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Avanza la alianza política entre Juntos por el Cambio y el bloque “celeste” Somos Vida y Familia

Como ocurre a nivel nacional, el macrismo y los evangélicos juntan fuerzas en la Cámara de Diputados de Santa Fe. Si se concreta el acuerdo, se convertirían en primera minoría con ocho bancas: Chumpitaz, Solá, Galdeano y Boscarol (Cambiemos) y Ghione, Mayoraz, Armas Belavi y Argañaraz (SVF).


En sintonía con lo que ocurre a nivel nacional, los bloques de diputados provinciales de Juntos por el Cambio y del bloque “celeste” Somos Vida y Familia avanzan hacia un posible acuerdo político que, de concretarse, convertiría a ese hipotético interbloque en la primera minoría en la Cámara de Diputados de Santa Fe.

Los principales referentes de ambos espacios confirmaron en las últimas horas su voluntad de conformar un interbloque. En rigor, las conversaciones habían comenzado en febrero, al calor de lo que ocurre en el plano nacional entre el PRO de Mauricio Macri y Patricia Bullrich, sus aliados de la UCR y el partido UNO, liderado por el pastor rosarino Walter Ghione, que aspira a convertirse en la fuerza política de los sectores evangélicos.

En la Legislatura santafesina, el posible acuerdo generaría un interbloque de ocho diputados y diputadas: por el lado de Juntos por el Cambio, Gabriel Chumpitaz y Ximena Solá (PRO) y Julián Galdeano y Alejandro Boscarol (UCR); y por el lado de Somos Vida y Familia, Nicolás Mayoraz, Natalia Armas Belavi, Juan Argañaraz y el propio Ghione.

El interbloque podría ser aún más numeroso. Juntos por el Cambio tiene cinco bancas, pero desde el año pasado la diputada Cesira Arcando, del partido FE que asumió como legisladora por esa alianza, tomó distancia de sus ex aliados en línea con la decisión de su partido de apoyar al gobierno de Alberto Fernández. También hubo escisiones en el espacio “celeste”: las diputadas Amalia Granata y Betina Florito armaron sus propios bloques unipersonales y, de momento, no toman parte de las conversaciones entre sus colegas.

Así y todo, el eventual nuevo interbloque pasaría a convertirse en la primera minoría. En la Cámara de Diputados el Frente Progresista cuenta con 28 bancas, el nuevo espacio –que aún no tiene nombre– pasaría a tener ocho integrantes y el interbloque del PJ quedaría en tercer lugar con siete escaños.

El entendimiento político ya tuvo expresiones concretas en la Legislatura. El mes pasado, cuando se discutía la presencialidad en las escuelas, los diputados y las diputadas de Juntos por el Cambio y Somos Vida y Familia firmaron en conjunto un proyecto por el cual se declara a la educación como servicio esencial.

Ese es un primer antecedente que explica la “articulación” entre ambos espacios admitida en las últimas horas por el radical macrista Julián Galdeano y por el pastor Walter Ghione, quien reconoció: “Estamos dialogando y coordinando una estrategia parlamentaria en conjunto”.

 

En todo el país

La movida en Santa Fe forma parte de una estrategia a nivel nacional. En los últimos meses el partido UNO (Una Nueva Oportunidad), que en la provincia lidera Ghione, empezó a desarrollarse en todo el país. Se están armado propuestas electorales en la ciudad y la provincia de Buenos Aires, en Córdoba, en las provincias del noroeste y ahora también en Santa Fe, donde perdieron a su aliada estrella Amalia Granata.

El partido UNO aspira a integrar un frente opositor a nivel nacional para las elecciones de este año. Ghione viene hablando desde hace varios meses con el vicepresidente nacional del PRO, Federico Angelini. En Buenos Aires ocurre lo mismo con Patricia Bullrich como principal referente en busca de solidificar una alianza con los sectores evangélicos que quieren tallar en la política electoral.

En abril, Infobae publicó que los integrantes de UNO habían mantenido contactos con Patricia Bullrich y Rogelio Frigerio del PRO, con el radical Alfredo Cornejo y con dirigentes de Despertar, el partido del economista José Luis Espert en busca de avanzar en el armado de una propuesta electoral opositora al gobierno de Alberto Fernández.

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