Ciudad

Reconocimiento

Ayudando desde la risa

El proyecto “Locura de Clown, Payasos de Hospital” fue distinguido en el Concejo Municipal el pasado lunes 19 de octubre por su labor humanitaria de cooperación en la salud.


Siete personas conforman un grupo que nació hace tres años y que fue tomando forma, color y nombre. “Locura de Clown, Payasos de Hospital” fue reconocido por el Concejo Municipal el pasado lunes 19 por la labor que vienen realizando todos los martes en el Hospital de Niños Zona Norte. Allí, una vez por semana, juegan e interactúan con todas las personas presentes en el lugar. Pacientes, médicos, personal administrativo, familiares y todo aquel que pase se sumerge en un juego de improvisación para hacer más llevadero el ambiente hostil que pueden llegar a ser esos sitios.

María Eugenia De Rosa, integrante del grupo en diálogo con El Ciudadano explicó que además de las tareas que llevan a cabo en el Hospital se dedican a impartir una materia electiva en la Facultad de Medicina de humanización hospitalaria, “el arte como medio para paliar el dolor”, dijo la actriz.

De Rosa indicó que todo esto comenzó en el año 2012, cuando conoció a Vanina Grossi, clown y docente la escuela Gesunheit Institute, de Patch Adams, en un festival de teatro en Necochea y luego acompañó a Grossi a Entre Ríos a una intervención hospitalaria y supo que quería traer dicha modalidad a la ciudad de Rosario.

Así fue como junto a otras cuatro personas más, actores, una psicóloga y un médico, decidieron juntarse y formar “Locura de Clown, Payasos de Hospital”.

“Nos conocemos hace más de diez años, la mayoría de nosotros trabaja en teatro y tenemos un grupo de improvisación llamado The Jumping Frigoles”, explicó María Eugenia. “No tenemos una idea preconcebida, nos entrenamos para estar abiertos y sensibles en todo momento, construir en el momento”.

Tareas en el hospital

Los martes el grupo, integrado por Franco Pugnaloni, María Eugenia De Rosa, Lucila Valfosca, Nicolás Cefarelli, Estefanía Caminotti, Giovanna Pidone y Dannae Abdalla, tiene como hábito llegar al Hospital de Niños Zona Norte y transformarlo en un sitio lúdico. “Queremos sacar el teatro del teatro”, sentenció la actriz y recordó que al principio fue difícil ingresar y sentirse parte del nosocomio ya que “los médicos, por ejemplo, cuando tenían que intervenir o por ejemplo sacar sangre a algún paciente nos pedían que saliéramos de la sala, ahora nos piden que estemos”.

Pasean por las 15 salas de internación que tiene el hospital, así como los espacios administrativos y en un futuro cercano podrán intervenir en terapia intensiva para llegar a los pequeños allí internados.

“Toda la comunidad del sanatorio participa”, dijo De Rosa y a modo de anécdota recordó que “un día estábamos en la sala de espera y pasó un hombre de mantenimiento con un cable enrollado, Franco miró el cable y dijo que era una serpiente y el hombre de mantenimiento, siguiendo la dinámica contestó que el era su domador; y allí pensamos y vivimos el sanatorio como una selva. Ese día todos los cables del hospital de convirtieron en serpientes. Es ver y hacer ver”.

María Eugenia destacó: “No creemos que la risa cura, sabemos que es un trabajo complementario que tiene que ver con la interdisciplina”, al explicar la idea de transformar el lugar para desdramatizar el momento en el que viven las personas que allí concurren.

De Rosario al mundo

En un viaje que María Eugenia emprendió hacía Cuba descubrió que allí el sistema de salud es muy diferente pero que había muchos payasos trabajando en los hospitales. Habló con sus compañeros y en el 2014 y 2015 fueron al país caribeño a impartir talleres y compartir “herramientas que tenemos para actuar, ya que allí la mayoría no son profesionales de teatro”.

Este 2015 viajaron también a México y compartieron experiencias y conocimientos con otros payasos. De Rosa resaltó que todo fue con dinero de sus bolsillos ya que estos profesionales trabajan tanto en la Facultad de Medicina como en el Hospital de Niños Zona Norte ad honorem.

 “Queremos ser parte de las políticas públicas de salud”

El grupo no recibe ningún tipo de ayuda económica en todas las participaciones que ellos elaboran en los distintos ámbitos donde contribuyen con su arte.

“Nosotros no contamos con ningún apoyo, queremos ser parte de las políticas públicas de salud”, sostuvo De Rosa. “Existe un proyecto de ley para poder llevarlo a cabo y que nuestra labor sea un trabajo remunerativo ya que lo hacemos en nuestro tiempo libre con mucho amor y compromiso”, agregó. Y terminó diciendo: “Queremos alcanzar el teatro a aquellas personas que no tienen acceso a un hecho artístico de calidad”.

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