito llenar ese estadio con unos absolutos desconocidos como éramos nosotros hasta dos meses antes; recuerdo el miedo que teníamos de enfrentarnos al público. Tengo presente muy vívidamente ese encuentro con la gente, el reencuentro con mis viejos en ese marco de fervor ante un público multitudinario que había pagado una entrada para vernos a nosotros”.

Para agendar

Las tres presentaciones locales de la Trova Rosarina tendrán lugar este viernes y sábado a las 21.30, y el domingo a las 20.30, en el teatro El Círculo, de Laprida y Mendoza, donde también se venden las entradas o a través del sistema Ticketek

 

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