Policiales

hipótesis: represalia por dos muertes

Ataque mafioso a empleados de Cargill: hay dos detenidos por brutal balacera

Los pesquisas indicaron que el móvil del crimen, según la principal hipótesis, es una venganza por dos muertes anteriores vinculadas con el conductor del auto.


Un hombre de 45 años y su hijo de 23 fueron detenidos anoche sospechados de ser los autores de la balacera contra el auto en el que viajaban dos empleados de la firma Cargill el sábado pasado. Ese día, el acompañante falleció y el conductor quedó internado en grave estado. Luego de una serie de medidas, la fiscal de la Unidad de Homicidios Dolosos Marisol Fabbro solicitó un allanamiento en una vivienda de Pueblo Esther, donde el personal de la División Homicidios de la PDI detuvo a los sospechosos y se incautó de dos pistolas, una 9 milímetros y una 11.25; la camioneta descripta el día el hecho junto con 146 cartuchos de ambos calibres, se informó. El lunes próximo será la audiencia imputativa. Los pesquisas indicaron que el móvil del crimen, según la principal hipótesis, es una venganza por dos muertes anteriores vinculadas con el conductor del auto.

El sábado de la semana pasada, tres compañeros de trabajo en la planta de la multinacional Cargill terminaron su jornada laboral y fueron a comer un asado a la ciudad de Arroyo Seco. Pasadas las 17, Milton B., de 28 años, le pidió a su amigo Diego F., de 34 y conocido como Puchi, que lo llevara de regreso a la planta para buscar su moto. Al Renault Sandero Stepway negro de Puchi se subieron sus hijas de 7 y 8 años, Milton junto a su otro amigo, Ramón Domingo Gómez, de 31, y se dirigieron hasta Cargill. Puchi dejó a su amigo en la planta y cuando llegó al paso nivel que queda a 30 metros de la ruta provincial 21 el conductor de una camioneta –que en principio se sospechó era una VW Amarok, aunque luego se determinó que era de otra marca– se le puso a la par. El acompañante abrió fuego contra el Sandero. Tras la balacera, los atacantes escaparon. En el auto quedó Gómez sin vida producto de un impacto en el lado izquierdo del cuello mientras que Puchi tuvo que ser fue trasladado al Heca, donde quedó internado en grave estado debido a que un balazo le dio en las costillas del lado izquierdo. Las hijas de Puchi resultaron ilesas y fueron entregadas a sus familiares, reconstruyeron voceros judiciales.

Ese día, la fiscal Fabbro llegó al lugar a los pocos minutos y dispuso las primeras medidas, entre ellas la correspondiente autopsia, la búsqueda de posibles testigos y el relevamiento de las cámaras de videovigilancia que puedan existir en la zona.

Las detenciones

Los investigadores continuaron con la pesquisa hasta ayer por la tarde, cuando hallaron una pista para dar con los presuntos homicidas. Con dato preciso, se comunicaron con la fiscal, quien pidió al juez de garantías en turno un allanamiento para un domicilio en Pueblo Esther. Con la participación de Fabbro, el personal de Homicidios de la PDI, con la colaboración del Grupo de Infantería de Respuesta Inmediata (Giri), irrumpió por la madrugada en la vivienda de Presidente Perón al 1500.

El botín incautado.

En ese lugar fueron detenidos José Luis V., de 45 años, y su hijo Julio, de 23, ambos sospechados de ser los autores del ataque. Además, del interior de la casa los pesquisas secuestraron una pistola calibre 45 Bersa Ultra Compact con cargador y cartuchos, una pistola 9 milímetros de la misma marca con cartuchos punta hueca, un handy, 146 proyectiles, celulares y la camioneta Ford Ranger.

La fiscal ordenó que padre e hijo continúen detenidos hasta el próximo lunes, cuando tendrán la audiencia imputativa.

Las hipótesis

Según fuentes relacionadas con la pesquisa, en Arroyo Seco, donde las víctimas fueron a comer el asado, hubo un problema, el cual pudo haber sido el detonante de la balacera contra los empleados de Cargill. Para los investigadores, los tiros estaban dirigidos contra Puchi, el conductor del automóvil, quien es oriundo de Villa Gobernador Gálvez.

Estos voceros explicaron que los detenidos son familiares de dos hombres asesinados años atrás en Villa Gobernador Gálvez, desde cuando arrastrarían una bronca con Puchi al considerarlo vinculado con esos asesinatos.

La primera de esas muertes ocurrió el 10 de julio de 2012 cuando Daniel “Patito” V., de 33 años, fue acribillado de cuatro balazos en la puerta de su casa villagalvense de San Lorenzo al 2200. Hacía unos días que Patito había salido de prisión y según las primeras medidas el homicida le reclamó que le había robado cuando compartieron el pabellón. Por este crimen, detuvieron a Rubén F., un obrero metalúrgico, aunque su esposa sostuvo que el hombre no tenía nada que ver y que se habían confundido de persona. Por ese tiempo, sonaron los apodos de Chino F. y Gordo F. como los autores de la ejecución de Patito.

El otro crimen que los investigadores tabulan como supuestos desencadenantes del ataque del sábado pasado sucedió el 19 de julio de 2013: el hermano de Patito, Carlos Leonardo V., 28 años, fue asesinado de dos balazos en la esquina de 17 de Octubre y Dorrego, también en Villa Gobernador Gálvez. Ese día dos muchachos lo encontraron en esa esquina y comenzaron una discusión hasta que uno de ellos sacó un arma y abrió fuego. Uno de los proyectiles le dio en la rodilla derecha y el otro hizo blanco en la ingle. El plomo le perforó la arteria femoral y Carlos murió en el lugar. Por este caso fue apresado en octubre pasado Miguel Ángel R., de 27 años.