Un proyecto de una conocida firma de la ciudad avanza en el Concejo Municipal. La propuesta busca construir un nuevo megacomplejo “outlet” en Rosario con 80 locales comerciales en la zona de Circunvalación y Sorrento. La iniciativa privada es resistida por los comerciantes de la zona noroeste, en particular de los pequeños y medianos comercios del Paseo Empalme, quienes temen que sus ventas caigan estrepitosamente.
La propuesta privada ingresó al Concejo a fines del año pasado y busca desarrollar un megaoutlet de marcas de primera línea con forma de shopping abierto, al estilo de los que se encuentran a los ingresos a la ciudad de Buenos Aires.
La firma que lleva adelante el proyecto es Di Santo Lucio SA (Micropack). Según explicaron representantes de esa empresa a distintos portales de economía y negocios de la ciudad, el centro comercial apuntará a cubrir la demanda de “muchos clientes” que quieran adquirir indumentaria, pero “de marca” y “a precios asequibles”.
El shopping outlet a cielo abierto se desarrollará en un predio ubicado en Circunvalación y Sorrento que es propiedad del supermercado mayorista y que hoy tiene alquilado para depósito de maquinaria agrícola. La idea es no sólo apuntar al consumidor final local, sino también a turistas y mayoristas de otras localidades que no quieran ingresar a la ciudad para realizar sus compras.
El negocio sería el único en el interior del país de estas características. Tendrá 80 locales, todos de indumentaria, ubicados dentro de una sola planta techada, con una superficie que oscilará entre los 15.000 y los 20.000 metros cuadrados.
El estacionamiento, que tendría espacio para unos 1.000 vehículos, se extendería hasta integrarse con el espacio que ocupa Micropack, con lo que totalizaría una superficie, en conjunto con el megaoutlet, de 5 de las 7 hectáreas de superficie del predio de Circunvalación y Sorrento.
En el Concejo
La propuesta fue tratada esta semana en comisión en el Concejo municipal y podría ser aprobada en la sesión el jueves próximo, ya que la iniciativa cuenta, en principio, con el respaldo del oficialismo –las cuatro bancas del socialismo, y los monobloques del Partido Demócrata Progresista, Unión Cívica Radical, UCR 1983 y ARI-Coalición Cívica– y los cinco ediles del PRO, lo que aseguraría una mayoría de 13 de los 24 ediles, independientemente de la decisión que tomen otras bancadas.
La discusión en el Palacio Vasallo gira en torno a la modificación que (todo indica) tendrá el destino de la compensación que la firma promotora del proyecto, como cualquier emprendedor, debe realizar al desarrollar una nueva urbanización.
La ordenanza establece que en estos casos el desarrollador debe donar terrenos al Estado para uso público. También plantea como opción la entrega de un equivalente en dinero, lo cual recae en una cuenta del Banco Municipal y se destina luego a un Fondo de Tierras municipal.
En total, la firma deberá compensar al Ejecutivo en casi 1 millón y medio de pesos. La empresa propuso destinar un 50 por ciento a equipamiento comunitario de espacios públicos, y que el 50 por ciento restante de esa contraprestación se establezca con una obra de canalización desde el centro comercial hasta la avenida Provincias Unidas, a unos 400 metros del predio. Se trata de una obra hidráulica de “entubamiento de la zanja norte de la calle Sorrento”, que colaboraría con el Aliviador III, en construcción en la zona. “El tema es que eso no es solamente una obra que beneficia a la ciudad sino también a ellos mismos”, objetó María Fernanda Gigliani, del Partido del Progreso Social. De hecho, la impermeabilización de 2 hectáreas de suelo no sólo restará superficie de absorción en una zona crítica –el predio linda con el arroyo Ludueña– sino que agregará los efluentes de miles de personas que circularían diariamente por el nuevo centro comercial.
De igual modo, a excepción de Gigliani los ediles de la comisión de Planeamiento, incluido su titular, Osvaldo Miatello, y la radical opositora María Eugenia Schmuck, le dieron el visto bueno, aunque destinando la mitad a la obra hidráulica y el resto al Fondo de Tierras.
¿Y Empalme?
El proyecto para un megaoutlet a pocas cuadras del paseo comercial de Empalme Graneros viene siendo resistido y cuestionado por representantes de pequeños comerciantes enrolados en la Asociación de Paseos Comerciales a Cielo Abierto.
Fabio Acosta, titular de esa entidad, señaló que por sus características, el centro comercial impactará de lleno en los niveles de venta de los comercios textiles. “Competir contra un monstruo que traerá la mercadería de forma masiva directamente de fábricas de Buenos Aires será muy difícil. Este tipo emprendimiento elimina de la cadena al intermediario minorista. Claramente genera una competencia desleal”, denunció.
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