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Atenúan acusación a preso por un caso de homicidio

El detenido por el asalto y muerte de Gastón Luszczak fue procesado por robo agravado por el uso de armas.

Los integrantes de la sala IV de la Cámara de Apelaciones confirmaron en parte el procesamiento para el joven de 24 años que ingresó con fines de robo en agosto del año pasado en la firma Laminex, ubicada en la zona noroeste, en la cual falleció el empleado Gastón Luszczak, tras recibir un tiro por la espalda durante el intercambio de disparos desatado en la playa de estacionamiento de la firma para evitar el atraco. Los jueces modificaron la calificación legal, por lo que Héctor Alberto L. fue procesado por robo agravado por el uso de armas, que tiene una pena de entre 5 a 15 años de prisión.

El joven había sido procesado en abril pasado, junto al custodio de la empresa Laminex, de cuya arma salió la bala que terminó con la vida de Gastón Luszczak, por el juez de Instrucción 7ª, Juan Andrés Donnola, por homicidio en ocasión de robo en concurso real con el delito de portación de arma de guerra en forma ilegítima. Al empleado de seguridad, que está en libertad, se le trabó un embargo por 50 mil pesos; mientras que al único de los cuatro asaltantes que está tras las rejas –desde mediados de septiembre de 2009–, se le trabó embargo sobre sus bienes por valor de cien mil pesos.

La resolución, firmada por los jueces Rubén Darío Jukic, Ramón Teodoro Ríos y Daniel Acosta, tiene en cuenta la apelación hecha por la defensora General de Cámaras, quien sostiene que “no ha sido demostrado la participación de Héctor L. en el ilícito y en su caso, cuál ha sido su aporte en el designio criminoso, como tampoco se explica por qué se carga con consecuencias jurídicas lesivas, derivadas de un hecho que le es ajeno, puesto que aún en términos de probabilidad, su autoría sería respecto del delito contra la propiedad”, en referencia a la muerte de Luszczak, producida por una bala que partió del arma que portaba el custodio, cuyas iniciales son J. O. A. E. y es conocido como Turco, que había comprado un mes antes por su propia seguridad por miedo a las salideras bancarias, según dijo en su momento en sede judicial.

Para los integrantes de la sala IV, el secuestro del arma utilizada por Héctor L. (una escopeta calibre 12,70 marca Armscor con caño recortado) y de un maletín de lona negra, perteneciente a la empresa asaltada, el resultado positivo de reconocimientos en rueda de personas y el testimonio de testigos del hecho, resultaron suficientes para confirmar el procesamiento del único detenido por el asalto.

Pero, los jueces, apelando a jurisprudencia de la Corte Suprema de Justicia de la Provincia de Santa Fe, modificaron la calificación legal del procesamiento efectuado por Donnola, por el cual Héctor L. había sido imputado por el artículo 189 bis del Código Procesal Penal, que sanciona con una pena de entre 10 y 25 años de prisión a quien fuera hallado culpable de robo agravado por homicidio y resolvió procesarlo por robo agravado por el uso de armas (artículo 166 del Código Procesal Penal), que tiene una pena de 5 a 15 años de cárcel.

El asalto ocurrió cerca de las 14 del 5 de agosto del año pasado, en la firma Laminex, una empresa dedicada a la venta de materiales de construcción ubicada en Junín 6180, cuando llegaron en un Chevrolet Corsa el empleado Gastón Luszczak y el custodio de la firma, apodado Turco, luego de realizar varias transacciones bancarias, entre ellas tres retiros de 35.000, 15.000 y 134.000 pesos, dinero que estaba destinado a cancelar parte de los salarios del personal y el pago de facturas a proveedores.

Cuando llegaron, el Turco se bajó del auto portando su arma con la intención de correr un vehículo que estaba dentro del playón de la empresa y obstaculizaba el ingreso del Corsa, mientras Gastón esperaba en la puerta.

En ese momento apareció un Volkswagen Fox del que salieron cuatro personas armadas y a cara descubierta le exigieron a Gastón la entrega del maletín que contenía la mayor parte del dinero. Según fuentes de la investigación, dos de los asaltantes ingresaron al playón, mientras otro le apuntaba con un arma a Gastón. Luego lo tomó de los pelos, lo tiró al piso y agarró el bolso con el dinero, que estaba en el medio de los dos asientos.

En cuestión de segundos, el lugar se llenó de gritos y disparos. Una de las balas impactó a la altura del omóplato izquierdo de Luszczak, mientras que los asaltantes se dieron a la fuga.

Unas horas después del atraco, un auto similar al utilizado por los ladrones fue encontrado incendiado a metros del comienzo de la ruta 34, en la zona norte. Ese vehículo tenía un pedido de secuestro, ya que había sido denunciado como robado en jurisdicción de la ciudad de San Lorenzo.

También esa tarde, la Policía realizó un allanamiento en una pensión de Grandoli al 2700, en el barrio Nuevo Alberdi, donde fue encontrado un bolso similar al que contenía el dinero, una escopeta y balas.

Quien había alquilado el lugar dio un nombre falso, aunque luego se determinó que era Héctor Alberto L., quien estaba internado en el Hospital de Emergencias bajo otra identidad. Los otros tres autores del hecho nunca fueron apresados, refirieron fuentes del caso.

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