Finalísima en Vicente López. Desde las 19 y con el arbitraje de Eduardo Bermúdez, Central Córdoba enfrenta a Platense en el que será el primero de los diez rounds que restan en la ardua lucha por la permanencia en la Primera B Metropolitana.
Al todo o nada. Así deberá salir a jugar el Charrúa esta tardecita ante el golpeado Calamar, que viene de quedarse sin técnico (NdR: en la semana fue despedido Claudio Ginanni) y tendrá a Mariano Rukavina sentando en el banco de suplentes como DT interino.
Obligado a mejorar. La derrota ante Atlanta (1-0) en la última presentación dejó muchas cosas para mejorar pero también para potenciar, algo que el entrenador Ricardo Palma tomó bien en consideración cuando proyectó el partido de hoy con Platense, donde claro está, lo único que sirve es ganar.
Al Matador se le acabó el crédito hace rato y el margen de error es virtualmente inexistente. Empezar a sumar de a tres es la única vía que le queda para evitar el descenso y la primera victoria en el año no puede demorarse más. Los empates morales o las caídas dignas ya no sirven: es momento de ganar. Ahora o nunca.
Es por eso que Palma decidió darle confianza al mismo equipo que paró la última vez y dispuso apenas una variante con la intención de darle esa profundidad que tanta falta hizo ante el Bohemio.
Con esa misión ingresará Martín Mustachi, quien reemplazará a Leandro Bazán en la creación de juego. Finalísima en Vicente López. Desde las 19 y con el arbitraje de Eduardo Bermúdez, Central Córdoba enfrenta a Platense en el que será el primero de los diez rounds que restan en la ardua lucha por la permanencia en la Primera B Metropolitana.
Al todo o nada. Así deberá salir a jugar el Charrúa esta tardecita ante el golpeado Calamar, que viene de quedarse sin técnico (NdR: en la semana fue despedido Claudio Ginanni) y tendrá a Mariano Rukavina sentando en el banco de suplentes como DT interino.
Obligado a mejorar. La derrota ante Atlanta (1-0) en la última presentación dejó muchas cosas para mejorar pero también para potenciar, algo que el entrenador Ricardo Palma tomó bien en consideración cuando proyectó el partido de hoy con Platense, donde claro está, lo único que sirve es ganar.
Al Matador se le acabó el crédito hace rato y el margen de error es virtualmente inexistente. Empezar a sumar de a tres es la única vía que le queda para evitar el descenso y la primera victoria en el año no puede demorarse más. Los empates morales o las caídas dignas ya no sirven: es momento de ganar. Ahora o nunca.
Es por eso que Palma decidió darle confianza al mismo equipo que paró la última vez y dispuso apenas una variante con la intención de darle esa profundidad que tanta falta hizo ante el Bohemio.
Con esa misión ingresará Martín Mustachi, quien reemplazará a Leandro Bazán en la creación de juego.
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