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Nuevo escenario

Axel Kicillof: “Si hicimos algo mal, Macri lo empeoró”

El diputado nacional pasó por Rosario y, si bien hizo una autocrítica, consideró que el gobierno tiene un programa neoliberal.


El diputado nacional del Frente para la Victoria (FpV) y ex ministro de Economía Axel Kicillof visitó ayer Rosario en el marco de la presentación de su libro Diálogos sin corbata.

Por la mañana, el legislador –acompañado por el ex secretario de Comercio Augusto Costa y el diputado nacional por Santa Fe Macros Cleri– atendió a la prensa en la librería Homo Sapiens donde, luego de saludar y sacarse fotos con los presentes, realizó una dura crítica a las medidas tomadas por el presidente Mauricio Macri que, según su entender, “favorecen a sectores que se han enriquecido muchísimo”. Por la tarde, brindó una charla abierta en el auditorio del sindicato de Luz y Fuerza.

Si bien Kicillof, quien estuvo al frente de la cartera económica nacional en los últimos dos años del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, reconoció que hubo errores en su gestión, consideró que la administración de Cambiemos, lejos de corregirlos, los acentuó e incluso “terminó con las cosas buenas” que se habían realizado.

—¿Cómo evalúa los primeros meses del gobierno de Cambiemos?

—Lo que está pasando en la Argentina nos cambió muchísimo la agenda. Las centrales sindicales, que antes venían a pedirnos que elevemos el mínimo no imponible del Impuesto a las Ganancias, ahora pelean por no perder puestos de trabajo.

La revolución de la alegría que se prometía con globitos no es tal. Pero cada vez que informábamos lo que Macri tenía planeado, nos decían que hacíamos terrorismo electoral. Igualmente, la mayoría lo votó y a eso lo respetamos.

—¿Cree que la victoria de Macri se debe, en parte, a errores del kirchnerismo?

—En el marco de la situación internacional, hicimos un esfuerzo tremendo para proteger a los jubilados, los trabajadores, los pequeños productores y los comerciantes. Evidentemente no nos pudimos hacer entender o no hemos sido lo suficientemente efectivos con nuestras medidas. Pero lo evidente es que cuando Macri llegó al gobierno, fundió a los sectores que tenían problemas, como las economías regionales. Se podría haber mejorado muchísimo lo que hicimos, pero el gobierno sólo transfirió riquezas, sin beneficiar a esos sectores.

En la campaña, Macri dijo que iba a dejar lo que estaba bien y corregir lo que estaba mal, pero actuó al revés. Si hicimos algo mal, lo empeoró. Pero además, terminó con las cosas buenas.

—¿Coincide con el gobierno en que la situación mejorará en el segundo semestre?

—Desde que gobierna, Macri se ha especializado en hablar del pasado, poniendo la etiqueta de la pesada herencia, y del futuro, diciendo que la situación va a mejorar en el segundo semestre. Pero nunca habla del presente, porque todas las medidas económicas que está llevando adelante favorecen a sectores que se han enriquecido muchísimo.

La economía no funciona a través de milagros, si no se toman medidas a favor de los que menos tienen y de la clase media, nada mejorará en el segundo semestre.

Intentan bajar la inflación, pero lo quieren hacer liquidando el empleo, licuando los salarios y abriendo importaciones.

Las señales que da la economía son el resultado de las políticas que toma Macri. Es un paquete que tiene que ver con una determinada matriz de pensamiento y nos indica para qué sectores gobiernan: fueron muy generosos con los más poderosos y muy tacaños con los que menos tienen.

—Para frenar los despidos, ¿alcanza con una ley?

—Estoy seguro de que no alcanza, porque los despidos son el síntoma de una política económica que tenemos que torcer. Es algo que en la Argentina se aplicó muchas veces y siempre fue para desgracia de los sectores populares y las grandes mayorías.

Sin embargo, la intención de la ley es indicar que no todo el Estado está a favor de despedir. No se trata de apoyar al FpV, a Cristina, a mí o a Máximo (Kirchner), sino a los trabajadores.

El gobierno empezó a despedir gente y el sector privado acompañó ese proceso, encabezado y liderado por un Estado despedidor. Los despidos en el sector público responden a que tienen la necesidad de un Estado más chico.

Nosotros no queremos que a Macri le vaya mal, porque sabemos que así le irá mal a los trabajadores, a los que menos tienen y a las pymes. Pero en este camino la cosa no irá bien, lo que hay que hacer es cambiar la política económica y vamos a felicitar a Macri si deja de aplicar un programa neoliberal.

—¿Contemplan una ley que proteja a las pymes?

—Es muy importante que se discuta, porque los pequeños empresarios vinieron al Congreso y nos dijeron que por primera vez en doce años están en una emergencia.

La economía es una materia en la que todos los problemas están interconectados. Si uno sube las tarifas energéticas y los combustibles, hay menos plata para el consumo. Encima hay un aluvión de productos importados y las altas tasas de préstamos de los bancos podrían fundir a comercios e industrias.

—¿Encuentra diferencias entre la política de Cambiemos y la de los 90?

—Una diferencia clave es que cuando llegó (el ex ministro de Economía, Domingo) Cavallo todo el mundo sabía que venía a aplicar el neoliberalismo y a destruir la industria nacional. En cambio, el macrismo escondió a aquellos economistas que fueron cómplices de lo que pasó en los 90, como (Federico) Sturzenegger y (Carlos) Melconian, quien tiene este plan neoliberal tatuado en el brazo.

Otra diferencia es que cuando llegó Cavallo, había una crisis de hiperinflación. En los 90, Cavallo al menos frenó la suba de los precios, pero a este gobierno no se le puede anotar ningún poroto.

—¿Cree que con Macri se entrará en una nueva etapa de endeudamiento?

—Ni bien asumió, el gobierno de Macri empezó a endeudar al país y mandó a todas a todas las provincias a endeudarse. La caída del mercado interno hace que el Estado recaude menos y es ahí cuando se recurre al endeudamiento.

Nos metieron el verso de que se endeudaban para darle más plata a las provincias, a los que menos tienen y a la industria nacional; pero le dieron todo a los buitres. Se endeudaron para pagar una deuda a un precio mayor del que reclamaban los holdouts. El único que ha festejado esto ha sido Paul Singer, que se llenó de plata y por eso elogió a Macri. Si bien las mineras, los banqueros y las exportadoras han sido favorecidos, el rey de la fiesta es Singer.

—¿Qué diferencias hay entre el pago a los buitres y al Club de París?

—La deuda con el Club de París venía desde el año 1956, se comenzó a negociar en 2001 y nosotros terminamos pagando en 2014, o sea que no fue algo inmediato.

Por otro lado, tuve la discusión con 19 ministros de Economía de Europa que le habían prestado plata a la Argentina. En cambio, el buitre más grande del mundo nunca le había prestado nada al país. Con el Club de París negociamos sin el Fondo Monetario Internacional, aunque decían que no podíamos. Ahora es al revés, le pagamos a los buitres para volver al FMI.

Defensa por el dólar futuro

El juez federal Claudio Bonadio procesó el viernes último a Axel Kicillof, a la ex presidenta Cristina Kirchner y al ex titular del Banco Central, Alejandro Vanoli, entre otros, en la causa por la venta de dólar futuro. Al respecto, Kicillof dijo que “no hay ningún delito” y vinculó el procesamiento a “una persecución judicial”.

“Fue una campaña deliberada para perseguirnos y para tapar las cosas que están pasando”, expresó Kicillof y señaló que la intención del gobierno es que Cristina no pueda volver a presentarse en elecciones: “La Argentina ya sufrió la proscripción política”. Y sobre el escándalo de los Panamá Papers, en los cuales figura el presidente Macri, dijo: “Cuando uno abre una empresa en un paraíso fiscal, es para afanar o evadir. Sólo una cobertura mediática bochornosa puede evitar que esto se convierta en un escándalo”.

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