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Automotores Orletti: prisión perpetua para Cabanillas

Además del jefe del centro de detención, fueron condenados dos agentes de la Side y Raúl Guglielminetti.

Cuatro jefes de “Automotores Orletti”, el centro de detención ilegal creado por la Secretaría de Inteligencia del Estado (Side) para concentrar a los secuestrados del Plan Cóndor de cooperación represiva entre las dictaduras de la región, fueron condenados ayer a penas de prisión perpetua y prisión mayor por el Tribunal Oral Federal 1 de la Capital (TOF1).

Al cabo de nueve meses de audiencias, el tribunal condenó al general retirado Eduardo Cabanillas, que fue jefe del centro, a prisión perpetua; a los ex agentes de la Side Eduardo Ruffo y Honorio Martínez Ruiz, a 25 años de prisión; y a el ex integrante del Batallón 601 de Inteligencia del Ejército Raúl Gulielminetti, a 20 años de prisión.

Al jefe militar, el Tribunal lo encontró “partícipe necesario” penalmente responsable de cinco homicidios, 29 privaciones ilegales de la libertad y otros tantos casos de tormentos; en tanto Ruffo y Martínez Ruiz fueron condenados por 65 secuestros y 60 casos de tomentos cada uno.

Guglieminetti, alias mayor Guastavino, fue, por su parte, condenado por 25 secuestros y 21 casos de torturas, en todos los casos agravados por tratarse de ex funcionarios públicos.

El veredicto dictado por los camaristas Adrián Grunberg, Oscar Amirante y Jorge Gestas fue festejado por los familiares de las víctimas y miembros de organismos de derechos humanos que colmaron la parte baja de la sala y el exterior de los Tribunales de Comodoro Py.

En tanto, un grupo de familiares, amigos y ex camaradas de los represores condenados, encabezados por Cecilia Pando, esposa de un mayor dado de baja del ejército, protestaron el veredicto cantando el Himno Nacional.

El centro de detención Automotores Orletti funcionó en un taller mecánico especialmente alquilado por la Side en Venancio Flores 3519/21, entre Emilio Lamarca y San Nicolás, en el porteño barrio de Floresta, donde hoy funciona un Museo de la Memoria.

De acuerdo con la investigación realizada  por le juez federal Daniel Rafecas, que lleva la megacausa del Primer Cuerpo de Ejército, por el centro pasaron unas 300 personas a disposición del organismo de Inteligencia.

Entre ellas, un grupo de ciudadanos uruguayos secuestrados para robarles un botín de 10 millones de dólares, que luego fue repartido entre la Side y el grupo de tareas que intervino en el operativo, incluyendo interrogadores del vecino país.

Esta circunstancia explica que el juicio fuera retransmitido en directo por TV desde la embajada argentina en Montevideo y en la sala de audiencias, junto al subsecretario de Derechos Humanos, Luis Alem, se situara la cónsul general de Uruguay en Argentina, Lilian Alfaro.

Por Orletti pasaron, entre otros, el hijo del poeta Juan Gelman, Marcelo Gelman, que apareció asesinado dentro de un tambor de cemento en el canal San Fernando, y su esposa Maria Claudia Iruretagoyena, trasladada a Uruguay para dar a luz a Macarena, la hija de ambos, antes de ser asesinada.

La creación de este centro ya había sido decidida a fines de 1975 por el general Otto Paladino, entonces jefe de la Side y uno de los fundadores de la Alianza Anticomunista Argentina (Triple A), para que operara la banda de Aníbal Gordon, el grupo paraestatal de ultraderecha que luego fue asimilado por la dictadura.

El coronel Rubén Víctor Visuara, fallecido hace apenas un mes y juzgado hasta ese momento, fue el encargado de comisionar al agente Eduardo Ruffo para buscar una “cueva” que funcionó desde el 1º de junio de 1976 y en la jerga represiva se conocía como El Jardín.

Otro de los acusados, el comodoro retirado de la Fuerza Aérea Néstor Guillamondegui, fue apartado del juicio en vísperas de su realización por problemas de salud, aunque la causa lleva su nombre.

La mayoría de los prisioneros de Orletti permanecen desaparecidos aunque otros, como el actor Luis Brandoni y su esposa de entonces, la actriz Martha Bianchi, sobrevivieron y pudieron declarar en el juicio.

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