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Atlético Madrid, dirigido por Diego Simeone, y Barcelona, a las órdenes de Gerardo Martino, empataron sin goles esta tarde en el estadio Vicente Calderón, por lo que ambos equipos siguen en lo más alto de la clasificación, con 50 puntos, al iniciarse la 19ª fecha de la Liga Española de fútbol de primera división.
Lionel Messi, ya recuperado de un desgarro en el bíceps femoral de la pierna izquierda, ingresó en el segundo tiempo en lugar de Andrés Iniesta y estuvo cerca de darle la victoria al Barsa, en dos remates que fueron desactivados por el arquero belga Thibaut Courtois.
Pero el ardoroso encuentro jugado en escenario colchonero apenas superó el calificativo de aceptable. Los dos conjuntos, a su manera, buscaron el triunfo y diseñaron un cotejo en donde no cedieron centímetros ni espacios.
Atlético, fiel al estilo que impulsa su entrenador, mordió en todos los sectores de la cancha: presión bien arriba e intención de sorprender con Arda Turán surcando por la banda derecha.
En el arranque, el conjunto local tuvo la chance más clara, a los 4 minutos, cuando el mediocampista turco Arda Turán robó la pelota, se lanzó hacia el área rival y mandó un centro rasante que Piqué tuvo que enviar con urgencia al tiro de esquina. Y, casi de inmediato, el elenco rojiblanco dispuso de otra ocasión, con una volea del goleador Diego Costa que exigió una muy buena respuesta de Víctor Valdés.
El equipo del Tata Martino asomaba asfixiado, no podía hacer prevalecer el tradicional circuito de circulación de balón y le costaba llegar al área rival, en donde el belga Courtouis no tenía trabajo.
La primera aproximación del Barsa se dio a los 17 minutos, con un disparo de Pedro, que pudo ser atajado por el guardavallas local. Al promediar la etapa inaugural, Barcelona se asentó en el campo y neutralizó esa presión que ejerció el Aleti. Javier Mascherano mostró solvencia en el fondo y no dejó mover prácticamente a Diego Costa, que fue cayendo en la intrascendencia.
Sin embargo, el brasileño naturalizado español tuvo una ocasión propicia para marcar a los 29 minutos, cuando llegó forzado a un pase de Miranda y no pudo darle dirección al balón. Ese primer período terminó y la sensación que invadía en el ambiente consistía en que los dos no habían podido sacar provecho de sus momentos en los 45 minutos.
La entrada de Messi cambió el panorama. Porque el crack rosarino asumió con bríos esa natural tarea de encabezar los ataques de su equipo, arrancando, tal su costumbre, desde la derecha hacia al centro del campo.
A los 4 minutos, el capitán del seleccionado argentino apiló dos rivales por derecha y llegó exigido para rematar, pero sacó un envío que exigió una buena respuesta del arquero colchonero. Al cierre de la maniobra, Messi chocó su rodilla con la de Diego Costa y la preocupación invadió, por un instante, a todo el Barsa y a Alejandro Sabella.
De a poco, el conjunto visitante se adelantó en el campo de juego, logró cierta fluidez en el traslado y empezó a arrinconar a un rival que mostró una rudeza que, anteriormente, no había exhibido. Messi tuvo la chance de marcar a los 23 minutos, con un cabezazo que se fue desviado (tras asistencia de Pedro), y a los 35, cuando encontró espacios en el área adversaria y sacó un tiro fuerte, que fue rechazado con los pies por Courtois, una de las figuras del encuentro.
El equipo de Simeone, ya cansado por el intenso trajín, tuvo sus últimas situaciones propicias, con sendos disparos de Diego Costa (desviado) y Turán (atajado por Víctor Valdés).
En el tramo de cierre, con el ingreso del astro brasileño Neymar, Barcelona lució la intención de quedarse con los tres puntos y arrinconó a un Atlético que, en ocasiones, asomó desbordado. Sin embargo, al Blaugrana le faltó la puntada final y el marcador no se alteró. Fue empate y los dirigidos por el Tata se consagraron «campeones de invierno», apenas por diferencia de gol.