Un joven de 25 años que el domingo pasado se había fugado del penal de la seccional 12ª de barrio Ludueña fue recapturado ayer en un procedimiento policial. De los once presos que la semana pasada protagonizaron el escape a través de un boquete, fueron recapturados dos. El primero fue localizado unas horas después de la fuga, cuando recibía asistencia médica en el Heca a causa de heridas de arma blanca. Al cierre de esta edición, nueve reos continuaban prófugos. Anteayer, el penal de la seccional 12ª comenzó a funcionar nuevamente, después de una serie de reparaciones.
Movilizado por el amor, quizás, Leandro B., un joven de 25 años, uno de los once presos que el domingo pasado escaparon del penal de la comisaría 12ª a través de un boquete, fue recapturado ayer cerca de las 7 en la casa de su novia, en barrio Ludueña.
Según informaron fuentes policiales, en el marco de una serie de allanamientos que se venían realizando desde la masiva fuga para recapturar a los evadidos, ayer se desarrolló un operativo en el noroeste de la ciudad. El procedimiento estuvo a cargo de personal de las agrupaciones de Unidades Especiales y Cuerpos de la Unidad Regional II.
Lo llamativo es que la Policía no tuvo que buscar muy lejos de la seccional 12ª, ubicada en Pedro Lino Funes al 200 bis. A menos de siete cuadras del lugar donde ocurrió la fuga en la que se escaparon 11 de los 23 detenidos allí alojados, las fuerzas de seguridad allanaron la casa de la novia de Leandro B., en Magallanes 519 bis.
Durante el procedimiento, el prófugo –que había sido detenido junto a su hermano por robo calificado en varios restoranes y parrillas–, intentó escapar por los techos de las viviendas vecinas, entrando en una de ellas. Sin embargo, fue aprehendido por la Policía, que lo trasladó a la División Judiciales.
El primero de los once
El primer recapturado de la fuga que el domingo pasado tuvo lugar en la comisaría 12ª de barrio Ludueña fue Gerardo Aníbal G., de 19 años, quien ingresó el lunes por la madrugada a la guardia del Hospital de Emergencia Clemente Álvarez (Heca) con dos heridas de arma blanca en el hemitórax izquierdo, por lo que fue operado. Desde entonces quedó internado en estado delicado y con custodia policial.
El joven había sido apuñalado en Cullen y Juan B. Justo, pero los pesquisas aseguraron que el episodio en el que fue herido es ajeno a la fuga. “No fue tampoco un ajuste de cuentas, al parecer fue atrapado in fraganti con una mujer comprometida, aunque se investigan otras hipótesis”, sostuvo una fuente de la investigación.
La fuga
La fuga de la comisaría 12ª de Pedro Lino Funes al 200 bis, en barrio Ludueña, se produjo el domingo pasado cuando los reos aprovecharon la tranquilidad de la tarde, rompieron una reja e hicieron un boquete ganando el techo y escapando por calle Rouillón.
Según fuentes policiales, el penal reabrió anteayer, luego de arreglar el boquete y las rejas que habían sido violentadas en la fuga, y a la vez que se planea formar un “penal evangélico”.
Ayer llegaron los doce presos que no se fugaron el domingo y que habían sido alojados desde entonces en distintas seccionales que funcionan bajo la órbita de la Inspección 2ª zona.
Al cierre de esta edición, la Policía continuaba buscando a los nueve prófugos restantes.
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