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Atrapan a dos extranjeros con tarjetas mellizas en un cajero

Por Ana Laura Piccolo.- Para la Policía el método es novedoso y los arrestados forman parte de una banda con asiento en Europa.


Una nueva forma de burlar cajeros automáticos se conoció ayer en Rosario con la detención de dos ciudadanos extranjeros que utilizaban tarjetas mellizas para extraer dinero de cuentas bancarias. Un ecuatoriano de 29 años y un peruano de 30 quedaron tras las rejas luego de que personal de la Unidad Regional II fuera alertada por el jefe de Seguridad de la Red Link de Capital Federal sobre operaciones realizadas desde Rosario en cuentas porteñas que ya habían sido fraguadas. Por ello se montó un discreto operativo en los dos puntos de la ciudad donde se habían realizado los movimientos, medida que permitió apresar a los sospechosos con las manos en la masa. En su poder tenían más de diez plásticos, mil pesos en efectivo y siete chips de celulares. Para la Policía el método es novedoso y los detenidos son sólo el último eslabón de una banda con asiento en Europa.

“Esto es novedoso para nosotros”, dijo un alto jefe policial tras explicar que la maniobra consiste en copiar la información magnética de una tarjeta (se especula que con un posnet manual) para luego crear una melliza. A eso se le suma “algún tipo de astucia” para acceder a la clave personal de la víctima y así utilizar su cuenta para retirar efectivo desde cualquier cajero automático.

Según el investigador, a la clave de una persona se puede acceder de distintas formas, que dependen de la falta de cuidado del titular de la cuenta. Entre ellas mencionó diversos ardides como no tener cuidado de que alguien espíe durante el momento de ingresar el código, filmadoras clandestinas colocadas cerca de los cajeros y hasta un dispositivo que los mismos estafadores insertan en las máquinas para obtener copia de la clave personal.

Pero lo novedoso que destacó el pesquisa es la obtención de la información magnética que se consigue con una suerte de posnet manual que, además de leer la información, la copia. Para ello sólo basta tener acceso a la tarjeta al menos una vez. En ese sentido mencionó que muchas veces los estafadores se encuentran al lado de los cajeros para mencionar que no funcionan y simulan querer ayudar a las víctimas para hacerse del plástico por algunos segundos.

Un error que costó caro

El operativo que derivó en la detención de los extranjeros fue realizado en forma conjunta por dos divisiones de la UR II, la Brigada de Investigaciones, a cargo de Carlos Rodríguez, y Seguridad Bancaria, encabezada por Marisabel Mendoza. De todas formas, los mismos policías reconocieron que el éxito de la medida se debió en gran parte a un error de inteligencia por parte de los imputados, ya que operaron varias veces desde los mismos cajeros, uno ubicado en Alvear al 100 y el otro en avenida Pellegrini y Corrientes.

“Les faltó inteligencia; si lo hacían siempre en cajeros distintos no los agarrábamos más”, reconoció un alto jefe de la fuerza, quien informó que los extranjeros llegaron a la Argentina el pasado 16 de mayo en un vuelo que venía de Perú y con un permiso de estadía de tres meses.

Los primeros días los extranjeros se movieron en Capital Federal, donde habrían cometido la mayor cantidad de extracciones, todas de cuentas porteñas, y la noche del miércoles arribaron a Rosario, donde realizaron operaciones de consulta y extracción los dos días siguientes hasta ser detenidos.

Sus pasos eran seguidos por el jefe de Seguridad Bancaria de la Red Link SA, a raíz de un ex empleado de la firma (jubilado) que notó el faltante en su cuenta, hizo la denuncia y despertó la curiosidad de la firma. Desde Capital Federal notaron que una de las cuentas porteñas que ya había sido burlada registraba movimientos en la ciudad de Rosario y alertaron a la Policía local, que montó un operativo con personal vestido de civil en inmediaciones de dos cajeros automáticos de la ciudad.

La cuenta fue monitoreada desde Buenos Aires en forma permanente y apenas se volvió a mover se le dio aviso a la Policía rosarina, que estaba expectante en los mismos lugares donde horas antes habían ingresado. Los sospechosos fueron apresados al salir con más de un indicio en su poder: tenían siete tarjetas plásticas (dos de débito, cuatro de débito y siete de cartón), tres celulares, siete chips de distintas empresas telefónicas, mil pesos en efectivo, además de sus pasaportes.

Si bien no fue confirmado oficialmente, un vocero del caso dijo que se especula con que en pocos días se hicieron con una cifra cercana al medio millón de pesos, al tiempo que mencionó la existencia de una banda europea cuyos cerebros serían búlgaros. Ambos fueron indagados en el mediodía de ayer por la jueza de Instrucción en turno, Raquel Cosgaya, quien ordenó que permanezcan detenidos.

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