Plástica

Martes y viernes

Atractiva muestra de pintura e instalación de Juan Balaguer puede verse en local del Pasaje Pan

Desde principios de junio y durante todo el mes de julio estará exhibida "Futuro imperfecto", compuesta por doce cuadros y una instalación que su autor, que cuenta con una vasta obra y reconocimiento internacional, cataloga como “pintura instalada” y que lleva por nombre "Los platos rotos"


Desde principios de junio y durante todo el mes de julio, en la Galería Local 15 del Pasaje Pan (Córdoba 954), se podrá ver la muestra Futuro imperfecto, de Juan Balaguer, compuesta por doce cuadros y una instalación que su autor cataloga como “pintura instalada” y que lleva por nombre Los platos rotos. El espacio convertido en un cubo negro ofrece las pinturas y la instalación junto a un texto de Anabel Solari que asiste al espectador en su percepción de la muestra como una totalidad.

Balaguer es egresado de la escuela de Bellas Artes de la UNR y trabaja como comunicador para empresas e instituciones y como ilustrador de portadas de libros para editoriales argentinas y extranjeras. Es docente de las cátedras de Pintura I y Dibujo III en la UNR y en los talleres de Producción e Investigación en Pintura en la licenciatura de Artes Visuales en la Universidad Autónoma de Entre Ríos. Participó de diversas selecciones y residencias y obtuvo prestigiosos premios en Argentina y en el extranjero.

El texto de Anabel Solari que acompaña la muestra, llamado “La falsa intimidad”, reza lo siguiente: “Intimidad falseada que atrapa porque queremos reconocer al niño, conocer la familia, el pibe, y sin embargo, el ruido cromático irrumpe con potencia expresiva desarmando la fantasía de lo familiar retratado.

Balaguer presenta una familiaridad demolida por la pintura, despliega casi un duelo de recursos pictóricos que jaquea la pintura tradicional. Así, donde esperamos arena, encontramos una mancha negra: el juego infantil es dinamitado.

Esa atmósfera única de sal, sol, sudor y felicidad cruje.

Rostros de cachetes rosados con muecas graciosas, epítome de la dulzura infantil interrumpidos por chorreaduras, perturbada su apacible presencia detenida en el tiempo.

Los platos, prolijamente ubicados sobre el mantel a cuadros, con sus quiebres y hendiduras trazan un mapa que, en forma de fantasía metonímica pone a consideración el ritual de la comida en familia, estereotipo normativo e idealizado como evento social primario.

El atractivo colorido sofoca el crujir de una estructura social.

El color, lo informe de la mancha, el inesperado dripping obran de bisagra entre dos mundos: el cristalizado por el marketing gráfico y el avizorado como futuro imperfecto, con huecos, fallas, marcas, huellas que ponen en acto el espesor de lo cotidiano.

La tensión entre el cuidado tratamiento pictórico de los cuerpos y los desbordes de la pintura, suavidad y acción, el ir y venir del pincel «alla prima» y las manchas, el dripping, ese hilo, esa distancia de rescate de lo familiar no unidimensional, sino en sus facetas poliédricas que contienen los huecos, maltratos, sueños rotos, el amor en su vulnerable dimensión humana.

La imagen “entera” amenazada por las manchas nos advierte el presente familiar, cuya imagen deviene rompecabezas, encastrados y fragmentarias imágenes, calidoscópicas, extrañadas selfies de perspectivas inverosímiles.

¡Quién no soñó con la postal de la bella niñez, del disfrute familiar, eterna promesa incumplida!

Las obras nos transmiten esa sensación de lo familiar amenazado, en este caso por las acciones pictóricas.

Sin embargo subyace lo que todos sabemos: la vida cotidiana es otra.

Protagonistas de una  dinámica familiar esperada, estas siluetas delineadas en los gimnasios, emergen del banco de imágenes digitales, manantial nutriente de nuestros anhelos más íntimos, nos brinda ese ideal de familia, de infancias bellas y felices que tranquiliza nuestra fantasía y es confirmada por la imagen identitaria construida para las redes sociales.

Balaguer presenta por medio de estas manchas y colores, una invitación a reconfigurar las dinámicas contemporáneas de las relaciones humanas”.

La muestra puede verse los días martes y viernes entre las 16 y las 19 en el mencionado Local 15 del Pasaje Pan.

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